Después de surcar incontables galaxias, Everspace debuta en PlayStation 4. Lo hace junto con Encounters, la primera gran expansión con la que Rockfish Games nos propone ponernos a los mandos de la Colonial Sentinel para explorar nuevos lugares, en los que nos esperan nuevos amigos… y nuevos peligros.
Explora, lucha y muere
Viajar a través de las estrellas. El sueño de muchas personas, ¿no? Seguramente, Everspace tiene un concepto mucho menos relajante de lo que uno tiende a visualizar cuando trata de imaginar cómo sería dicho viaje. En las galaxias que nos toca explorar no estamos solos. De hecho, la mayoría de formas de vida que se crucen en nuestro camino tratarán de borrarnos del mapa. Primero disparan; luego preguntan.
El título de Rockfish Games es un roguelike en estado puro. Nos lanzamos a explorar con la única preocupación de sobrevivir, aunque lo hacemos sin miedo alguno, y es que la muerte siempre acaba viniendo a por nosotros. No obstante, morir en Everspace no es ningún motivo para lamentarse; aquí reside una de sus mecánicas principales. De forma similar a lo que ocurría en el fantástico Rogue Legacy, la muerte es la única forma que tenemos de mejorar nuestras capacidades.
Cuando caemos en combate, algo que sucede a menudo —especialmente en el modo hardcore—, renacemos una y mil veces en la piel de nuestro propio clon. Cada vez que morimos, tenemos la oportunidad de pasar por chapa y pintura antes de lanzarnos a explorar una vez más, momento en el que tenemos a nuestra disposición un extenso catálogo de mejoras. Aquí podemos adquirir una nueva nave, mejorar nuestras aptitudes de exploración o combate, acceder al códice para empaparnos de todo lo que sucede a nuestro alrededor… La muerte supone una liberación en la que ponernos a tono de cara al próximo de los muchos viajes que vamos a emprender.
Durante los primeros compases del juego, no es raro sentir que estamos ante una experiencia considerablemente exigente. Moriremos a menudo y, en más de una ocasión, apenas duraremos cinco minutos en el sector que nos toque explorar. Sin embargo, conforme el contador de muertes aumenta —y con ello, nuestras capacidades—, poco a poco vamos comenzando a notar nuestro auténtico potencial. Lo que al principio es duro, unas horas después acaba siendo terriblemente placentero.
De forma similar a lo que sucedía en el polémico No Man’s Sky, a menudo nos toca dar un salto en aras de alcanzar un nuevo sector, cuya ambientación y cantidad de enemigos se genera de forma aleatoria. Esto es un arma de doble filo; a veces es posible encadenar varios saltos capaces de llevarnos a nuevos lugares, pero, a su vez, también es posible vernos atrapados en una sucesión de niveles muy similares entre sí. El azar es caprichoso y, por ende, no queda otra que cruzar los dedos y confiar en que el próximo entorno en el que aparezcamos nos ofrezca cosas diferentes a lo que vimos en el anterior.
Aunque podemos optar por la cámara en tercera persona, recomiendo encarecidamente escoger la vista de la cabina. Las cotas de inmersión crecen por momentos y, a diferencia de otras propuestas del género, Everspace despliega un apartado técnico que entra muy fácil por los ojos. Un roguelike no requiere de un aspecto gráfico espectacular para mantenernos pegados a la pantalla, pero, curiosamente, Roskfish Games ha decidido apostar por un título que, de pequeño, tiene más bien poco.
Los controles de la nave evidencian el acentuado enfoque arcade de Everspace y no distan mucho de lo visto en el anteriormente citado título de Hello Games. Empleamos ambos sticks para ajustar la altura, virar y apuntar a nuestros objetivos. Mientras tanto, los gatillos L1 y L2 nos permiten acelerar o dar marcha atrás. Sin embargo, la inercia de la nave y los terribles daños que podemos sufrir al impactar con cualquier rastro de basura espacial nos ofrecen un ligero toque de simulación, que viene como anillo al dedo para formar un conjunto tan asequible como placentero.
En esta versión para PlayStation 4, que es la que nos ocupa, el rendimiento del juego es más que correcto, cumpliendo su competido sin problemas aparentes. Personalmente, tengo que reconocer que la banda sonora no está demasiado inspirada y no habría estado nada mal una selección más «cañera». Por contra, los efectos de sonido están muy bien recreados y la inmersión resulta bastante elevada, algo fundamental en todo videojuego que nos propone surcar el espacio exterior.
Everspace no es perfecto y, al igual que otras propuestas de carácter similar, puede llegar a volverse repetitivo, aunque es algo que vaya implícito en las mecánicas que caracterizan a todo roguelike. Sin embargo, aquí lo vemos acentuado por el hecho de que cada sector sea generado de forma aleatoria. No me atrevería a decir que esto es un defecto per se, porque, de la misma manera, dicho factor suerte puede dar lugar a una experiencia de lo más variada. Siendo así, no queda otra que rellenar nuestro tanque de combustible, acercarnos a un punto de salto y contemplar lo que el destino tiene preparado para nosotros.
El estudio teutón ha concebido un título bastante divertido, que goza de un sistema de progresión de lo más adictivo. Un producto sin defectos destacables, más allá de que la suerte decida jugarnos una mala pasada en lo que a generación de escenarios se refiere. Everspace es una propuesta muy recomendable tanto para amantes del roguelike tradicional, como para los apasionados de la ciencia ficción. [85]