Todo amante de SEGA recordará con mucho cariño la saga Shinobi, especialmente si tuviste MegaDrive y disfrutaste entregas como Shinobi III: Return of the Ninja Master donde Joe Mushashi tomaba el papel de protagonista. Ahora, muchos años después, la franquicia se asoma en la compañía que tanto envidió la ausencia de esta serie durante aquella década de los 90. La escogida para esta tarea fue Nintendo 3DS en el año 2011. Si queréis un juego difícil como pocos, de los que ya no quedan, no dudes en echarle un vistazo al último Shinobi, para 3DS.
Lo primero que nos encontramos al iniciar el cartucho es el menú de opciones donde podremos seleccionar qué modo de juego querremos en ese momento. Si optamos por la ardua tarea del modo historia, tendremos la opción de escoger un selector de nivel entre fácil, medio y difícil. Toda fase será calculada a modo de contrarreloj, lo que te incita a que completes cada una de ellas en el menor tiempo posible. Las mecánicas no distan mucho de los clásicos, ofreciendo un scroll lateral plataformero con toques de acción y un ligero toque de exploración.
La misión se basará en conseguir llegar hasta el final de la fase evitando a enemigos y acabando con éstos sin ser derrotados. Destacar que, en función del nivel de dificultad escogido, nuestras vidas serán o no ilimitadas, algo que puede ser frustrante si hemos avanzado una cantidad considerable de horas y somos derrotados.
Los enemigos no nos darán un solo instante de tranquilidad lanzándonos todo tipo de cosas que harán de nuestra barra de vida un reloj de arena. En ciertos puntos de los escenarios estarán escondidos ítems en forma de alita de pollo que nos recobrarán parte de la vida según el tamaño que tengan. Otro aspecto fundamental será el dominio de los saltos y ataques, los cuales no son muchos pero sí suficientes como para elaborar más de una decena de combos, algunos inevitables si nuestro deseo es alejarnos de la muerte más cruel. Podemos hablar por tanto de un título con una curva de dificultad rigurosamente lograda, donde los jefes finales ponen la guinda del pastel.
Si conseguimos ejecutar una serie de golpes consecutivos nuestro daño será mayor, así como los puntos que consigamos de cara a la clasificación final que se nos mostrará al final del nivel, donde seremos evaluados. Hay que decir que no nada sencillo mantener el multiplicador de daño activo, puesto que si en vez de pulsar tres veces para efectuar un golpe –combo común para la lucha física- pulsamos cuatro, el combo se romperá y lo mismo ocurrirá con el multiplicador. Cada salto debe ser calculado de igual manera, llegando a zonas donde la mejor opción será optar por la cruceta y no por el stick. En las batallas cuerpo a cuerpo la opción más a tener en cuenta es el uso de la Katana, mientras que en los saltos quizás sea más recomendable el uso de los kunai.
Una de las posibilidades que nos ofrece el juego es la de usar la magia (una vez por nivel), exactamente cuatro tipos de ella. Mientras que unas nos darán invencibilidad durante tres golpes o un tiempo limitado, las otras ofrecerán agilidad en los saltos o mayor poder y daño. En el caso de la magia negra –invencibilidad durante unos segundos- nos dejará con un solo punto de vida al terminar el préstamo, por lo que el título nos obligará a pensar y apostar por una u otra decisión.
El transcurso de la historia entre niveles se llevará a cabo a forma de cómic, con viñetas pero sin apenas diálogo. Es una lástima que no se haya apostado por un mayor número de cinemáticas y eso es algo que hace que el apartado técnico de esta entrega se vea aún más resentido en ese sentido. Gráficamente cumple con lo que se pide, ya que estamos hablando de uno de los juegos de las primeras hornadas de Nintendo 3DS, pero no destaca en absoluto. El 3D se basa en dar mayor profundidad al campo visual, pero no es tan inmersivo como otros. La disminución del frenetismo que va adoptando el cartucho a lo largo de la historia es también un punto negativo, sobre todo después de un time skip, cuyos escenarios se convertirán en entornos futuristas y que distan demasiado de los primeros compases de la aventura, todo un homenaje del Japón de la época ninja. El sonido cumple sin demasiados alardes, adaptándose bien a cada situación y sin ser excesivamente monótono; la variedad de temas hace que toda fase tenga una personalidad propia.
Por su parte, el aspecto más positivo del título es sin lugar a dudas los jefes finales, quienes en todo momento ofrecerán un aumento considerable en la curva de dificultad. Es casi imposible deshacerse de cada uno de ellos en el primer intento, pues no será sencillo encontrar su punto débil o patrones de movimiento. Es más, cada uno será más vulnerable a una de las magias que nuestro protagonista dispone. Mención especial al jefe final, que nos hará sacar nuestro lado más perseverante si queremos ver los títulos finales.
La duración de la historia principal puede rondar desde las 6 a las 8 horas dependiendo de nuestro nivel de habilidad o dificultad escogida. Si a ello añadimos los retos por streetpass con nuevos mapas o el modo que nos permite luchar con los jefes, la duración puede doblarse perfectamente.
Por todo lo comentado puedo decir que la intensidad es muy alta en casi toda la partida, sin altibajos más allá de la repetitividad de algunos enemigos, la falta de inspiración en el diseño de las fases después del time skip o un apartado técnico que podría haber dado algo más de sí. Hay más virtudes que defectos en este nuevo Shinobi para 3DS, que gustará especialmente a cualquier fan de la franquicia por lo fiel que se intuye con respecto a sus predecesores pero que ni mucho menos supone una vuelta a los orígenes ni aporta nada especialmente nuevo.
Griptonite Games puede estar satisfecha con el trabajo conseguido con este Shinobi. Me gustaría mucho ver una continuación más inspirada artísticamente y que pudiera servir como secuela de éste, cuyo final da pie a una segunda parte. Desconozco los datos de ventas cosechados por esta entrega, pero hoy día han pasado ya más de dos años desde que saliese al mercado, por lo que si tenéis pensado haceros con él, no creo que su precio supere los diez euros. Por ese dinero se me antoja como una compra totalmente obligada siempre que nuestra intención sea enfrentarnos a un clásico juego de acción plataformero con una dificultad de la vieja escuela, de los que ya no quedan. [75]