Que Ubisoft, siempre polémico en sus juegos, deje de lado su gusto por alargar sagas o sacar remasterizaciones para crear una IP de la nada, meterle un apartado visual rompedor, un sistema de juego simple y crear un cóctel de esos que se toman degustando todos sus matices y disfrutando del regusto que deja, cuesta, pero se agradece y mucho.
Hablamos de Child of Light, un juego sacado de la mente de Ubisoft que tiene aquello que hace enamorar a muchos: chispa visual. Una chispa que funciona, que encaja bien y que al mismo tiempo no deja de lado otros apartados importantes como la jugabilidad .
Si no has oído hablar de Child of Light o no lo has jugado aún, querido lector, detente en este punto, es serio, no es broma, ni un recurso literario, ni ganas de crearte hype. Te digo esto porque me encantaría que disfrutaras, como yo lo he hecho, de la sensación de sorpresa tras sorpresa que depara este título. No sabia nada del juego, ni había visto gameplays y, sinceramente, me alegro de ello, porque me ha permitido disfrutarlo como nunca.
Si aun así, crees que podrás disfrutarlo igual, sigue bajo tu riesgo, prometo intentar no desvelarte nada relevante de este juego.
Tras un precioso vídeo, a modo de introducción, tomaremos control de Aurora, una princesa que despierta en un mundo de fantasía y extrañas criaturas, tras morir durante la noche anterior a este despertar. Nuestra misión es sencilla, volver al lado de nuestro padre, el duque de Austria, al que hemos dejado en el mundo terrenal.
Aquí, y así, empieza Child of Light, un título que a todos los amantes de los juegos preciosistas no les puede faltar. Tanto los personajes como los escenarios están dibujados a mano y eso, amigos, se nota. El juego hace gala del motor que usa tan bien Rayman Legends, con lo que aseguramos estabilidad y fluidez. Todo el juego está escrito en verso, así que cada texto de la historia es, en si mismo, una poesía que informa y deleita la mente.
Durante nuestra aventura encontraremos personajes que podrán unirse a nuestro grupo para ayudarnos en el viaje de retorno. Uno de los primeros personajes que nos encontramos es una una especie de hada-luciérnaga que nos acompañara a lo largo de la aventura y que tiene diferentes acciones. Este personaje se controla, a la vez que Aurora, a través del segundo stick del mando o en el caso de la versión de Wii U también por la pantalla táctil. Si bien controlar los 2 personajes es algo complicado, ayuda a planear estrategias, a la par que resolver puzzles.
Aunque los primeros minutos en Child of Light tengáis la sensación que estáis delante de otro plataformas bonito, en cuanto recojamos nuestra espada y encontremos a nuestro primer aliado veréis como delante de vuestros ojos esta perspectiva cambia con el primero de los combates. Los combates son por turnos, al más puro estilo clásico o Final Fantasy, para entendernos: barras de tiempo hasta llegar a la acción que hemos indicado. Aquí ya empiezan las sorpresas pues el hada, tiene funciones a tiempo real en un combate por turnos. ¿Como? con una mecánica sencilla, si la ponemos encima nuestro y le obligamos a iluminar, nos cura, si es encima del enemigo, ralentizará su barra de tiempo, pudiendo hacer 2 o 3 ataques antes que le llegue para hacer la acción.
El sistema de subida de niveles de Child of Light vuelve al clásico árbol de evoluciones, en el cual además de elegir nosotros que magias, habilidades y mejoras activamos, tenemos un apartado de alquimia a través de los oculis, piedras que vamos encontrado en el juego y con las que podemos ir reforzando o evolucionando aspectos de nuestros personajes, magias, etc.
Tal vez la perdida de puntos se la lleva la longitud de Child of Light: 12h o el control de 2 personajes a la vez en ciertos momentos, pero creo que algo menos de 20 euros que vale la propia edición coleccionista es algo a tener muy en cuenta.
Decir algo de lo visualmente precioso que es o de lo impresionante de la música queda menospreciado al lado de la realidad del propio juego, para ello os dejo el trailer y podais degustar un poco su música y gameplay, que solo verlo me pone los pelos de punta.
Sinceramente, cómpratelo, ya tardas, si eres amante de cosas como Journey, El Shaddai, Rain, Flower y demás espectáculos visuales hechos videojuegos, no puedes dejar pasar a Child of Light; y, en un exceso, me tomo la libertad, al igual que en el juego, de decírtelo en verso:
Si gamer de buen gusto te consideras
este juego en tu estantería no puede faltar,
pues no es el triple A que seguro ya esperas
pero te aseguro que no te va a defraudar.
Nota: [85]