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Análisis Yoshi’s New Island (3DS)

El mes de noviembre de 1990 fue el momento en que uno de los mayores hitos en la historia del videojuego nació en medio de la que sería para muchos la mejor generación de la historia, Super Mario World. Los 16 bits nos dejaron enormes plataformas, que gozaban de una jugabilidad y diseño de los escenarios que incluso a día de hoy siguen sin parangón.

Una de esas joyas es la segunda parte del antes mencionado, llevando consigo el apellido Yoshi’ Island. En esta bella continuación nuestro rol cambia por completo, siendo ahora un holgado conjunto de dinosaurios que, tras ver cómo un bebé caía del cielo, deberían llevar de vuelta al recién nacido con su familia y recuperar al hermano de uno de ellos, Luigi. Tras una estética que por mucho que pase el tiempo seguirá insistiendo en demostrar que el videojuego en ocasiones roza el arte se encontraba un plataformas en scroll lateral con un ritmo mucho más pausado y amenizado que en aquellos protagonizados por el fontanero.

El listón se puso tan sumamente alto que Takashi Tezuka se ganó un prestigioso lugar en el recuerdo de todos los que disfrutaron de esta entrañable obra. Ahora, casi veinte años después y con un excelente port para Game Boy Advance así como otras secuelas mucho menos sobresalientes, llega Yoshi’s New Island para Nintendo 3DS.

Lo primero que llama la atención es que ésta sí es una continuación o secuela directa de SMW2 y no las apuestas que quedaron a medio camino tanto para Nintendo DS como N64. Visualmente parece una adaptación 1:1 del original, apostando de nuevo por unos escenarios que dan la sensación de haber sido dibujados a mano pero con la diferencia de que los personajes se muestran bajo un modelado en tres dimensiones. Podemos aseguraros que con respecto a lo visto el pasado mes de junio en el Showroom de Nintendo, gráficamente ha mejorado considerablemente, siendo esta versión final mucho más pulida y sin apenas pixelación. Sin embargo esto no se ha corregido por completo y muchos criticarán el intento fallido de intentar sorprendernos de nuevo en un apartado donde era y sigue siendo imposible de mejorar.

No obstante estamos ante un título cuya estética es casi sobresaliente gracias a su variedad cromática en todo momento y el siempre simpático Yoshi, que sin importar el color de su piel siempre dará ganas de tenerlo en nuestra estantería como si de un peluche se tratase. Una vez hayamos comenzado nuestra partida –tenemos tres archivos de guardado– podremos disfrutar de una introducción que de nuevo trata de calcar lo visto en el original, con una canción a modo de nana contada como un cuento para niños. Inevitablemente hay que compararlo con SMW2 y no porque queramos nosotros sino por ellos mismos, puesto que en ocasiones da la sensación de estar ante un reboot o incluso remake de éste y no ante una nueva entrega, tal y como el título tiende a hacernos pensar. Lo que quiero decir es que por mucho que se hay intentado volver a contagiarnos de esa genialidad sumando el aliciente de tener el as bajo la manga de Tezuka llevando el timón, no se ha conseguido del todo.

Los primeros mundos sirven a modo de tutorial y adaptación a un control que sigue intacto, casi idéntico a antaño y con esa idiosincrasia propia de cualquier juego de Yoshi. No es éste un juego donde tengamos que correr; el tiempo no existe. Tómate tu tiempo y explora, descubre las bondades de esta orgánica isla, que con el paso de las fases irá mostrándonos sus numerosas virtudes. Nuestra tarea no será solamente la de llegar al final del escenario sin perder de nuestros lomos al pequeño bebé Mario, ya que a ello hay que sumar el hecho de buscar los cinco soles escondidos en cada nivel y que nos brindarán la opción de conseguir monedas huevo. Una vez lleguemos al final de cada fase se encontrará la circunferencia giratoria que entre varias cosas mostrará huecos para estos soles: si encontramos tres de ellos habrá tres posibilidades de conseguir que la ruleta pare en uno de éstos y conseguir de esta manera una moneda huevo. Habrá 30 por mundo. Otro aspecto que aumentará la rejugabilidad del título será buscar las monedas rojas o encontrar todas las pequeñas estrellas que podamos hasta un total de treinta por nivel, además de sumar segundos por cada vez que perdamos el control de Mario.

Como antaño, si recibimos un impacto o daño Mario se sumergirá en una pompa que irá flotando por el escenario entre lloros mientras que el tiempo va viéndose reducido progresivamente. O nos damos prisa o se lo llevarán volando, perdiendo por tanto una vida y teniendo que reiniciar el nivel desde el último check-point o por el contrario comenzando desde el principio. No nos vamos a engañar, es mucho más fácil que el original, sobre todo los primeros mundos, que además de fáciles son más monótonos que el resto del cartucho. No será hasta el mundo cuatro hasta que se empiecen a hacer evidentes las bondades de Yoshi’s New Island, con unos escenarios mucho más logrados y variados, además de un ligero aumento en la dificultad que repercutirá afortunadamente en el interés del usuario más exigente a continuar, pues bien es cierto que en ocasiones peca por ser poco desafiante.

Los jefes finales son siempre los mismos, habiendo uno en la mitad del mundo y otro al final. Una lástima que únicamente en el final del juego encontremos un verdadero reto jugable que no hace sino incidir en la falta de originalidad en el punto más álgido de los mundos anteriores. No voy a entrar en spoilers, pero podéis estar tranquilos con el final; es muy bueno. Por otra parte, decir que dispondremos de un total de seis mundos con ocho fases cada uno. La duración irá aumentando gradualmente conjugando un total de unas 7-8 horas para completarlo por primera vez, mientras que si sois de aquellos que busquen completarlo al 100% podréis multiplicar las horas totales con total tranquilidad. Es de agradecer la inclusión de los huevos o enemigos gigantes que tendremos que tragar pulsando B en repetidas ocasiones para poder lanzarlo y romper muchas zonas del escenario. A su vez, aumentarán nuestro peso y nos permitirán sumergirnos en las profundidades acuáticas, algo que se ha conseguido muy gratamente.

Mencionar también las ya conocidas fases en que Yoshi se convertirá en helicóptero, submarino, globo o incluso trineo. Todas estas serán controladas gracias al giroscopio de la consola y le sientan de maravilla. Sin duda es éste un cartucho recomendado para los más pequeños de la casa por encima de cualquier otro target. Es una manera envidiable de iniciarse en el género de los plataformas, pero me temo que no es esto lo único que buscábamos el resto ¿verdad?

Vamos ahora con uno de los aspectos más negativos desde mi punto de vista como es el apartado sonoro. Nunca pensé que pudiera llegar a decir esto teniendo en cuenta lo grandioso que fue el original o lo excelentes que vienen siendo las últimas entregas plataformeras de la compañía de Kyoto. Probablemente el mayor inconveniente de Yoshi’s New Island sea haber salido tan poco tiempo después que Donkey Kong Country: Tropical Freeze, haciendo que el resultado final de la obra del dinosaurio demuestre todavía más lo grande que es la protagonizada por el simio. Los defectos parecen todavía mayores en New Island si acabamos de terminar el recientemente salido para WiiU, y es que estamos ante un concepto totalmente diferente de cómo hacer un juego de plataformas; ni mejor ni peor.

Como decía, el sonido peca de simple y poco variado, ofreciendo prácticamente durante toda la aventura un único tema con variaciones en los instrumentos o efectos utilizados. Es incomprensible que cada vez que perdamos no haya ni un solo sonido como el ya famoso de SMW2. Ni las melodías principales ni los efectos sonoros están a la altura si quiera de la propia Nintendo, quedándose en un mero notable. Quizás podáis pensar que estoy siendo muy exigente pero teniendo en cuenta a lo que estamos acostumbrados y lo que se había prometido, no puedo ocultar mi desilusión. Otro aspecto criticable y que considero esencial en la grandeza de un plataformas en dos dimensiones son los fondos de los escenarios.

Veamos, considero que muchos coincidiréis en que el hecho de que el dibujado de fondo no debe ser un aspecto baladí. Al contrario, cuanto mayor sensación de movimiento ofrezca mayor percepción se dará al usuario de estar en un entorno vivo. Insisto en la importancia que esto supone. Para finalizar deciros que esta isla podría haber estado mucho más viva y no solo en los dos últimos mundos donde se hace gala de lo que acabamos de comentar.

El efecto 3D es superficial, logrando una ligera sensación de profundidad pero ya está. Muchos lo desactivaréis por mero ahorro energético. Una novedad es la posibilidad de echar partidas en multijugador local, algo bastante divertido y que recomiendo si os decidís a comprarlo. Como en tantos otros estará la opción de usar el StreetPass.

CONCLUSIÓN

Yoshi’s New Island tiene el grandísimo inconveniente de tener que llevar en sus espaldas la obra que viese la luz en SNES en 1995. Quizás si se hubiese apostado por algo diferente el resultado hubiese sido mejor y no un únicamente notable. La fórmula sigue siendo la misma, por lo que sigue siendo igual de divertida y recomendable para cualquier amante de Yoshi. Si eres fan y te gustaron los anteriores, este te va a gustar mucho pero no te va a enloquecer. Nintendo 3DS cuenta ya con un abanico de posibilidades a modo de juegazos que no da tregua. Si tenemos además en cuenta la inminente llegada de Kirby Triple Deluxe o los ya lanzados Mario o DKCR, no quedaréis del todo satisfechos.

Gráficamente precioso y jugablemente preciso, disfrutable tanto para pequeños como adultos pero no desafiante para cualquier género. Encontraremos más virtudes que defectos pero que dan la sensación de haberse quedado a medio camino. Si bien hay que aplaudir la buena implementación del control por movimiento en algunas zonas, hay que criticar el mediocre apartado sonoro o innovador en su conjunto.

Siendo concisos, esperaba más, mucho más. Lo he pasado en grande y ha conseguido que no lo soltara hasta ver los créditos finales. Si tienes 3DS y amas los plataformas, cómpralo; si por el contrario no eres un fan del dinosaurio de Nintendo me temo que hay alternativas mucho más gratificantes para el usuario. Notable, sin más. [74]

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