Hace cosa de dos meses salió a la venta Dark Souls 2, El Juego, con merecidas dos mayúsculas, el segundo capítulo del universo Dark Souls. El título prometía contar con un sistema más intuitivo para ciertas cosas y propulsar la historia para no hacerla tan evidente. Ideas prácticas que potencialmente iban a mejorar el juego que todos queremos.
Sonaba como música para los oídos de los fans y no parecía haber un mejor momento para entrar en el oscuro y asfixiante mundo de From Software. La saga gozaba de buena salud y había muchos seguidores de la franquicia creando contenido a base de guías, parodias, fan arts o explicaciones sobre su complicado lore. El sol parecía brillar con más fuerza que nunca.
Este análisis de Dark Souls 2 me ofrecí a hacerlo yo mismo por la disparatada media de notas que está cosechando; sinceranmente, no creo que el juego sea para tanto, puede ser el Infinitazo de este año, al menos para mi.
Ya sabéis, Bioshock Infinite, juego que en esta casa se llevó un enorme 94, con Ken Levine a los mandos, trailers creados con el material del que se hacen los sueños, gameplays que provocaban vértigo y todo pintaba maravilloso salvo algún retraso puntual. Llegó el 2013, con él el juego, y tuve una de las mayores decepciones de mi vida como jugador. Las promesas simplemente no estaban ahí, una ciudad que servía de protagonista al principio y luego simplemente era un escenario como puede serlo otro. Llegabas al final sin encantarte de nadie más que no fuera Elizabeth, y acababa todo. ¿Modo 1999? En otra ocasión.
¿Qué le pasa a Dark Souls 2 para ser portador de una maldición tan grande como la del Infinitazo? Son varios los motivos y algunos de ellos están sujetos al gameplay que se suponía mejorado y casi todos a Drangleic y a su narrativa. Es un desastre mayúsculo que no es que no acabe de cuajar, si no que te olvidarás por completo de cual es tu motivo y tu misión. Pero todo a su tiempo.
Teniendo en cuenta la presencia enorme de Lordran tanto nosotros como los desarrolladores, El nuevo territorio a explorar debía ser un país igual o más misterioso y oculto, debía poseer fuerza y que el solo aparecer el nombre de una zona nos diera un escalofrío, como ya hacían algunas regiones del juego anterior.
Aquí somos un no muerto como otro cualquiera que debe de deshacer la maldición de la inmortalidad y la locura; para eso viajamos a una tierra mística y abandonada conocida como Drangelic, un país que en su día fue una gran civilización ya que su rey, Vendrick había echado un ojo a la esencia del alma, y de alguna manera eso había generado una ola de comercio y una economía boyante; pero no todo dura para siempre, y ahora todo aquello erigido con el poder del alma son solo peligrosas mazmorras llenas de enemigos. Pero poseemos Majula, un territorio donde irán a parar muchos aventureros en busca de paz para continuar el camino. Entre ellos has tenido la suerte de encontrarte un mercader, un tío con guías prácticas, otro mercader, un herrero ¡Hasta hay una mujer que sirve para subir de nível constantemente! ¡Olvidáos de subir en las hogueras! ¿Quién prefiere eso a que te den el mismo discurso UNA Y OTRA VEZ?
Los que en su día jugasteis a Demon’s Souls y ahora estáis con Dark Souls 2 no estáis viviendo una serie de Dèja vus frenéticos: esa es la historia real del juego. La premisa es casi paralela a la de Demon’s Souls y se nota. Tenemos un Rey, tenemos el poder de las almas, tenemos una zona caída en desgracia y una mujer que sirve para dar la vara y subir nivel, es verdad que tiene su importancia argumental y que es una pieza clave de la historia peeeero…
La historia es tan aburrida y carente de fuerza que enseguida nos olvidamos de ella, hay momentos donde te recuerdan que eres un no muerto y puedes llegar a sentirte partícipe del mundo, pero el momento es corto y llega entonces el discurso de la muchacha de subir nivel y…
¿Os acordáis de que hace unos días os hablaba de las cualidades de la narración fragmentada que presentaban los Souls? Donde tenemos que leer las descripciones de los objetos o escuchar atentamente diálogos e ir interconectando la trama poco a poco… Pues eso se ha perdido aquí, todo está bien masticado con intros innecesarias y con diálogos de personajes, los cuales siempre están dispuestos a soltar por esa boquita discuros, por mucho que no quieras.
Vale, hay cosas que no se saben, por ejemplo ¿Qué hace la Lordvessel rota en Majula? ¿Cómo es que los gigantes que salen en los recuerdos son distintos a los del Dark Souls? Aún con todas, no merece la pena hacer un desembarco por segunda vez en Drangleic. Al menos no para mi.
Mientras que la atmósfera en el original, era misteriosa y lejana, y apetecía bañarse en todos sus relatos, aquí es una duchita rápida y que ni te das cuenta cuando has terminado, es un juego menos inspirado que el original, y se nota muchísimo. Hay muchas zonas de Dark Souls que recuerdo con mucho cariño… Ando buscando todavía alguna que me llame por completo en el 2. Es que, vamos a ver ¿Gente León? ¿Una Queelana? ¿¡ENANOS!? Parte de la gracia de los juegos de From son los ambientes completamente alejados de los convencionalismos de Tolkien, Rowling o algunos otros mencionables, son únicos y aunque se conserven elementos realistas o mágicos, pero más de andar por casa, hacen que el jugador ya sepa que debe de hacer con ellos, el mundo debe de seguir siendo único y un camino aseguir para otros. El problema de Bound by Flame Dark Souls 2 viene a ser ese, que sigue la misma estela que su hermano menor, pero no se atreve a poner un nuevo estándar. Y es una pena.
Pero más metidos en el gameplay, es una delicia seguir jugando una fórmula que va tan, pero tan bien. Hay cambios significativos con respecto a los originales, y algunos datos interesantes.
El control sigue siendo el mismo, quizás algo más fluído pero pero en el fondo sigue siendo el mismo juego, quizás las tan reclamadas antorchas, que prometían romper el esquema “Espada-Escudo” obligando al jugador a buscar vías de rendimiento nuevas, ya que necesitan ver y atacar a la vez, no se hayan aprovechado durante el juego. Y es que, siendo sinceros, yo usé las antorchas 3 veces contadas durante el juego y no las eché de menos en ningún momento.
Algo que me ha alarmado durante Dark Souls 2 son las hitboxes algo rotas, cuando vas a atacar a un enemigo, corre la suerte de que el golpe no se efectúe, ya que las hitboxes andan muy desequilibradas. El sistema de apuntado es igual, solo que hay que estar más atento a los movimientos enemigos si se quiere golpear, en cuanto a los objetos nuevos y añadidos hay muchos que vuelven y casi todos los consumibles nuevos pertenecen al juego online, vale, hay objetos como las ramas que devuelven la vida a los petrificados, y hasta hay una especie de hierba a lo Demon’s que nos permite recuperarnos, esta vez de usos de hechizos. Pero más allá de eso, el menú de consumibles se te llenará de muchos objetos que no te harán falta en casi todos los runs que des. Hablando de pactos, ahora hay una nueva forma de verlos, vuelven algunos como “Los Sunbros” cuya función es la misma, o way of blue, que no deja de ser el pacto inicial que no servía de nada. Ahora es cierto que hay nuevos pactos, pero muchos de ellos son skins con distintos premios de pvp o colaboración, y algunos están delimitados a ciertas zonas tipo arenas sin mayor interés.
A esto se suma la pérdida de humanidad, ahora tenemos una cosa llamada efigies humanas con las cuales podemos revivir y recuperar toda la vida, ya que aquí, el convertirse en Hueco, es progresivo e iremos perdiendo vida.
No digo que estén mal estos añadidos, digo que son escasos a lo que parecía que iba a haber en Drangleic. Dark Souls 2 es una compra que merece la pena para pasarse el juego como mucho dos veces y no os llevará demasiado tiempo habituaros al mundo y a desafío, pero no merece una compra de salida, todo es bastante mediocre y de ahí mi nota. Le pasa justo al revés que a Bioshock Infinite: Dark Souls 2 es divertido de jugar, pero la historia es de circunstancias. Mucha gente dice que en términos de argumento se mejorará y se explicarán cosas en próximos DLCs, pero a mi me entristece mucho ver que tenga uno que esperarse a disfrutar algo en un contenido adicional.
Los no muertos andan por las tierras del mundo una y otra vez, siempre hay alguien que enciende las llamas y todo vuelve a empezar, da igual cómo se llame, si Lordran o Drangelic, el proceso estará condenado al bucle… Muerto has acudido a estas tierras malditas para liberarte de una maldición que irás olvidando, junto a tus motivos para viajar e incluso tus últimos pasos, pero la esperanza nunca se pierde. [63]
No estoy nada de acuerdo con esta nota. Yo lo estoy jugando en PC y la mejora técnica frente a Dark Souls es muy evidente, tanto que parece un juego nuevo. Incluso me parece en algunos momentos más difícil que el primero, aunque los bosses no lleguen a ese nivel de destroza vidas que sufrimos en Dark Souls. Los primeros enemigos son un autentico quebradero de cabeza, sobre todo los que van con lanza.
El nivel de objetos, usos de almas de los bosses para hacer mejores armas, armaduras, y un montón más de secretos que se han potenciado en esta segunda parte. Que eliminen enemigos para evitar el farmeo,… tiene mil detalles que superan a Dark Souls y que se convierten en una segunda parte que supera en muchas cosas a sus dos predecesores.
Sobre las antorchas, enciende una en un determinado lugar y muere XD
Resumiendo, creo que es una nota excesivamente baja, víctima de un hype demasiado alto, pero creo que este Dark Souls 2 es un 85/90. De los mejores juegos para los amantes de los retos.
Cómo alguien que se lo ha pasado y se lo ha vuelto a medio-pasar, te diré que la sensación de vacío al concluirlo es ENORME y no dan ganas de continuar, también he dicho que el sistema es el mismo con algunas mejoras y cambios sustanciales, teniendo la fórmula que todo el mundo quiere, el juego falla en una parte fundamental del universo Souls, (no sé si has jugado a Demon’s) y es el mundo. Está completamente nulo de interés más allá de dos o tres cosas, teniendo un referente como es Lordran (y su Dark Souls, que pese aue es uno de mis juegos favoritos de la generación no pasa del 8) y que Drangleic diga TAN poco sobre el mismo… Es un mundo.muy olvidable al que no apetece volver.
Este juego es el reto con mayúsculas, no tiene narrativa, no tiene un argumento atrayente, simplemente es una forma de retar al jugador a sobrevivir en un mundo hostil.
Esa creo que es la esencia de toda la saga Souls, más allá de «lore», que si lo comparamos con los demás puede ser algo más vacío, pero qué más se le puede decir a los jugadores que no sepan ya.
Creo que están tan arriba en un pedestal que si el juego no llega a las sensaciones de los anteriores no vale. Para mí está a la misma altura que Demon´s Souls, a pesar de que haya sido casualizado y únicamente un peldazo por debajo de Dark Souls en consola.
En PC llena completamente el vacío de este género y se convierte en un indispensable.
Hablando de Lore del juego anterior, era una búsqueda incansable que te hacía participe del escenario. ES PEREERREFECTAMENTE ENTENDIBLE que no llame a todo el mundo, pero en general, en el 2 el diseño del juego está peor esbozado, simplemente añadiendo más enemigos y menos estrategia, te acordarás como yo de la batalla contra Tower Knight y todo el paseo anterior a ese, donde había que calcular el movimiento tuyo con el del dragón, e ir eliminando enemigos para dejar zonas libres para descansar.
Todo lo siguiente a este punto era como poner un regalo muy a la vista, pero que te atacaba si no eras prudente, este ejemplo se veía mucho en el nido del dragón del Demon’s y en todo Tower of Latria. En Drangelic el diseño no se lleva a esos puntos de genialidad, y eso hace que el juego pierda, apenas hay que cambiar el equipo en todo el juego para adaptarlo a una zona u otra, es mucho más accesible.
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