Artículo: La Explosión de los Juegos Indies

Desde el año 2007, aproximadamente, no han dejado de salir juegos indies. Braid marcó el pistoletazo de salida y Minecraft agarró esa pistola y disparó mortalmente al mercado, en la bala se leía que el indie ha llegado para quedarse.Muchos gritaron al viento cuan feliz eran de volver a recuperar aquellas tardes sentados frente a la pantalla después de llegar de clase, agarrados a su bocadillo de Nocilla, otros, menos nostálgicos y más conversadores, ni siquiera les hicieron caso, pero poco a poco, como el agua rompe la piedra, el indie se sumergió en el mercado, hasta que, con el paso del tiempo, rompió la piedra y se situó en igualdad de condiciones.

Braid

Braid, quizá el primero de los juegos indies mainstream

Y la pregunta, la verdadera pregunta, la esencial y fundamental pregunta es ¿por qué? ¿A qué se debe esta explosión de juegos indies? ¿Cuáles han sido las causas de esta excepcional hornada de nuevos juegos desarrollados por pequeños equipos? ¿Es una moda temporal, han venido para quedarse o es la nueva tendencia dentro de la industria de los videojuegos? En los párrafos que vienen, intentaremos dar una breve respuesta.

Decía Lipovetsky en una entrevista realizada al periódico El Mundo con razón de la publicación de su último libro:

“La estetización de la realidad”, que “el hombre no es sólo un productor y consumidor, es un creador que encuentra la felicidad en esa dimensión creativa. Cada vez más la gente común escribe, fotografía, hace teatro… y no lo hace por esnobismo, sino en busca de la felicidad que no encuentra en el supermercado.”

¿Y si hacen fotografías, teatros o blogs en internet como para cubrir la Luna con sus letras, por qué no videojuegos? Antes, hacer videojuegos era una locura, nadie podía permitírselo, especialmente cuando los presupuestos para estos se dispararon. En su origen, cuatro chavales podían realizar una obra maestra en el garaje de su casa, y si, estamos hablando de esa maravilla que es Doom, pero, ¿hacer un Call of Duty de última generación entre cuatro gatos en casa de tu madre? Estamos locos, eso es imposible, y solo posible para grandes compañías con aún más grandes presupuestos, pero, ¿y si volvemos a hacer otro Doom? ¿Qué sería necesario? Básica y actualmente, un ordenador y una conexión a internet, ambos, elementos que se están democratizando y universalizando en nuestra realidad.

Hogares con conexión a Internet

Hogares con PC

Ambas gráficas nos muestran una realidad, más de tres cuartos de la población española tienen en sus casas un ordenador y una conexión a Internet, y si esto es así en España, en los EE.UU, cuna de los juegos indies, la proporción es aún mayor, entonces ¿por qué no darle otro uso a los ordenadores e Internet que no sea ver porno? Debieron pensar muchos, y se lanzaron a realizar videojuegos. Pero cuidado ¿cómo vamos a realizar videojuegos si estamos pelados en cuanto a programación? No hay problema, existen programas, gratuitos o a muy bajo precio, que permiten suplir esta grave carencia, como por ejemplo RPG Maker o Adventure Game Studio, programas con los que se han realizado los aclamados To the Moon o Gemini Rue, por ejemplo.

Ya tenemos los ingredientes necesarios para hacer juegos indies, una población que ya no busca su realización personal en comprar y adquirir, sino ahora en crear, característica típica de nuestro mundo de ficción, nuestra sociedad ya no es adquisitiva, sino ficticia. Una democratización del ordenador personal y el acceso a Internet, además de las herramientas de creación de videojuegos y sin embargo nos queda un aspecto importante ¿cómo demonios hacemos que una persona, acostumbrado a miles de miles de píxeles, gráficos ultrarrealistas e insensible a las explosiones de vísceras más viscerales juegue a un videojuego realizado entre cuatro amigos donde cuatro píxeles forman la cabeza del personaje protagonista?

La respuesta a la pregunta anterior es un tema complejo, difícil y denso, pero podríamos explicarlo de una manera sencilla, los adultos son los nuevos niños. “El termino que la agencia de publicidad Saatchi & Saatchi emplea para calificar a los nuevos adultos progresivamente aniñados es AABKA, que corresponde a las iniciales de “Adults Are Becoming Kids Again” (Los adultos se están volviendo niños de nuevo)” nos cuenta Vicente Verdú (Blog, Twitter) en su libro “El estilo del mundo, la vida en el capitalismo de ficción” (Editorial Anagrama, 2003).

Los adultos cada vez juegan más, cada vez hay más gente subiendo fotos a Facebook donde aparecen jugando al pádel o a cualquier otro deporte que esté de moda, y que tontería ¿acaso no es el fútbol, un juego, el evento que detiene la vida de un país como el nuestro? Prueben, señores, a prohibir los partidos de fútbol, y vean, vean, como nuestra sociedad se convierte en una película de Mad Max. El jugador medio de juegos indies es una persona adulta de entre veinte y tantos y treinta años.

El jugador medio es aquella persona que disfrutó de los videojuegos clásicos, los nacidos a finales de los ochenta y la primera mitad de los años noventa, y esto lo saben los desarrolladores de juegos indies, que son los que jugaron también a estos juegos. Esta conexión generacional se percibe en otro momento y espacio de este mundo independiente, y es el de conseguir perras. La financiación de este tipo de juegos, viene, principalmente, de campañas de micromecenazgo. Son los propios usuarios los que aportan dinero para crear estos juegos, los viejóvenes, como dirían Sevilla y Reyes, somos los que hemos creado la demanda y con nuestro dinero, hemos creado también la oferta.

Póster de Cave Story

Póster de Cave Story, una de las referencias Indies

Así dispuestas las cosas, y a la pregunta que hemos planteado al comienzo del artículo ¿por qué hay tantos juegos indies? hemos contestado que se debe, principalmente, al cambio paradigmático de nuestra sociedad, donde de una sociedad basada en la producción y el consumo, hemos pasado a una sociedad basada en la creación cultural y la venta de estas creaciones como meros productos, además de la penetración masiva de las nuevas tecnologías y las redes en todas las capas de la población y una regresión a la infancia de los adultos. Todos estos elementos han hecho que la creación de videojuegos indies sea una cascada que nos lleva a la demencia si deseamos conocer y jugarlos todos y que parece no tener fin.

  1. Si bien en tu artículo de opinión das argumentos para explicar el auge de los juegos indies de los ultimos 7-8 años, me parece que te han faltado un par de parágrafos más para no caer en el reduccionismo – si bien posts como el tuyo se agradecen en cuanto que se leen en un pispás.

    Achacar el surgimiento de los juegos indies como consecuencia de la infantilización del sector de jugadores de videojuegos con mayor poder adquisitivo – aunque cada hogar es un micromundo, es lógico asumir que no dispone de tanto dinero un chaval adolescente que un adulto ya en edad de laburar-, creo que ante todo responden a una demanda -inconsciente, pero de la que ya no hay vuelta atrás ahora- por parte de muchos jugadores de experiencias más sinceras de juego.

    No quiero negar que el gran mercado, esos triples AAA que mueven las grandes cifras, no sean juegos honestos vistos por separado. Pero es su sistematizada presencia, su continuo repetir de patrones y esquemas de la formula anterior añadiendo algunas mejoras gráficas cada año, las que ya no pueden ocultar, a ojos del jugador, la mentalidad corporativa y el ánimo de lucro que impulsa la creación de estos juegos-franquicia.

    Como tal, y ante el horror que el jugador, por mucho que disfrute pegando tiros y haciendo chilenas, siente ante la idea de que «me estan vendiendo la misma mierda por la que ya he pagado varias veces y ya ni siquiera se molestan en engañarme», que nace ese deseo de hacer de la experiencia de juego, ese ratito que, tengas 16 o 46 años, arañas al reloj para evadirte de la monotonía diaria, sea algo que te satisfaga más, que te sorprenda, que te saque de tu zona de confort -esos botones ya desgastados, esos trucos que ya conoces de otras entregas- y, ante todo, que te recuerde que un videojuego es, ante todo, un juego que te planteas, no un peaje de autopista para enriquecer -aun mas- las arcas de esas distribuidoras que imponen sus juegos AAA para poder embaucar al máximo número de usuarios-default posibles.

    Por suerte, parece que ambas industrias -la del videojuego-martillo, que se impone a base de marketing salvaje y repetición de formulas ya amortizadas, y el videojuego-pincel, esas experiencias más personales, creadas por equipos donde prima la originalidad y la libertad antes que las corbatas y los asesores de marketing- pueden coexistir, puesto que los hábitos del homo ludicus en los que nos hemos convertido dan tiempo de ocio suficiente para probar ambos platos.

    Aunque de mi texto se deduce que no soy muy fan de las experiencias homogeneizadas que tanta pasta mueven, es de agradecer que, tras años en los que el reducto de indie, lo espontáneo, lo permeable, se veía acotado al PC, ahora los usuarios de plataformas cerradas también podamos acceder a ese maravilloso mundo de juegos donde, ante todo, podemos epatar con su naturaleza de producto especial, hecho con cariño y, si tenemos suerte, de pieza única e irrepetible cuya experiencia se nos quedará marcada para siempre.

    Joder, menudo rollo… Mil perdones si posteo este comment sin revisar xD Citando a Blaise Pascal, «He redactado esta misiva más extensa de lo usual en mi porque carezco de tiempo para hacerla más breve.»

  2. Por supuesto que habrían faltado algunos párrafos más, más de dos o tres, actualmente estoy intentando sacar un artículo académico sobre el tema y ya voy por las trece páginas, pero hay que adecuarse al formato de la página y de los textos que suelo escribir, entre 800 y 1000 palabras, más de esta extensión es difícil de leer.

    No solo achaco a la infantilización de la franja de edad adulta la explosión del fenómeno «indie», sino también a otros hechos como los que voy mencionando el texto, que son sobre todo cambios sociológicos, más que nada.

    Me encanta tu división de los videojuegos entre juegos-martillo y juegos-pincel 😀 en futuras entradas intentaré desarrollar ese tema más en profundidad, especialmente el tema de las marcas o el «branding» que mencionas sin mencionarlos, juegos que repiten mecánicas año tras año tras año. Además, para paliar esa extensión que achacabas al comienzo, llevo un mes apróximadamente tratando el tema de los videojuegos desde esta perspectiva, por si quieres echarle un vistazo.

    No te preocupes por la extensión del comentario, para mi es un orgullo comenzar debates o provocar reflexiones de ese tamaño en los comentarios, así que no te cortes. Y también yo soy un gran admirador de esos juegos pincel, como dices, de los últimos diez juegos a los que he jugado, seguramente ocho eran «indies», el noveno era Crusader Kings 2 y el décimo Europa Universalis IV 😀

    De nuevo, gracias por tu comentario.

    • Vaya, hasta ahora no he encontrado un momento para volver a entrar a AKB y leer tu respuesta, disculpa. Me pongo a ello ahora.

      Desde luego, poco conocía yo tu perfil docente e investigador cuando publiqué mi comentario… ¡en menudos jardines me he ido a meter! (^o^b)

      Me alegra leer que estás desarrollando un texto académico sobre estas cuestiones. Sin duda, más allá de promesas de next-gen que aún a día de hoy no pasan de medio hervor, el auge de los juegos indies, fuertemente ligado a la supremacía de Steam y otras plataformas de distribución como los Humble Bundles, es lo que más ha sacudido el panorama de la industria del entretenimiento digital.

      Me alegra que algunas de mis observaciones te hayan caído en gracia xD Desde luego, estaré encantado de leer todo cuando vayas posteando por aquí en AKB de ahora en adelante.

      Y realmente, nada que objetar sobre la longitud del post, Es perfecta para generar comentarios y abrir debate a frentes.

      Un placer charlar por aquí o en Twitter. Saludos.

  3. Muy interesante.

    Un par de comentasrios. No pienso que el hecho de que los adultos se estén volviendo niños, o dicierndolo de otro modo muchos hayamos crecido con este hobby, tenga más incidencia en el éxito de los indies que en los videojuegos en general.

    Por otra parte los indies logicamente siempre han estado presentes en Pc y desde luego hay un boom desde hace ya muchos años, pero solo quiero recordar una cosa que ha propiciado la creación de un sin fin de nuevos estudios y videojuegos, el IPhone. Su éxito y su facilidad para poder crear videojuegos y ponerlos al alcance de un mercado con millones de viejos y nuevos jugadores, creo que ha sido si no el mayor, uno de los mayores «culpables» del fenómeno indie que estamos viviendo.

    • Desde luego, sin Steam, la explosión de microjuegos y apps lúdicas para la telefonía smartphone, y en general la supremacia total y absoluta de la conexión perenne a internet de nuestras personas en cualquier ámbito y circunstancia de nuestra vida, unida a un deseo imperioso de evadirse inherente a todo ser humano -más aún en esta sociedad del espectáculo-consumo de la que no podemos huir-, pues hace que no pueda entenderse el fenómeno indie sin pasar por los teclados y ratones de esos silentes centinelas de la cultura, los ordenadores.

    • Totalmente de acuerdo, los teléfonos denominados inteligentes han venido a salvar el día, pero no diría dentro de los estudios independientes o los juegos «indies», sino mas bien en la democratización y la universalización del videojuego, ahora no es raro ir en el metro y ver a gente jugando a Candy Crush, sin embargo esa misma gente que juega a Candy Crush en el metro, generalmente señoras de mediana edad, no creo que vayan a jugar a Hotline Miami.

      Pero si creo que haber crecido con ese tipo de juegos ha ayudado al éxito de los juegos «indies». El género que más éxito ha tenido dentro de esta categoría es el de las plataformas, seguidas de las aventuras gráficas, curiosamente los géneros de mayor éxito durante la primera mitad de los años noventa y segunda de los años ochenta, años que vieron la infancia de la media de jugadores indies, de más de 24 años en general, este hecho no puede ser casual.

      Además, los juegos «indies» a los que nos estamos refiriendo no se lanzan para telefonía o tabletas hasta que se han probado en ordenadores, como tampoco para consolas, es más el abaratamiento de las plataformas de distribución en línea y los motores de desarrollo los que han permitido esa explosión junto a otro movimiento muy interesante, el de contraposición al modelo establecido. Frente a un título que ha costado cientos de millones de dolares y su núcleo de atracción es su apariencia opongo un título de un presupuesto muy reducido cuyo núcleo de atracción sea la jugabilidad, una jugabilidad que se opone al sistema actual y recuerda a los juegos clásicos, ahí, creo, que también hay un puntal en la atracción y la explosión de los juegos «indies».

      Como siempre, gracias por pasarte, leer y comentar 😀

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