Que Dead Space promete no es algo nuevo. Cualquiera que lo haya seguido con menor o mayor atención se habrá dado cuenta que, al menos, merece ser jugado por sus impresionantes gráficos o cuidadísimo diseño. Ayer, gracias a EA, pude jugar un rato desde el principio del juego, con la versión final,con calma, en una habitación oscura y equipado con unos cascos que me aislaban de todo ruido externo. Y debo decir que desde Resident Evil 2, a mi entender el mejor juego de la serie, de largo, no había pegado tantos botes jugando a nada. Ni Fatal Frame, ni los primeros Alone in the Dark ni nada: Dead Space es acojonantemente terrorífico. Con perdón. Y no lo digo yo solo, me consta que Jaume y Pau pasaron tanto o más miedo que yo. Después de comer colgaré las impresiones de diferentes bloggers, para que veáis que no exagero…