No me llamaba nada el Samsung Galaxy Gear. Lo admito. Me parecía un accesorio con una relativa utilidad. ¿Acceder a las funciones del teléfono desde el reloj de pulsera? Para empezar yo no llevo reloj – miro la hora en el móvil, y para seguir, los teléfonos hoy en día son lo suficientemente pequeños como para que no suponga un problema llevarlo en el bolsillo y sacártelo cuando sea necesario.
Pero el anuncio del gadget de Samsung es tan brillante y apela a ese espíritu geek que forma parte de la niñez de los que ya tenemos más de treinta años que quiero 10. O no me digas que el siguiente anuncio no te hace tirar billetes contra la pantalla…
Eso sí, cuando vuelvo a ver el vídeo en el que se enumeran sus características, se me pasan las ganas:
Y es que su precio, casi 300 euros, es, en mi opinión, totalmente desproporcionado a lo que puede ofrecer.
Chivado por | Saúl