Patatas fritas, cafeína en vena para aguantar hasta horas intempestivas y mucha, mucha ilusión. El E3 de cada año es la noche de reyes particular de cada gamer, y este, en particular, era la gran final de la noche de reyes. Ya habían salido varias personalidades augurando un desastre total. Desde hace tiempo el clima consolero no es muy bueno… Políticas abusivas, sobrexplotación de sagas, DLC’s por doquier… Muchas cosas estaban en juego… ¿Por dónde empezar?
La conferencia de Microsoft no despertaba ningún hype en mí al ser una plataforma que no poseo. Aún así, con el olorcillo a nextgen ya en el ambiente, y teniendo en cuenta que, como dicen, la esperanza es lo último que se pierde, esperaba alguna sorpresa acerca de Xbox 720. Mis (bajas) expectativas no se cumplieron, y al no esperar nada, no puedo decir que tampoco me decepcionase, pero me quedó un regusto malo en la boca, como cuando comes demasiado de algo, y ese algo eran tiros. Shooters por doquier. Cada cuál tiene su género predilecto y está claro que este se ha llevado la palma en esta generación, pero para mí, lo poco gusta, y lo mucho cansa. «De todos modos» -me digo- «era algo que ya se sabía; Halo y Gears of War son las sagas estrella de este hardware, a fin de cuentas…»
Turno de Electronic Arts, de la que tampoco espero nada. Battlefield 3 anuncia más DLC’s, que es «lo que pide la gente». Dead Space, Medal of Honor, Crysis, disparos, disparos, disparos. Sumamos a eso los sempiternos juegos de deportes y pasamos otra conferencia de la que no espero nada y por tanto no me decepciona. Pero vuelvo a salir con regusto a casquillos y pólvora. Ugh.
Ya con los nervios en el estómago y dispuesta a aguantar, aunque sea con palillos en los ojos, para ver a Sony, llegamos a la conferencia de Ubisoft. Rayman Origins me enamoró completamente y su secuela, Rayman Legends, era uno de los primeros títulos que me hypeaban. Tras FarCry y Splinter Cell, llegamos al momentazo. Y ahí me pongo mala por primera vez. Ahí está uno de los juegos que más me ilusionaban, destrozado, en mi opinión, por un control táctil absurdo e innecesario. Tal y como me temía. El tabletomando que mete controles con calzador solo porque tiene una pantalla táctil. Bueno, esperemos que sea multiplataforma… Pasamos Assassin’s Creed III, juego que llama mi atención pero que considero perteneciente a una saga también un poco sobreexplotada. Ahora a echar una partidita para hacer tiempo hasta la conferencia de Sony.
Estoy segura de que yo no era la única que aguardaba con su Vita en la mano y el corazón en un puño esperando, y lo más importante, confiando en que Sony subiría al escenario, sonreiría, se disculparía por haber dejado desatendida a su niña pequeña y nos obsequiaría con buenos anuncios de software. Empezamos con el anuncio de All Stars Battle Royale para Vita. Era obvio. Yo lo que quiero son exclusivas y no versiones clónicas de la sobremesa, pero bueno… Pretende ser un AAA y eso es bueno, supongo. Seamos optimistas. Beyond: Two Souls me deja literalmente acojonada con el realismo de sus animaciones faciales. Genial pinta. Blablabla, PSNetwork, blablabla, PSPlus… Llegamos a una de mis esperanzas. Juegos de PSX en PS Vita. Otra cosa que era bastante obvia. Confuso anuncio que hace que me dé un ataque de histeria (y genere una mini reacción en cadena en twitter) al no dejar nada claro que vayan a servir los ya comprados en la Store. Pero la cosa parece aclararse. Por fin podré disfrutar de las joyitas clásicas en la Vita.
Con esta pequeña alegría, sigo expectante esperando los nuevos juegos para Vita. Enseñan el Assassin’s Creed filtrado hace días y… un Call of Duty. Y pasan a hablar de una plataforma de juegos también en smartphones. Será que le han destinado a Vita el final de la conferencia… Tras eternos eones presentando un juego del mago gafotas (momento wadafak del E3 que prefiero olvidar) llega God of War, y con The Last of Us… Se acaba la conferencia. Mi cara de subnormal debió de ser épica. ¿Y Vita? Muchos más jugadores poseedores de la portátil se suman a mi incredulidad. ¿Esto qué es? ¿Y los juegos? Una conferencia próximamente… El momento de Vita era HOY. Con la prensa mundial mirando. Con los jugadores en vela a las 4 de la mañana… Y sin haber enseñado nada, ¿quién se cree que soltarán todo en ese evento con lo que a Sony le gusta vender logos? Nadie. Primer gran revés del E3.
Para colmo, se juntan a esto los rumores de una nueva revisión de 3DS con el (puñetero) (asqueroso) dichoso botón deslizante pro. Revisión que implicaría que los juegos comenzasen a hacer uso del segundo stick y que supondría empujar a muchos dueños de la portátil a pasar por el aro si quisieran seguir jugando sin tener que recurrir al periférico transformer gigantesco. Rumores que son «desmentidos» por Nintendo, tal y como hicieran hace 2 años en octubre de 2010, teniendo la desfachatez de presentar a los dos días la revisión que habían negado. Desde luego, la cosa promete. A las 5 de la mañana, con la sensación de haber perdido el tiempo y con un sentimiento de abatimiento y tristeza que jamás pensé que me produciría my hobby más querido, me voy a la cama.
Día nuevo, y llega la conferencia de Nintendo. Conferencia que era la que más esperaba este E3 2012. Conferencia sobre la que prefiero hacer como que no ha tenido lugar. Me toca las narices la manía que se tiene de meter con calzador controles para aprovechar todas las (tonterías) bondades de las consolas. Si tiene pantalla táctil, acelerómetro, giroscopio, cámara, micro y tostadora, tienes que jugar al PacMan con las manos en la tele, mientras saltas, das vueltas haciendo el pino y cantas el opening de Pokémon. ¿POR QUÉ? Me temía que al igual que pasó con muchos juegos de Wii, esta iba a ser la principal característica de su sucesora. Sin embargo en el Nintendo Direct presentaron el (Xbox) pad diciendo, literalmente, que no querían obligar a usar un control forzoso en los juegos thirds. Decisión que aplaudí y que renovó un poco mi esperanza. Pero poco. Menos mal…
A escasos minutos de la conferencia, vuelve a darme un arrebato de esperanza. El E3 ha sido decepcionante y ojalá Nintendo pueda subir el listón un poco. Contando los segundos para que acabe la clase, bajo volando a la cafetería para pillar internet, y ante el asombro de algunos, me planto con mis altavoces incluídos para tragarme de principio a fin el momento que más esperaba desde hace meses. La cosa empieza bien con Pikmin 3, confirmado desde hace tiempo. Sube Reggie al escenario… Las bromas de «my body is ready» y el cachondeo empiezan entre mis colegas. Ambiente festivo que va dejando paso paulatinamente al estupor más absoluto. Repitiendo mucho Nintendo Direct enseñan la plaza donde dibujar (penes) cosas para tus amigos y enviar mensajitos. Seguimos con un desconcertante ratazo dedicado a Batman AC, un third que lleva ya meses en el resto de consolas de la lastgen. ¿De verdad esta es la publicidad de WiiU? Scribblenauts, más multi de esta generación, New (¿NEW? ¿EN SERIO?) Super Mario Bros WiiU, WiiFit U, remontamos un poco con Lego City Undercover y ZombiU y terminamos con… (Nintendo Marina D’Or) Nintendo Land. Y a 3DS la dejamos para un evento de madrugada, de presentación de software (Dios, haz que sea solo software).
¿Dónde está el reencuentro con los hardcores que prometió Nintendo? ¿Dónde está ese rechazo a las tonterías innecesarias? ¿Dónde está el abrumador lineup que nos iba a dejar con los ojos como platos? ¿Dónde está la demostración de que realmente vaya a ser una consola nextgen y no vaya a quedarse para choped en dos años?
Si has llegado hasta aquí, a pesar del tocho bíblico, la intención de este post no es hacer un resumen del E3 (pues te lo podías haber ahorrado, petarda)
Tras reflexionar sobre todo lo visto, si tuviese que describir mi sensación acerca del panorama consolero ahora mismo con una palabra, sería, sin duda, «tristeza». ¿Qué ha sido de las consolas? ¿De dónde venimos para que esto haya terminado así?
No soy la primera ni seré la última que habla sobre la muerte de estas. Muchas personas vaticinan que el futuro es un PC, y a pesar de que yo defiendo las exclusividades de las sobremesa y las portátiles, cada vez siento menos apego por estas plataformas. Creo que este E3 no ha sido simplemente un bluff para recordar como algo malo y ya está. Creo que es un mensaje claro de que tenemos un problema que empieza a hacerse grande.
¿Quién o qué se está cargando las consolas? Cada uno tendrá una opinión. Yo la mía la tengo bastante clara.
La innovación es una palabra que se ha quedado antigua. El dinero lo mueven las grandes sagas sobreexplotadas, repetitivas y que viven de los DLC’s y el multijugador. Creo que una gran lacra de esta generación es la enorme recurrencia que se tiene con los shooter. Aventuras, plataformas, puzzles… ¿Qué ha sido de esos géneros? El 70% del E3 han sido disparos. Hordas de jugadores en masa acuden cada vez que se presenta un nuevo Battlefield, Call of Duty o similar a reservarlo, y hasta baten récords. ¿Qué compañía se va a molestar en intentar algo nuevo cuando no saben ni por dónde le entran los billetes? Si algo funciona, no lo toques. Y el negocio que se han montado con los FPS tiene consumidores que devoran literalmente todo lo que les pongan a tiro sin pararse a cuestionar la calidad. ¿Es el shooter un género que vale menos que el resto? ¿Habría que eliminarlo? Absolutamente no. Pero por favor, pongamos unos estándares de calidad. No seamos las putillas de las empresas, que tragan con todo lo que les plantan y sueltan el fajo de billetes cada año. Lo triste es que otros géneros y sagas en algunas compañías apuntan maneras a seguir por el mismo camino. Un camino en el que lo que vende es un nombre, y no un contenido.
Es muy triste ver los mismos juegos año tras año vendiéndose como churros en las estanterías de las tiendas a 60€ mientras las apuestas realmente novedosas, auténticas maravillas que se arriesgan e intentan conseguir algo nuevo están a nuestra disposición desde un precio irrisorio como es un centavo de dólar. ¿Qué está pasando? ¿Por qué no se extrapola esto a las consolas? Se ha visto que funciona bien, el resto de géneros, bien trabajados y con mimo, mueven mucho dinero y grandes críticas. ¿Es que no se merecen estos juegos estar en una tarima siendo observados por la prensa mundial más de lo que se merecen los refritos sacacuartos? ¿Por qué premiamos la dejadez y no el esfuerzo?
Las políticas cada vez son mas abusivas, las consolas se olvidan del jugador que creció en medio de la que la carrera que no era por tocar el techo gráfico, sino por sorprender. Se olvidan del jugador que se pensaba seriamente en qué invertir sus 15.000 pesetas, y de que la manera de ganarse a ese jugador era hacer un esfuerzo, buscar exprimir al máximo las posibilidades del videojuego y tratar de ofrecer un producto innovador, variado y de gran calidad. Y si eras el depositario de su confianza y le decepcionabas… El dinero no estaba para regalarlo a los que vivían del cuento, y habías perdido, seguramente, un cliente durante muchos años, a no ser que te lo currases para resarcirte. ¿Dónde ha quedado eso?
El jugador fiel, el de toda la vida, ha sido olvidado. Las empresas se giran hacia la gente que les da el dinero, sin importarles si realmente les gustan o no los videojuegos. ¿Casuals? Hagamos controles pensados en atraer a las masas en general, sin pensar en el jugador tradicional. Metamos funcionalidades hasta en la sopa, y hagamos que las uses todas, y si es a la vez mejor. ¿Lo mío es mejor? No. Lo mío tiene más cosas. ¿Comerrefritos? Qué mas da. Enfocan sus desarrollos al camino fácil, en el que haciendo apenas esfuerzo entra el dinero a raudales. Y en todo este ambiente de sobreexplotación y crisis creativa, siempre están las excepciones, por supuesto. Pero no creo que sean suficientes.
Yo, consolera declarada desde siempre, creo que este E3 ha sido un punto de inflexión en la trayectoria de las consolas. Creo que vamos cuesta abajo y sin frenos. Creo que es una plataforma que, como no corrija su rumbo, está destinada a acabar mal. Quizá sea la enorme decepción que me ha supuesto. Igual estoy pecando de pesimista, pero creo que este año hemos presenciado la crónica de una muerte anunciada.