Muchos esperábamos como agua de mayo un nuevo DLC para el que con toda seguridad es uno de los RPGs de la generación. Dawnguard supuso un importante añadido para Skyrim, si bien es verdad que la trama de los vampiros se salía un poco de la temática del juego, fundamentada en los dragones y en el hecho de que nuestro personaje sea un Sangre de Dragón (Dragonborn).
Después llegó Hearthfire, que aún suponiendo un importante y curioso añadido, personalmente no creo que deba ser considerado una expansión del juego.
Con esta nueva expansión, The Elder Scrolls V: Skyrim nos lleva precisamente fuera de la tierra que le da el nombre. Y es que nos tocará investigar un suceso que nos obligará a viajar a Solstheim, que es parte del territorio de Morrowind (tierra de los Elfos Oscuros). Una vez llegamos allí mediante barco nos veremos rápidamente inmersos en la trama principal, que nos llevará a descubrir un extraño comportamiento de los habitantes de la isla, cuyas mentes son controladas por un poderoso enemigo al que nos tendremos que enfrentar.
El nuevo territorio en el que nos desenvolveremos es grande, y está formado mayormente por bosques y montañas, siendo un poco baja la densidad de poblaciones o ciudades. No podemos decir lo mismo de los seres a los que nos enfrentaremos, ya que aporta bastantes nuevos enemigos muy diferentes a lo que podamos haber visto previamente, como los engendros de ceniza, seres que se forman a partir de las cenizas que emite un volcán próximo.
No podemos decir que la trama principal de Dragonborn sea larga, ya que en pocas horas puede ser completada sin mayor dificultad. Otro aspecto que creo necesario criticar es el de montar sobre un dragón: apenas podemos controlarlo y combatir así resulta bastante incómodo y aburrido. Esto es algo bastante decepcionante teniendo en cuenta que se había formado bastante expectación en torno a esa característica.
En conclusión, Dragonborn es el segundo gran añadido de Skyrim, y como tal los fans de The Elder Scrolls disfrutarán jugándolo con total seguridad. Para el jugador neutral quizá las horas de juego que incluye sean pocas, y le parezca que la isla es demasiado parecida a los infinitos bosques de Skyrim. En cualquier caso la historia principal me parece bastante interesante y no deja de ser una gran excusa para volver a disfrutar de un juegazo como es The Elder Scrolls V: Skyrim. [80]
Pues qué decepción… Tenía muchas esperanzas de eso de poder visitar Morrowind con el motor de Skyrim, aunque la parte de controlar a los dragones nunca me dio buena espina.
Lo mejor de todo el DLC: la noticia de la total extinción de los Cliff-Racers.