El fútbol, como deporte más popular del mundo, ha sido recreado en innumerables ocasiones en la industria de los videojuegos, con títulos como la serie FIFA de EA Sports a la cabeza. Sin embargo, en este entorno virtual, al igual que en la realidad, persisten desigualdades de género que merecen ser analizadas y abordadas.
A lo largo de este ensayo breve, se defenderá la necesidad de otorgar mayor visibilidad y equidad al fútbol femenino en los videojuegos, haciendo énfasis en las disparidades económicas y la falta de personalización de las jugadoras en estas plataformas.
El fútbol femenino ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas. Las mujeres han demostrado su talento, pasión y compromiso en el campo, alcanzando logros impresionantes en competiciones nacionales e internacionales. Sin embargo, la visibilidad y apoyo que reciben en los videojuegos están lejos de equipararse con los de sus homólogos masculinos. Los títulos de fútbol, como FIFA, suelen centrarse principalmente en equipos y ligas masculinas, relegando al fútbol femenino a un segundo plano. Esto perpetúa la desigualdad de género al no brindar una representación equitativa y justa de ambos géneros en este tipo de entretenimiento tan masivo.
La desigualdad económica también juega un papel importante en esta problemática. Los equipos y las ligas masculinas a menudo gozan de un mayor respaldo financiero, lo que se traduce en mejores condiciones para los jugadores y, en última instancia, en una mayor popularidad en los videojuegos. El fútbol femenino, por otro lado, sigue lidiando con presupuestos más modestos y menos recursos, lo que repercute directamente en su presencia y visibilidad en los videojuegos de fútbol. La falta de inversión y reconocimiento para el fútbol femenino perpetúa una brecha entre ambos géneros, a pesar de que comparten el mismo deporte.
Otro aspecto relevante es la representación de las jugadoras en los videojuegos de fútbol. A menudo, se presta menos atención a la personalización y definición de los perfiles de las jugadoras en comparación con sus contrapartes masculinos. En muchos juegos, las futbolistas femeninas tienen características genéricas y menos realistas, lo que contribuye a una falta de identificación y conexión con las jugadoras que quieren ver su reflejo en el mundo virtual del fútbol. Esta falta de personalización limita las posibilidades de que las mujeres se sientan incluidas y valoradas en el mundo de los videojuegos, reforzando así los estereotipos de género arraigados en la sociedad.
Para abordar estas desigualdades de género en los videojuegos de fútbol, es esencial que las empresas desarrolladoras, como EA Sports, tomen medidas concretas. En primer lugar, es crucial invertir más recursos y esfuerzos en la promoción y desarrollo del fútbol femenino en los videojuegos. Esto implica otorgarles la misma importancia que se da al fútbol masculino, ofreciendo ligas y equipos femeninos completos y actualizados, así como asegurando una experiencia de juego igualitaria.
Además, es fundamental crear perfiles de jugadoras más personalizados y realistas, permitiendo a las mujeres verse reflejadas de manera más fiel en el juego. Esto implica un desarrollo más detallado de la apariencia y características de las jugadoras, y la inclusión de modos de juego que destaquen la historia y trayectoria del fútbol femenino. La defensa del fútbol femenino en los videojuegos es un paso hacia la equidad de género en la industria del entretenimiento digital y en la sociedad en general.
La igualdad de representación, el apoyo económico y la personalización adecuada son pilares fundamentales para alcanzar una verdadera equidad. Solo a través de estas acciones, se puede construir un mundo virtual más inclusivo y representativo, que refleje la diversidad y el talento de mujeres y hombres en el apasionante mundo del fútbol.
Por ejemplo, y haciendo referencia al Mundial de Fútbol Femenino celebrado este año en Australia y Nueva Zelanda, la representación de la Selección Española de Fútbol Femenino en los videojuegos no ha sido tan prominente como la del equipo masculino. Aunque existen algunos títulos que incluyen equipos y ligas femeninas, la presencia y visibilidad de la Selección Española Femenina en los videojuegos como FIFA, de EA Sports, es muy limitada en comparación con la del equipo masculino, a destacar el FIFA 2023. Esperamos que, en la nueva entrega de la serie, el FC 2024, esto sea corregido y, aparte de las selecciones, también tengamos opción de elegir ligas femeninas.
De nuevo, esta situación de desigualdad se refleja en la menor cantidad de modos de juego y torneos que incorporan al fútbol femenino en los videojuegos de EA. Mientras que la versión masculina del juego ofrece diversas opciones, incluyendo torneos internacionales como la Copa Mundial de la FIFA y la Eurocopa, la versión femenina del juego tiene menos competiciones y opciones para jugar. Esto reduce la posibilidad de que los jugadores y jugadoras puedan disfrutar de la experiencia de jugar con la Selección Española Femenina en el mismo nivel que lo hacen con la masculina. Las estadísticas se desequilibran y continúa el desconocimiento de una parte del fútbol esencial.
Es importante destacar que, aunque ha habido avances en la inclusión del fútbol femenino en los videojuegos en los últimos años, estas desigualdades y limitaciones en la representación de la Selección Española Femenina, en concreto, desfavorecen uno de los deportes más importantes del mundo. Pues, ni siquiera, la aclamada como mejor jugadora del mundo con Balón de Oro en 2021 y 2022, Alexia Putellas, es representada de una manera diferenciada, con gestos distintivos, en el FIFA. ¿Acaso otras jugadoras como Ona Batlle, Mariona Caldentey, Jenni Hermoso o Olga Carmona no tienen derecho a ser visibilizadas en la pantalla del videojuego, a ser claramente reconocidas como jugadoras de alto nivel y personas particulares?
Es fundamental, sobre todo, para convencer a la sociedad, diferenciar entre fútbol masculino y fútbol femenino para poder centrarse en un fútbol de calidad, sin etiquetas, pero inclusivo y equitativo que promueva la igualdad y el respeto en el deporte. Utilizar etiquetas como “fútbol masculino” y “fútbol femenino” crea una división entre ambos géneros, lo que puede llevar a desigualdades en términos de recursos, visibilidad y apoyo. Al enfocarse en un único fútbol de calidad, se rompen las barreras de género y se brindan las mismas oportunidades para que todos los jugadores y jugadoras desarrollen su talento y potencial al máximo. Además, con este uso, se puede excluir a aquellos que no se identifican con estos géneros binarios. Al adoptar un enfoque inclusivo, se acoge a personas de todas las identidades de género y se les permite participar y disfrutar del fútbol sin prejuicios ni discriminación.
La persistencia de etiquetas de género en el fútbol refuerza estereotipos culturales arraigados que limitan las aspiraciones y roles de hombres y mujeres. Al eliminar estas etiquetas, se abre la puerta a una mayor diversidad de estilos de juego y roles dentro del deporte, permitiendo que todos los jugadores y jugadoras se expresen libremente y desarrollen su talento de manera auténtica. Al abrir el debate desde esta nueva perspectiva, al menos, en el entorno social, se logra mayor apoyo, en este caso, para los equipos menos favorecidos, que suelen coincidir con las ligas femeninas.
Por otro lado, con una defensa unificada, se aumenta la visibilidad del fútbol femenino. Históricamente, el fútbol masculino ha recibido más atención y apoyo en comparación con el fútbol femenino. Al eliminar la distinción entre ambos y promover un fútbol de calidad sin género, se destaca el talento y la excelencia de las futbolistas, permitiendo que sus logros sean reconocidos y valorados en igual medida.
Finalmente, se contribuye a una cultura deportiva más respetuosa. Al adoptar un enfoque inclusivo y equitativo en el fútbol, se fomenta una cultura deportiva basada en el respeto mutuo y la valoración de todas las personas, independientemente de su género. Esto ayuda a erradicar comportamientos discriminatorios o sexistas presentes en algunos ámbitos del deporte, tanto de comentaristas como entrenadores, los propios jugadores o los espectadores.
En conclusión, es esencial favorecer la igualdad de género, fomentar la inclusión y permitir que todos los amantes del deporte disfruten de una experiencia futbolística enriquecedora y respetuosa. Solo mediante este enfoque, podremos avanzar hacia un mundo del fútbol más diverso, justo y verdaderamente igualitario, tanto en el campo de césped real como en el campo virtual. Jugadores, jugadoras y entrenadores famosos como Iker Casillas, Alex Morgan, Megan Rapinoe o Pep Guardiola ya se han manifestado a favor. Si a ti te gusta el fútbol, ¿tú a qué esperas?
P.D.: ¡Todo nuestro apoyo a la Selección Española Femenina de Fútbol en el Mundial! ¡Vamos, chicas!
Almudena Anés (Linkedin) es una narradora española especializada en arte, videojuegos e identidad. Trabaja desde la escritura para indagar la fragmentación y el simulacro.