Imaginad el esfuerzo de los padres de este chaval por criar a su hijo. Veinte años vistiéndolo, alimentándolo, intentando darle una educación que le permita acceder a una vida mejor, intentando que no coma demasiada sal ni azúcares para que no padezca enfermedades de mayor, poniéndole rodilleras para que si se cae en el parque no se deje la rótula, diciendo un «no me gusta» a todas las fulanas que «buscan algo de mi niño», comiéndose los nervios de los filetes para que el amigo tuviera acceso sólo a las proteínas… y va el hijodeputa y se hace esto en la pierna. De hijos desagradecidos está el mundo lleno.