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Bulletstorm Duke of Switch Edition. Balas y Diversión

El shooter y más concretamente el First Person Shooter es un género que vivió un auge importante durante la pasada generación de consolas.

No obstante, no fueron demasiados los títulos que se inspiraron en la idea primigenia de los juegos de disparos, que no es otra que la de arrasar con tus enemigos sin ninguna otra pretensión que la de divertirnos durante el proceso.

Bulletstorm representa perfectamente este enfoque que sigue muy vigente y es del gusto todavía de muchos aficionados. Nos llega ahora Duke of Switch Edition para la híbrida de Nintendo, con todas las novedades que ya incluyó la Full Clip Edition.

Tiros y más tiros

El título que reza en la portada del juego hace perfectamente honor a la filosofía que encontraremos en la pantalla cuando nos pongamos a los mandos. Bulletstorm no pretende ser otra cosa que un producto que divierta con una dosis enorme de situaciones de acción que se resolverán casi siempre a tiros. No es sencillo intentar divertir al jugador con la casi única baza de destrozar a tus enemigos uno tras otro hasta dejar los escenarios como un solar. Y no lo es porque el juego nos llevará unas 10 horas a través de encuentros cargados de adrenalina en el que el guión, la narrativa y cualquier otro elemento fuera de los combates saben y se sienten como algo muy secundario.

A lo largo de la aventura nos haremos con un arsenal de armas no muy numeroso pero que compensa con creces esta poca variedad con una enorme diferenciación entre cada una de ellas. Todas se juegan de formas muy distintas y en función de los enemigos a los que nos enfrentemos, de la distancia de los mismos y del escenario más abierto o más cerrado en el que estemos, serán más o menos adecuadas. En cualquier caso, resultan tremendamente divertidas y el juego te incita al uso de todas ellas.

Tenemos la opción de perseguir una especie de «logros» que nos proporcionarán puntos extra y que desbloquearán mejoras para cada arma que en muchas ocasiones, suponen un buen subidón en la efectividad de ellas. Estos logros se alcanzan -como no podría ser de otro modo- acabando con los enemigos de diferentes formas a cada cual más pintoresca. Otro factor más a añadir al aire gamberro y canalla que gasta el juego.

Lluvia de balas, sí, pero también de patadas y latigazos.

He aquí el elemento diferenciador de Bulletstorm con respecto a otros juegos de un corte parecido. No nos vamos a limitar a freír a tiros a todo bicho viviente que nos salga al paso porque los precipicios, las paredes y plantas con pinchos, los cables eléctricos e incluso unas adorables plantas carnívoras van a ser nuestros aliados durante todo el juego. Están ahí para que pateemos el culo constantemente a quienes osen cercarnos para «darnos los buenos días» de forma un tanto contundente. Son un elemento muy importante para sumar puntos en las refriegas y para ahorrar balas, además de ser en numerosas ocasiones un medio mucho más efectivo de «limpiar» el escenario.

Es gratificante hasta niveles indescriptibles hacer volar por los aires hasta alcanzar un precipicio a ese enemigo a melé que se nos acerca, mientras pateamos a otro hacia los pinchos de nuestra derecha y nos deslizamos rapidísimo hacia el último situado tras una cobertura para golpearle con un barrido y rematarle con nuestra escopeta. Hay un valor añadido ineludible en el arte de acabar con todo lo que se mueve en los juegos que encontraron su época dorada hace décadas y que vuelven a estar en boca de todos con títulos tan recientes como DOOM.

En Bulletstorm encontramos frenetismo, movilidad mediante nuestra carrera con barrido y variedad que otorga la mezcla del uso de armas, con nuestras patadas y el uso del látigo. Este, además de para atraer enemigos tras coberturas, nos servirá para mover determinadas partes del escenario y abrirnos paso por él.

Bienvenido, viejo amigo.

Qué gustazo -porque no puedo definirlo de otro modo- es jugar la campaña con Duke. Sobre todo para quienes hemos crecido de la mano de este fornido y «bienhablado» personaje que forma parte de la iconografía más reconocible del mundo de los videojuegos. Voy a recomendar desde ya comenzar el juego seleccionando a este personaje como el protagonista y lo voy a hacer porque el valor añadido está clarísimo para los nostálgicos, pero también para cualquiera que no haya crecido con él.

El humor es una pieza clave en el desarrollo del título y jugar con Duke suma en este aspecto de forma notable. Lejos de querer «calzar» el personaje de cualquier modo, el juego se ríe de sí mismo constantemente ya que los demás se referirán a este Grayson, por mucho que este les insista en que él se llama Duke y que tienen un problema para recordar los nombres. Estoy convencido de que cualquiera que lo juegue de esta forma, no podrá evitar sacar alguna que otra sonrisa con las conversaciones que se derivan de este hecho.

¿Qué tal va en la consola de Nintendo?

Y como no todo pueden ser flores en la vida, es hora de mostrar las macetas.Esto es un port para Switch cuyo valor reside de modo indudable en poder jugar un titulo como este en el modo portátil. Hay mejores opciones para jugar (o rejugar) Bulletstorm en plataformas de nueva generación. Ya sea por la mayor resolución alcanzada o por la mejor y más estable tasa de frames.

Aunque en modo dock el juego aguanta mucho mejor el tipo y parece que se mueve de forma más estable, sobre todo en momentos de gran estrés en zonas grandes y abiertas, repetimos que el valor de Bulletstorm en Switch está en jugarlo de forma portátil. Y es aquí donde tenemos algunos puntos negros. Aunque el juego se mueve de forma fluida en gran parte, es bien cierto que en muchos momentos se siente demasiado justo en fluidez. No es un problema de grandes bajones -que alguno también hay-, es más bien la sensación de que los 30 fps no se alcanzan con la asiduidad debida. Esto, en un juego tan frenético, termina pasando cierta factura a la sensación final.

¿Supone un lastre lo suficientemente grande para desestimar esta versión? En absoluto. Un rotundo no. Pero sin la espectacularidad gráfica alcanzada en otras plataformas y sin la estabilidad necesaria, queda recomendado para quienes como yo nunca pudieron jugar al original y prefieren jugar a casi todo lo que pueden en portátil por un motivo u otro.

Es cierto que a pesar de ser un juego de la pasada generación, la renovación gráfica de la que hace gala muestra unos escenarios coloridos y en general lucen de forma bastante espectacular en las pulgadas de nuestra Switch. Es realmente muy llamativo lo que logra el Unreal Engine y la vistosidad que se puede apreciar en las imágenes que acompañan este análisis dan buena fe de ello -todas ellas extraídas del modo portátil-. Pero también es cierto que aunque la nitidez del juego está muy lograda, nos pesa que no se juegue de forma más fluida.

Por pedir -que no es cuestión de pedirle peras al olmo porque ya es algo que se está viendo en varios shooters de la consola- se hubiera agradecido el apuntado por giroscopio que haría mucho más prescindible el autoaim tan típico en consolas cuando hablamos del género. Es cierto que en otros casos se ha añadido con posterioridad esta opción pero a día de hoy, no existe.

Conclusiones.

Bulletstorm es una opción muy buena dentro del catálogo de Switch para los amantes del género que no hayan disfrutado con anterioridad del juego, ofreciendo una propuesta honesta y sincera desde el principio hasta el final de la aventura de Grayson -o de Duke-.Ver volar por los aires, con un acertadísimo «tiempo bala» que se aplica al enemigo que pateas o atraes con el látigo, mientras desencadenas un infierno de balas sobre los que todavía siguen en pie supone volver a la fórmula de antes, que gusta tanto de nuevo y que espero, siga gustando siempre. [78]

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