MUBI, para aquellos que no lo sepan – yo incluido hace 5 minutos – es un videoclub de cine poco comercial para PlayStation 3. MUBI consta de una selección de películas, en su mayoría independientes, que el suscriptor/usuario puede visualizar tanto en su PS3 como desde mubi.com. La aplicación MUBI tiene posibilidades sociales, pues se puede conectar a Facebook, te permite valorarlas con estrellitas, hacerte fan de ellas, etc. Vamos, una fieshta.
A pesar de que la mayoría de cintas serán desconocidas para el gran público, hay unas cuantas que sí que deberían sonarle. Dogville,Europa o Manderlay, de Lars Von Trier o Let the Right one in, la inquietante película sueca de vampiros seguro que las has oído nombrar – sino visto. Además, las películas asiáticas tienen una gran presencia, así como obras poco comerciales de directores como Roman Polanski o Takeshi Kitano.
MUBI permite ordenar por popularidad, por género o por país, además de poder ver las últimas cintas estrenadas. Vamos, que la cosa prometería si no fuera por algunas pegas bastante importantes que la alejan aún más del gran público (como si lo de película independiente no hubiera provocado que más de uno haya salido corriendo del post). MUBI emite en streaming, no se están descargando en el disco duro de PS3, por lo que se ha sacrificado la alta definición en pos de conseguir una mayor fluidez en la reproducción de las imágenes. Además, las películas están en versión original con subtítulos en inglés, por lo que no tengan ni idea del idioma de Sir Beckham que ni se acerquen. Por último, las películas disponibles no llegan a 500, al menos en nuestra región, algo que lo aleja del presunto espíritu de filmoteca que le presumía.
Pero lo que algunos consideran pegas, otros verán aparecer el cielo ante sus ojos. Y es que el espíritu gafapasta de MUBI lo convierte en un servicio indispensable para los amantes de los festivales alternativos, del cine en blanco y negro, en sepia o/y mudo, del cine experimental, de los cortos… Porque en MUBI hay mucho de anti-comercial y viene a rellenar un hueco que sin duda estaba ahí. Otra cosa es que fuera un hueco lo suficientemente grande como para que la jugada compense. El alquiler de una película durante 7 días cuesta 3,59 €, mientras que la suscripción mensual sale por unos 13.
Por lo que ofrece – a pesar de todo por lo que no ofrece – 13 euros al mes me parece una cuota muy interesante. Si tienes en el baño un póster de cuerpo entero de Wong Kar-wai y lagrimeas al imaginarte a ti mismo protagonizando un plano secuencia de 200 minutos grabado en sepia, MUBI está hecho para ti. Y sino, te vendrá bien el descubrir que hay más películas que las que las carteleras del multicine de tu barrio se encargan de promocionar. Y, sorprendemente, son hasta más interesantes. Aunque no salga Vin Diesel.
AB, en su continua cruzada por salvar tu alma de pecador, gracias a Sony Europa, tiene un código de suscripción de 30 días que puede ser tuyo. Si lo quieres, estate atento, porque lo regalaremos en breve.
Foto de cabecera by | © retales botijero