Icono del sitio Akihabara Blues

Carta desde Granada Gaming

Ayer volví de Granada Gaming, el evento en el que mi querida AKB fue elegida como medio oficial. 5 largas horas de autobús dan para mucho, y entre partida y partida a la 3DS, pensé en todo lo que había supuesto; no solo la feria en sí, sino el tiempo que llevo en esta web.


Muchos sabréis que Kristian y Jentrena dieron una conferencia sobre AKB. A priori, viniendo de un medio periodístico, podrías pensar que vas a asistir a una propaganda sobre las bondades y las miles de visitas que se consiguen al día. Nada más lejos de la realidad. Fueron 50 minutos llenos de bromas, anécdotas y, sobre todo, muchas palabras de agradecimiento y orgullo por encima de ingresos, SEO y demás parafernalia. 50 minutos que a servidora le tocaron el corazoncito, y que, junto a todo lo vivido en Granada Gaming, le dieron ganas de escribir estas líneas.

¿Cómo llegué a AKB? Sinceramente, no lo recuerdo bien. Creo que, hace unos años, llegó a mi timeline un tuit en el que anunciaban que buscaban colaboradores. La escritura siempre ha sido una de mis pasiones, así que decidí lanzarme de cabeza y no solo publicaron mi primer artículo, «Fanboys, haters y otras criaturas«, sino que me acogieron con los brazos abiertos en la redacción, como si llevase toda la vida escribiendo para ellos. Con ellos.

El mundo de la prensa del videojuego es escabroso. No hace falta ser periodista, ni siquiera redactor amateur, para saber cómo está el patio. La de Doritos y maletines que circulan. La cantidad de «esto no puede llevar esa nota» que se oyen a diario por parte de los analistas. Yo, por supuesto, era consciente de todo eso, y antes de meterme en el terreno de los análisis, quise tantearlo. No quería meter la pata, pero tampoco quería mentir a nadie. La respuesta de Kristian fue sencilla: «Ponle la nota que consideres y di lo que quieras decir. Mientras sea desde el respeto, no hay ningún problema».

Nuestros Doritos

No solo tuve conflictos interiores en el tema de los números; también en el de los embargos y las visitas. Recuerdo la presentación de cierto RPG muy, muy esperado para la portátil de Nintendo, a la que asistí con el hype por las nubes. Los análisis podían publicarse a la semana siguiente, y el juego salía 5 días después. Era un lanzamiento muy querido por la comunidad, donde probablemente los primeros medios en publicar sus valoraciones iban a recibir muchas visitas, pero yo, por mis circunstancias personales, mis obligaciones y demás, solo podía sacar unas horas al día para jugar. Y aunque llegó la fecha del embargo habiéndole dedicado más de 20 horas, volví a dirigirme a Kristian, y le dije que no creía que mi análisis fuese a ser «objetivo» con la cantidad de juego que me quedaba por explorar, pero que el embargo terminaba al día siguiente.

«Tranquila, Nao. Tómate tu tiempo».

Y así fue. Nuestro análisis salió una semana más tarde, probablemente no tuvo ni la décima parte de visibilidad que hubiese tenido si hubiese sido publicado el primer día que se podía, pero pasó algo. A las pocas semanas del lanzamiento, la gente acudió a comentar que por fin encontraban un análisis que se ajustaba a la realidad. Que hablaba de bondades y defectos. Que reflejaba que el analista no había jugado lo justo para poder lanzar el análisis a tiempo. Ahí me sentí muy orgullosa. No solo de mí, sino de Kristian, de todo AKB. De todos nosotros.

«¿Cuánto te pagan por escribir en Akihabarablues?» es una pregunta que me han hecho frecuentemente. La gente se extraña cuando digo que no cobro nada. «¿Y por qué sigues escribiendo?». La respuesta es obvia: porque me gusta escribir. Porque me parece increíble la idea que transmitió Kristian durante la charla: AKB es un micrófono abierto a lo que la gente tenga que decir. Tener un medio, por grande o pequeño que sea, a mi disposición, para que yo pueda compartir con los lectores lo que pienso sobre una de mis grandes pasiones, es una auténtica pasada. Y poder hacer todo esto sin que nadie me coarte es algo que no se puede pagar con dinero. Que no quiero sustituir por dinero si alguna vez llegase la oportunidad. Y aquí es donde la mayoría de la gente me dice que soy tonta. Y oye, me encanta ser tonta, porque he encontrado un grupo de tontos que no se puede describir con palabras.

Y aquí es donde llego a lo que hace más maravilloso AKB, y al meollo del asunto tras soltar mi habitual chapa kilométrica: la gente. Granada Gaming iba a suponer ponerle cara a todas esas personas con las que llevo años cruzando mails, algo que no siempre sale bien. Internet es un mundo paralelo, y muchas veces la gente no es como nos esperamos. Nada más llegar, me crucé con Kristian. «¡Joder, Nao! ¡No te conocía con el pelo suelto!» Un abrazo y un beso, como si llevásemos años tomando cañas los findes. Una palmada en la espalda a Norritt, y a bromear como si en vez de habernos visto anteriormente solo una vez, hubiesen sido 100. Y así, con todos los miembros, tanto los conocidos, como los desconocidos. Como si fuésemos colegas de toda la vida.

Y al despedirnos, más de lo mismo. Un «Me ha encantado haberte conocido», un whatsapp deseando lo mejor… Y un «Gracias por ser parte de AKB» que me llegaron dentro. Porque, a pesar de que ni de lejos soy el miembro más activo, a pesar de que muchas veces, por falta de tiempo o por puro cansancio, no me dedico todo lo que podría a la web, este sábado en Granada Gaming me he sentido importante. He sentido que soy un miembro imprescindible de esta pequeña familia que somos. Me he sentido parte de este proyecto y tremendamente orgullosa de colaborar en él, al margen de sueldos y visitas recibidas. Al margen del prestigio que podamos tener. Gracias, Kristian, Norrit, Ray, Juantxi, Jentrena, Eugenia, Tenzin, Samu, Cristobal, Iván, Marco y a todos los que me dejo por el camino. Gracias a ti, que lees mis tonterías y aguantas mis análisis kilométricos, y no solo eso, sino que entras a comentar. Sois muy, muy grandes. Somos muy grandes.

Y con esto se va por el retrete mi imagen de chica dura. Estaréis contentos.Pero es que, os hacéis querer. AKB se hace querer.

Gracias.

Salir de la versión móvil