Cuando presenté en AKB el proyecto de Kickstarter de That Dragon Cancer, me sentí personalmente emocionado. Joder, cómo no sentirse así ante un proyecto en el que se intenta recrear una situación tan trágica como la muerte de un bebé, de un niño pequeño, en un entorno interactivo.
Hay que destacar que los responsables de este No-Juego son sus padres. En un ejercicio social que, en mi opinión, hace avanzar el medio, That Dragon Cancer, intenta convertirse en el retrato de una situación trágica pero enviando un mensaje de esperanza. Joel, el niño protagonista, murió, pero en el videojuego la situación se transforma, de algún modo, en una paloma blanca que envía un mensaje de esperanza. O al menos eso es lo que los responsables pretenden.
Si esperabas que en el siguiente párrafo el tono del post fuera algo más animado, siento defraudarte. En la penúltima actualización del proyecto en Kickstarter, sus responsables han descrito una de las escenas que consideran claves en el proyecto. Esta no es otra que la habitación del hospital en la que los médicos comunicaron a los padres de Joel que este sufría una enfermedad terminal y que iba a morir.
La recreación de esta situación, que podría ser fácilmente el momento emocionalmente más impactante al que muchos jugadores se hayan enfrentado nunca, se va a convertir en una serie de minijuegos en los que tendremos que entretener a Joel, mientras, de fondo, vamos escuchando como la terrible noticia es comunicada a los familiares. Ni un ataque zombie o una guerra virtual podrían transmitir unas emociones tan fuertes como el que un médico corte de raíz las esperanzas de unos padres de un niño enfermo, arrebatándoles el derecho a soñar. Y el objetivo es plasmar esa sensación en un videojuego.
A título personal apoyé That Dragon Cancer en Kickstarter con el tier de 75$. Ahora, gracias a William Hill y su campaña Todos los Juegos de Casino en William Hill, AKB multiplica esa aportación. Creo que este Kickstarter es de los proyectos que mejor casan con el espíritu del micromecenazgo. Sus responsables, para poder transmitir una historia que llegará hasta el corazón de cada jugador, necesitan que les ayudemos. ¿No es ese el espíritu del crowdfunding?