Han pasado más de 10 años desde el lanzamiento de uno de los primeros títulos que fueron capaces de vender PS2 como churros, y que fue culpable de convertir en un género mítico el JRPG. En este tiempo, Final Fantasy ha pasado por diferentes altibajos, después de la fusión entre, las tiempo atrás rivales, Square y Enix.
Resulta muy especial poder volver a una entrega, un verdadero clásico, que por muchos es considerada como la última con las señas de identidad propias de Final Fantasy, el cierre a una época dorada. En esa época, solo con cualquier anuncio que incluyera las palabras Final Fantasy, el mundo de los videojuegos se estremecía. Y lo mejor es que todo lo sublime que tenía este juego sigue estando ahí, los personajes, el tablero de esferas, las invocaciones y, por supuesto, una gran historia. Muchos de vosotros tendréis grabadas en la memoria más de una CG de las que hacía gala el juego.
Recordemos que las adaptaciones europeas de FFX y FFX-2 fueron muy deficientes. Para realizar esta remasterización en HD se han usado las versiones internacionales, con elementos que en algunos mercados todavía no habían visto.
En el Final Fantasy X europeo ya se habían añadido nuevos jefes (Eones oscuros) y algunos cambios respecto a Japón (donde fue lanzado de nuevo), como el tablero de esferas avanzado. La única diferencia está en Eternal Calm, una cinemática de unos 15 minutos que conecta el final de X con X-2. Está disponible en el menú inicial, así que no es necesario completar el juego para poder disfrutarla. El sistema de evolución de habilidades de personajes, el Tablero de Esferas, permitía una libertad de desarrollo tal que podíamos convertir a personajes como Yuna, más experta en magia, en una experta en ataques físicos, y a otros como Auron, de espadachín a sanador.
Casi todo el juego es bastante lineal y sólo llegando al final tenemos la posibilidad de volver a lugares anteriores para realizar las tareas secundarias, como buscar componentes para desbloquear armas definitivas, subir de nivel por encima de lo normal o enfrentarnos a durísimos enemigos ocultos. No hay que olvidarse tampoco del entretenido Blitzball. Estos elementos hicieron en su dia que, aún siendo lineal, Final Fantasy X haya disimulado en el tiempo mucho mejor sus leves carencias que, por ejemplo, Final Fantasy XIII.
Su sistema de combate sigue siendo tan bueno como antes, tres personajes en pantalla, con posibilidad de llamar a otros tres, roles bien diferenciados, el tablero de esferas (hoy en día inspiración para otros juegos), invocaciones y espectaculares ataques finales. Al tocarnos un turno, automáticamente se detienen el resto de acciones, por lo que podemos centrarnos más en la planificación de una estrategia adecuado y no tanto en nuestros reflejos. Como posibles pegas, los tiempos de carga no se han mejorado demasiado y la sincronización labial no esta demasiado afinada.
Final Fantasy X-2 cambió el tono y las protagonistas (Yuna, Rikku y la incorporación de Paine). Aparecieron las vestisferas, una interpretación de los diferentes cambios de rol mediante nuevos atuendos. Este Sistema de Vestisferas equivale al de Profesiones de los FF clásicos. El sistema de batalla es igual de satisfactorio y ágil, aunque esta estética de pop idol parece que no gustó demasiado a algunos fans. Seguro que alguno de estos fans es ahora seguidor incondicional de idols como Perfume o Miku.
Final Fantasy X-2 también se basa en la versión más completa, en este caso International + Last Mission, con cambios en gráficos, velocidad, diálogos, dos nuevas Vestiferas, un creador de criaturas, más de 150 personajes para usar en combate y Last Mission, una nueva misión (originalmente tras el final del juego) en el que nos presenta una torre con 80 pisos en la que encontramos jefes y pistas de lo sucedido a personajes que encontramos en la historia. Al igual que Eternal Calm, podemos jugarlo desde el menú principal sin acabar el juego.
En general, un buen trabajo en restaurar muchas de las texturas de personajes y fondos, el cambio de modelados. El paso a HD nos permite ver muchos detalles de vegetación que en la vetusta PS2 no lucían y se ha ganado cierta fluidez. Si todavía no has dado el salto a la nueva generación, no pierdas la ocasión de poder hacerte con Final Fantasy X/X-2 HD Remaster, uno de los mejores JRPG de la Historia.