Total War: Warhammer te hará disfrutar como un auténtico niño

He de confesarlo, de pequeño, era un enamorado de Warhammer Fantasy, disfrutando como un loco de sus batallas, de ser ese poderoso general Orko, del Imperio o Conde Vampiro dispuesto a aniquilar a mi adversario y es por eso por lo que esperaba, con frenesí, Total War: Warhammer desde el mismo momento que supe de su existencia.

Total War: Warhammer

Review de Total War: Warhammer, el juego de estrategia y fantasía para PC

Y es que el juego de Creative Assembly era un sueño esperado por muchos, desde buena parte del propio estudio hasta los aficionados que veíamos con celos los triunfos de los títulos de estrategia de la vertiente futurista de Warhammer y que deseábamos tener, por fin, un juego a la altura del universo Fantasy, después de algunos intentos con poco acierto por parte de otros estudios.

Para nuestra suerte, y pese a la exigencia de muchos aficionados, el estudio apadrinado por SEGA al que distribuye Koch Media en nuestro país (a la que tenemos que agradecer su excelente trato y la posibilidad de darnos una copia del juego para analizarlo) cumple con creces con lo esperado, con un homenaje que no va a dejar indiferente a ningún fan, que va a hacer que estemos delante del ordenador horas y horas, disfrutando de las interminables batallas entre Pieles Verdes, Orkos, o como queráis llamarlos, los humanos del Imperio, los férreos y tozudos enanos, los inquietantes Condes Vampiro y las oscuras fuerzas del Caos.

Total War: Warhammer

Desde luego, por falta de contenido no será porque tan sólo el disfrutar de la campaña nos va a llevar un buen rato. Una campaña que, más que en una historia (pese a seguir la narrativa clásica de Warhammer) nos va dando diferentes objetivos, pero que en general nos da una libertad TOTAL para hacer lo que nos dé la gana respetando, eso sí, las reglas propias por las que estarán condicionados nuestros bandos, con los Condes Vampiro perdiendo tropas cuando se salen de sus regiones o no pudiendo conquistar ciertas ciudades, o con los Orkos peleándose entre ellos y mermando nuestras unidades si no les ofrecemos, cada poco, sangre y victorias para calmar sus ansias de batalla.

Quitando las “reglas del juego” de cada facción, la verdad es que la libertad a la hora de decidir cómo enfrentarnos a las misiones, a los desafíos y a la campaña en general será total, haciendo lo que nos venga en gana y teniendo que pensar bien cada pequeño movimiento si no queremos cometer un error fatal que eche al traste toda la partida, respetando la exigencia habitual de la saga Total War.

Total War: Warhammer

Total War Warhammer: Atención al detalle con la precisión de la forja enana

Otra cosa que nos ofrece Total War: Warhammer es una atención al detalle exquisita, reproduciendo casi a la perfección cada una de esas unidades que con tanto esmero nos dedicábamos a pintar cuando éramos jóvenes (o a sustituir por papel cuadriculado en caso de que no tuviéramos recursos para comprar demasiadas figuras, pero quisiéramos disfrutar de enormes batallas de muchos puntos). Da igual si se tratan de sustituibles goblins, de girocópteros, o de poderosos generales, Creative Assembly ha vuelto a hacer un trabajo ALUCINANTE dando vida a cada una de las unidades, dotando, además, a cada ejército, de casi todas las que, por lo menos un servidor, recuerda en los manuales de cada raza, haciendo las delicias de todos los aficionados.

Además, en el campo de batalla, conoceremos lo básico si conocemos bien las reglas del juego de Warhammer, prestando especial atención a la distribución de las tropas al principio de cada batalla (o a los caprichosos vientos de la magia) a los terrenos elevados, o a la posibilidad de flanquear o pillar por la retaguardia al ejército enemigo, así como de valernos de la presencia de nuestros generales para que las tropas no salgan corriendo despavoridas y, por supuesto, de su poder de combate y alucinantes magias que pueden desequilibrar la balanza de toda batalla.

Total War: Warhammer

Pero, si la campaña nos da para decenas de horas de juego, Total War: Warhammer también nos permite disfrutarla en cooperativo, controlando diferentes bandos con amigos forjando una poderosa alianza para alcanzar nuestros objetivos, así como la posibilidad de jugar batallas individuales a modo de aventura y, por supuesto, enfrentarnos a otros jugadores a través de internet, amén de los DLC que poco a poco va sacando el juego y de la facilidad que Creative Assembly le ha puesto a los creadores de mods para que hagan de las suyas con el título, alargando, entre unas cosas y otras, su vida jugable hasta los cientos de horas.

Conclusiones y nota de Total War: Warhammer

No quiero enroscarme mucho más con este análisis de Total War: Warhammer. El juego lleva ya unas cuantas semanas en el mercado y, seguramente, muchos ya lo habréis probado, o habréis podido leer cientos de líneas sobre el juego. Simplemente, con este texto, quería reflejar lo mucho y bueno que me he encontrado con uno de los juegos más esperados del año para los amantes del PC y de Warhammer. Creative Assembly ha hecho un trabajo magnifico, el mejor homenaje que se podía hacer a Warhammer Fantasy. Total War: Warhammer es un juego que ha ocupado y va a ocupar, unas cuantas horas de mi vida, ofreciéndome más de lo que estaba esperando y recordándome esa época en la que, de crío, dejaba volar mi imaginación y me creía Zakarías el Eterno a lomos de su dragón no muerto, disponiéndome a controlar una horda de esqueletos, murciélagos y otras huestes para pulverizar, sin temor alguno a mi enemigo. [95]

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