Vamos a hablar de un juego que ha levantado mucha expectación casi desde su anuncio, primero por una fusión de géneros muy poco habitual, y después por un lavado de cara que dejó con la boca abierta a todo el mundo. Este juego es Borderlands, y hace un par de semanas lo probamos en las oficinas de 2K Games en Las Rozas.
Y como acabamos de decir, el aspecto gráfico es lo que primero llama la atención en este titulo. Usando la técnica cell-shading, nos muestra su mundo y sus personajes casi como los elementos de un cómic impreso, con mucho colorido y un borde bien marcado típico del papel. Por supuesto, todo ésto lo mueve con absoluta fluidez y a gran tamaño, casi sin ningún tipo de problema incluso en la versión preview a la que jugamos.
El modo de juego es cooperativo para hasta cuatro jugadores -y también cuatro personajes distintos- on-line, o dos off-line, con una curiosa manera para poder enfrentarnos unos jugadores a otros: Golpearnos cuerpo a cuerpo ambos. Es decir, si yo te pego a ti, aunque sea sin querer, con mi cuchillo, y tú, por algún motivo, me devuelves un puñetazo, entraremos en modo duelo. Una barrera nos rodeará para que nada nos moleste, y podremos matarnos el uno al otro. Eso sí: Si luego caemos luchando contra los enemigos podremos atacar desde el suelo, mientras esperamos a que algún compañero se apiade de nosotros y nos revitalice al más puro estilo Gears of War.
El resto del tiempo deberemos enfrentarnos a multitud de enemigos distintos, no solo en apariencia, sino en poder y habilidades. Y he aquí uno de los puntos fuertes del juego: El componente de Rol. Nuestro personaje, así como los enemigos, mejoran sus características y habilidades en base a un típico sistema de puntos de experiencia, como en los RPG. No en vano los creadores lo han definido como un RPS, Role Playing Shooter.
Otro de los aciertos del juego – y que más variedad le aporta – es la creación automática de armas. Aparte de unas básicas predefinidas, el juego generará en cada partida armas nuevas, tanto en diseño como en funciones, por lo que con el tiempo podremos conseguir verdaderas maquinas de matar exclusivas. Lamentablemente, no podemos influir sobre las creaciones.
Quizá la peor parte se la lleva la interfaz de los menús, que por lo que pudimos comprobar es muy engorrosa y dificulta el realizar los cambios necesarios durante la partida. Esperamos que ésto sea arreglado en la versión definitiva, ya que rápidamente se aprecia que no es el mejor sistema posible.
Poco más hay que decir. A falta de poder profundizar más en su historia y jugabilidad, creo que Borderlands ofrece altas dosis de acción en un envoltorio y con una mecánica poco común, que lo hacen, como mínimo, merecedor del calificativo de recomendable.
Finalizo dando las gracias a 2K Games por habernos tratado como personalidades para ir a probar su juego, una experiencia que no se vive todos los días.