El engendro que vais a ver a continuación es un prototipo de docking station para el iPad que lo convierte en una suerte mini PC. Si hubiesen acoplado el gadget de Apple a una caja vacía de galletas maría sería más bonito. Y si la caja estuviera llena, ya ni os cuento. Eso sí, es más barato que pintar el iPad como el coche de un pokero y gastarse 400 $ en destrozarlo. Por cierto, si os arruináis a finales de mes con el cacharrito de marras os podéis ahorrar un dinerito haciendo el stylus por vuestra cuenta. Instrucciones aquí.