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Dante será un emo, pero DmC Devil May Cry es un Juegazo

No sabía bien qué esperar de DmC Devil May Cry. Por una parte estaba el look de adolescente de Dante, que tanto chocaba – o no – con la estética de los Devil May Cry lanzados hasta el momento. Y por otra, las impresiones de la gente que ya lo había podido probar, que hablaban maravillas. Como siempre, al final, el único juicio del que te puedes fiar es del tuyo propio, así que me enfrenté al juego de Ninja Theory abierto a nuevas propuestas.

No hacía falta: DmC Devil May Cry tarda apenas unos minutos en demostrar que es un auténtico juegazo.

La semilla del nephilim

He de confesar que no soy ni remotamente un experto del género. De los Devil May Cry el que más me gustó fue el 4, y mi título preferido de este estilo es, de lejos, Bayonetta. O lo era, al menos, porque no me cuesta mucho situar DmC Devil May Cry a la altura del genial título de Platinum Games. Con él comparte un apartado artístico brillante, un personaje principal que lo inunda todo con su personalidad y unas posibilidades de juego aptas para todos los públicos, pero con una profundidad que tan solo los más expertos podrán explotar.

Así, DmC Devil May Cry, en sus 10 horas aproximadas de duración, constituye una fantástica experiencia más allá de que seas un crack a la hora de jugar. Me lo he pasado en nivel «Humano», que es el más bajo, pero he disfrutado como un niño con los combos, desbloqueando armas, habilidades, descubriendo nuevas estrategias de combate o, simplemente, columpiándome de argolla en argolla en una de las mecánicas más satisfactorias que he disfrutado en juego alguno.

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Gráficamente el título de Ninja Theory es una gozada. Al elevadísimo nivel artístico hay que unirle un apartado técnico sin fisuras remarcables. Desde el abrigo de Dante a los escenarios, pasando por las animaciones faciales o la implementación de los monstruos. Todo es remarcable en un juego en el que los creadores de Heavenly Sword vuelven a lucirse gráficamente. Y en esta ocasión, además, con una jugabilidad a la altura. Destacar también que está doblado al castellano, con un trabajo que, por una vez y sin que sirva de precedente, no me ha hecho desear que Capcom se hubiera ahorrado el dinero de la localización. El mejor doblaje en castellano que he escuchado en un videojuego en muchos meses.

A la duración del recorrido en si, hay que añadir la rejugabilidad que supone el intentar conseguir, no ya los logros, sino las llaves necesarias para abrir las puertas que dan acceso a diferentes retos, o incluso el hecho de conseguir la puntuación SSS en cada una de las pantallas. Con DmC Devil May Cry hay juego para rato, sobre todo por el hecho de lo bien acabado que está, lo que hace que el intentar desbloquearlo todo sea más un placer que una obligación de jugón. Y eso sin contar con todo lo que está por llegar.

Aunque, según dicen, las ventas de este DmC Devil May Cry en occidente están siendo bajas, en Japón el público sí que está respondiendo. Hay que felicitar a Capcom por haber confiado en Ninja Theory para la creación de esta precuela de la franquicia de Dante. Los resultados económicos quizá no estén ahí, pero este título es de lo mejor que he podido jugar en los últimos meses. Ahora habrá que ver si la ompañía nipona sigue apostando por Ninja Theory para una hipotética secuela. Yo al menos la estaré esperando.

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