Alguien ha podido saltar de ese huracán de adicción/diversión (¿Dónde está la frontera?) que es World of Warcraft y encima vivir para contarlo. En este blog, explícitamente titulado WoW Survivor, C. Gibson cuenta su historia. Seguro que más de uno se siente identificado. Como se suele decir, te queremos C. Gibson. Sobre todo si la C. es de ClaudiaSchiffer.
Mi punto de vista al respecto es que casi todo en esta vida puede convertirse en algo adictivo, desde los videojuegos hasta el hacer footing, así que la diferencia la tenemos que poner nosotros. Eso sí, el hecho de que los MMORPGs cuenten con psicólogos entre el grupo de desarrolladores para potenciar su adicción quizá podría considerarse como premeditación y alevosía, ¿No?
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