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Atelier Escha & Logy, Análisis para Playstation 3

Alchemists of the Dusk Sky

Los fans de la saga Atelier y de los JRPG están de enhorabuena. Gust ha lanzado en occidente de la mano de Tecmo Koei la decimoquinta entrega de la franquicia que nos presenta a dos nuevos protagonistas: Escha y Logy.

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Atelier Escha & Logy para PS3 llega reivindicando el espíritu de la franquicia y de todos esos elementos que lo hacen única, no sin sorprendernos con algunas novedades. El juego nos sitúa en el mismo universo donde ocurrieron las aventuras de Ayesha y lo hace de la mano de dos protagonistas que aportan : Por un lado tenemos a la joven Escha Miller que aprendió la alquimia que le enseñó su madre en el pueblo, versada en los métodos más clásicos de esta disciplina y que viene a representar al cliché de chica extremamente positiva e inocente. Por otro lado tenemos al misterioso Logix “Logy” Ficsario, un alquimista entrenado en las técnicas más modernas que llega las regiones fronterizas tras un misterioso accidente en su laboratorio de la capital y que busca ser un personaje algo más redondo para aquellos jugadores que nunca hayan conectado con el estereotipo femenino recurrente en la saga.

Al empezar la partida deberemos elegir a uno de los dos para que lleve la batuta de la trama y esto acabará influenciando en algunos eventos, misiones exclusivas y finales. Sin embargo, la línea argumental es la misma y me habría gustado que la elección del protagonista tuviese mucho más peso en el desarrollo de la historia. Al final, en ambos casos acabaremos formando el equipo de alquimistas del ministerio y deberemos ir superando una serie de misiones que se nos presentaran periódicamente y que incluyen la creación de objetos específicos, la exploración de ciertas zonas o la eliminación de monstruos.

Por otro lado, parece que en Gust tratan de esforzarse en construir cada vez mejores historias y dotarlas de una mayor profundidad e incorporar matices que las hagan más interesantes pero creo que siguen quedándose cortos con una trama que acaba siendo una mera excusa para hacer avanzar los acontecimientos. Es un juego pensado para cautivar al público nipón y el usuario debe entender esa peculiar idiosincrasia a la hora de hacer frente a unos personajes muy estereotipados y a una cantidad ingente de diálogos que se mueven entre lo inocente y lo absurdo.

Pero, al final, aquellos que disfrutamos de la saga Atelier no lo solemos hacer por sus argumentos sino por la integración entre el sistema de creación de objetos y los combates por turnos que les dan ese toque singular. Por un lado, el sistema de creación de objetos sigue la estela de sus predecesores aunque, esta vez, vendrá dividido en dos partes: Escha se dedicará a crear ítems en el caldero y Logy forjará las armas y armaduras. Más allá de la anécdota, es una modificación que acaba teniendo poco impacto en la jugabilidad.

El combate, en cambio, si trae novedades que aportan cierta profundidad táctica: El plantel de combatientes se amplía hasta 6 personajes. El sistema está montado de forma que tendremos a 3 personajes en primera línea y deberemos irlos intercambiando de forma inteligente para potenciar combos ofensivos o evitar daños en aquellos compañeros que consideremos más importantes. Además, es un sistema que paulatinamente gana en profundidad a medida que vayamos aprendiendo habilidades y mejoremos las sinergias.

A pesar de los avances en el combate, Atelier Escha & Logydecepcionará a aquellos jugadores que estén buscando un auténtico reto. Las misiones cuatrimestrales son triviales y nos sobrará mucho tiempo para ejecutarlas y los enemigos que aparecen en las distintas zonas no nos presentarán problemas. La único reto lo encontramos mediante una función especial que nos permite invocar mini-boses contra quienes luchar y que da la opción de traer a alguno con mucho más nivel que el de nuestro equipo.

A nivel gráfico, se pone de relieve que los esfuerzos están muy focalizados en el diseño de los personajes y enemigos que gozan de una gran calidad de detalle. Esto contrasta con unos entornos excesivamente simples, en ocasiones vacíos, carentes de vida y animación y muy pequeños, lo que nos obliga a realizar constantes transiciones de zona. Además, hay algunos pequeños problemas a nivel de animación sobre todo en los andares de Logy y sigue padeciendo el lastre que representa tener cámara fija.

A nivel sonoro, merece la pena pararse a escuchar algunas de las melodías que se han compuesto para este juego. El Gust Sound Team ha hecho un gran trabajo con la banda sonora cuyos máximos exponentes son la canción del opening, Milk Iro no Touge, que combina una disciplina rítmica casi marcial con una línea melódica preciosa cuya ejecución vocal es correcta y una preciosa sonata corta para piano que embellece el menú inicial. Como ya viene siendo típico en este tipo de juegos, nos llega sin traducción en español y deberemos jugarlo o en japonés o en inglés.

Si algo hay que reconocerle a Gust y a la saga Atelier es que han sido capaces de crearse una identidad propia y saben desenvolverse bien en la gama de productos de medio presupuesto. Como buena entrega de la saga, Alchemists of the Dusk Sky, es fiel a ese espíritu y de buen seguro logrará satisfacer a los fans de esta franquicia. Se ha hecho un gran trabajo para dotar de mayor profundidad estratégica a los combates y siguen siendo fieles a las virtudes de su sistema de creación de objetos.

Sin embargo, aún les queda un gran recorrido en muchos niveles para lograr atraer a un público más amplio. El motor gráfico de Atelier Escha & Logy, aunque nuevo, es incapaz de llevar al título a unos estándares aceptables y si bien tenemos el espejismo de una trama compleja, bajo la fachada tenemos la misma historia simple y básica de siempre. [70]

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