Cada vez le voy cogiendo más cariño a Bethesda, no solo por sus juegos, sino también por sus decisiones como compañía. Hace unos días Pete Hines concedió una entrevista a la gente de Polygon donde dejó claro que Doom 4 se canceló porque iba en contra de la esencia que siempre tuvo la serie.
Sin ir muy lejos, el propio Hines catalogó aquel juego como un Call of Duty disfrazado de Doom, donde este no era lo suficientemente rápido y visceral, los demonios no siempre era tan mortíferos como se podría esperar y en general no se tenia la sensacion de estar frente a un juego de la serie Doom.
Incluso asegura que en muchos pasajes el juego terminábamos buscando cobertura y no intentando acabar con los enemigos, algo muy típico de otros juegos, pero que no formaba parte parte de un juego como Doom.
A raíz de dicha cancelación muchas personas salieron y otras llegaron, lo que dio inicio al Doom que conocimos durante el E3 2015 y que fue anunciado hace algunos meses atrás, retomando todos esos elementos que hicieron grande a la serie.
No se si a lo mejor este tipo de temas fueron los que llevaron a la salida de John Carmack de la compañía, pero lo que si es de aplaudir es el hecho de que Bethesda no busque simplemente lucrarse con juego que va a vender solo por el nombre, pero que en realidad se queda lo bastante lejos de lo que en su momento fue (te estoy hablando a ti Resident Evil).
Fuente | Polygon