Muchas veces cometemos el error de mirar los juegos desde un punto de vista frío y calculado, perdiéndonos en extensas e interminables discusiones sobre los sistemas de combate, gráficos y otros detalles que en el fondo pueden carecer de importancia si tenemos en cuenta lo que habitualmente se nos pasa por alto: las sensaciones. Skyrim no es el juego perfecto ni mucho menos, numerosos bugs han aparecido sobre todo en las consolas, bugs que los usuarios de PC hemos sufrido en menor medida. Si tenemos en cuenta todos estos fallos y algunos detalles a nivel técnico ¿de verdad merece Skyrim ser el juego del año? Mi respuesta es tan fuerte y contundente como los gritos de poder de Dovakhym: SI.
Skyrim ha conseguido transmitirme sensaciones que hacia tiempo que no lograba contagiarme ningún videojuego. La belleza de sus paisajes, la aplastante libertad, la posibilidad de hacer casi cualquier cosa que se te pase por la cabeza, los combates memorables…. En uno de los primeros combates gordos que tuve en estas heladas tierras, un escalofrío recorrió mi espalda cuando mi putrefacto enemigo gritaba unas extrañas palabras, acto seguido y sin ser yo muy consciente de lo que hacía e inspirado por la sublime y mágica banda sonora del juego, me sorprendí a mi mismo contestándole a grito pelado, como si en verdad estuviera delante de mí y fuera a ser victima de mis dos espadas.
Esa sensación de estar dentro de Skyrim, ese escalofrío, ese ansía de querer más y más son muy difíciles de encontrar hoy en día en un videojuego.
Gracias a todo lo dicho anteriormente, gracias a ese feeling que ofrece el juego de Bethesda, creo que se merece estar entre los candidatos a juego del año en esta santa casa. ¿Y tú por cual apuestas?
Lo mejor
– Su libertad
– La banda sonora
– Nivel artístico memorable
Lo peor
– En algunos aspectos se queda atrás gráficamente
– Los bugs en consolas
Skyrim es el GOTY.
Todo lo demás es tonteridarl.