Desde hace muy buen tiempo tenía en mi lista de pendientes un libro llamado Blood, sweat and pixels. Hace unos días lo taché de mi lista, pero muchos de los secretos que contiene nunca van a salir de mi mente. Jason Schreier nos lleva en un recorrido muy interesante para conocer el detrás de cámaras de muchos juegos bastante populares.
No es soplar y hacer botellas
El mensaje más importante que deja Blood, Sweat and Pixels es que el desarrollo de videojuegos no es fácil. No importa si te llamas Blizzard, Naughty Dog u Obsidian Entertainment. La experiencia obviamente es una ventaja, pero los problemas son pan de cada día y eso lleva a retrasos, reajustes e incluso cancelaciones.
Lo que más me deslumbró a mi fue la manera como el autor presenta estas historias. Comenzando con las ideas que llevaron al juego, esos primeros pasos para hacerlo divertido o como conseguir el dinero para siquiera comenzar. Después viene el nudo, esos problemas comunes, de diseño, artísticos, cronograma, herramientas y demás. Por último tenemos el final, casi siempre feliz, y gratificante de poder conocer algunos de los secretos de esta industria.
Momentos importantes
Blood, Sweat and Pixels cuenta momentos muy importantes detrás del desarrollo de varios juegos. Me sorprendió como los directores de The Last of Us pasaron de inmediato a trabajar en Uncharted 4 o como los encargados de la versión para consolas de Diablo 3 fueron los responsables de levantar un título plagado de problemas y con bastantes críticas negativas.
Otro par de historias que me gustaron mucho fueron las relacionadas Shovel Knight y Stardew Valley, juegos creados por estudios independientes y donde la pasión de estas personas fue la responsable de que estos títulos vieran la luz, porque no hay otra forma de describir la manera como ellos superaron cualquier cantidad de obstáculos para alcanzar su meta.
El tema del momento, el crunch
Vaya si se ha dicho mucho del crunch en los últimos meses y si de algo se habla en Blood, Sweat and Pixels es precisamente de eso. No estoy a favor de que suceda, pero es común en la industria y muchas veces se ven en momentos puntuales del desarrollo, como una presentación para el E3 o cuando el cronograma comienza a apretar.
Absolutamente todos los juegos que se nombran en el libro tuvieron su cuota de crunch, es más, Stardew Valley, que fue desarrollado por una sola persona, fue un esfuerzo de 5 años trabajando todos los días y no se ve a nadie haciendo boicot o quejándose del tema. Si estoy de acuerdo que debe cambiar, pero muchas veces lo quieren hacer ver como algo que nunca había pasado o que se debe hacer escándalo si sucede en grandes juegos.
Qué bonito es conocer
Siempre he tenido una fascinación por conocer tras bambalinas de los temas que me gustan y eso fue lo que más me gustó de Blood, Sweat and Pixels, poder recorrer parte de ese camino y conocer muchos de los secretos que se esconden en el proceso de desarrollo, sin importar el presupuesto o el estudio a cargo del mismo.
Los nombres que encontramos en este libro no van a dejar indiferente a nadie y lo recomiendo mucho para los seguidores de los videojuegos en general o para aquellos que quieran conocer los detalles detrás de su título favorito.