China es un país del que oímos hablar constantemente hoy en día. No sólo por el idioma, el chino mandarín, el cual nos recomiendan en los últimos tiempos aprender con celeridad en vistas al mayor poder económico que mundialmente alcanzará este extenso territorio en el que viven nada menos que mil quinientos millones de personas.
Pero China no es sólo famosa por sus ciudades rebosantes de actividad, la magnífica muralla de 21.196 kilómetros de extensión o porque fue allí donde se inventó la pólvora. Este gran país es también poseedor de una cultura maravillosa y de un arte que ha suscitado durante siglos las curiosidades de infinidad de sabios, eruditos o aventureros, como fue Marco Polo; quien relató sus periplos al país asiático en la obra conocida como “El libro de las Maravillas”.
Y dentro de esta cultura, está la literatura. Uno de los ejemplos más recurrentes que nos puede venir a la mente al pensar en la literatura china es “El arte de la guerra” de Sun Tzu, un compendio de estrategias y tácticas bélicas reunidas bajo el título mencionado anteriormente allá por el siglo IV a.C.
Lo cierto es que a España no nos llegan muchas obras literarias chinas, es por ello que editoriales como Herder a través del manga; y otras, hacen una labor muy importante en la promoción de las letras asiáticas en Occidente.
Y sin más dilación, hablemos sobre la obra más bella de la literatura china.
El libro del Tao
No soy una experta en literatura china y, cuando “El libro del Tao” llegó a mis manos, no tenía ni idea ni de sobre qué iba, ni de qué me iba a encontrar en su interior. Ya había leído otras obras de esta colección publicada por Herder Editorial, centrada en acercar al público general muy diversos autores como Nietzsche, Machiavelli u Homero, por lo que más o menos podía formarme una idea de la línea en la que se encontraba “El libro del Tao”.
Lo que más me asombró de la obra fue que el autor sitúa al lector delante de situaciones de la vida diaria, algunas que pueden ocurrirle a cualquiera y otras que son más difíciles que pasen pero no por ello podemos decir que sean imposibles de acontecer en algún momento dado. Sin embargo, al final, lo que importa no es la historia de turno que cuenta “El libro del Tao”, sino la lectura que después debes sacar de estas situaciones.
Seis historias con moraleja son las que conforman este maravilloso libro. Lo más sorprendente de la obra es cómo el autor, que vivió en el siglo IV a.C., muestra situaciones de plena actualidad tales como la avaricia, las infidelidades, el abuso de poder, el perder los nervios o el no ser capaz de hacer las cosas por uno mismo esperando siempre que otro venga a ayudarnos. Esto es porque somos seres humanos y por mucho que la evolución se muestre en su esplendor a nuestro alrededor, nosotros mismos seguimos teniendo que afrontar situaciones que se darán indefinidamente, quizá porque estén en nuestro propio ser o porque estamos condenados a tropezar con las mismas piedras por los siglos de los siglos.
Una de las cosas por las que siempre me ha llamado la atención la literatura china y los filósofos y escritores chinos, tales como el autor de este libro, es que el estilo de vida y de pensamiento que describen e intentan inculcar harían nuestra vida mucho más sencilla porque son ideas que no intentan precisamente cambiar tu vida, sino tu espíritu o, si nos ponemos menos enigmáticos, intentan hacer que reflexiones un poco más sobre tu comportamiento y sobre tu propio estilo de vida para hacer una autocrítica y te plantees si en realidad las cosas no serían más sencillas de otra manera, de una en la que tu propia felicidad y la de las personas de tu alrededor sea mucho más fácil de alcanzar. Porque, como decía Ernest Hemingway: “El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.»
El caso es que sin Herder Editorial e iniciativas como esta de llevar obras clásicas y algunas incluso desconocidas como es este ‘’Libro del Tao’’, es posible que menos gente se animase a deleitarse en las páginas de títulos que a priori pueden resultar poco llamativos. Porque seamos sinceros, si no eres un apasionado de la literatura, de la cultura o de la filosofía chinas, o un estudioso, es muy probable que veas en cualquier tienda la bonita portada de “El libro del Tao” y no te dé ni frío ni calor.
Sin embargo, la facilidad con la que se lee esta edición posibilita que todos podamos, como reza la portada “detenernos por un momento y contemplar la sociedad que nos rodea”. No olvidemos que contemplar la sociedad es contemplarnos a nosotros mismos, por muy mal que nos pese.
Dicho esto, puedes leer o no esta fantástica obra de vida de Lao-Tsé, pero si te animas, te aseguro que no volverás a ser el mismo. O, por lo menos, te revolverá un poquito la moral.
La edición de Herder Editorial
La editorial Herder pone a disposición del lector una práctica edición tamaño bolsillo con un total de 189 páginas. La traducción ha corrido a cargo de Maite Medinabeitia, de DARUMA Serveis Lingüístics. Podéis haceros con esta obra en cualquier librería por el precio de 9,95€.
Lao-Tsé
Lao-Tsé, el autor de «El libro del Tao», no se llamaba en realidad Lao-Tsé. Esta denominación no era otra cosa que un título honorífico dado a los ancianos eruditos. Según algunos estudios, hay indicios de que su verdadero nombre fuera Li-Er. La biografía de este pensador que vivió en el siglo IV a.C. ha sido objeto de mucha controversia por parte de los expertos. De entre todas las biografías dadas a este personaje histórico, algunas apuntan a que fue contemporáneo del gran Confucio y que trabajó como archivista en la corte imperial de la Dinastía Zhou. La base del pensamiento de Lao-Tsé era, como muchos habréis podido ya adivinar, el taoísmo, una filosofía también muy controvertida y todavía investigada pues no se han conseguido descifrar aún todos los puntos que la comprenden. En el taoísmo existen dos corrientes: el taoísmo religioso y el taoísmo filosófico. «El libro del Tao» pertenece a la segunda rama. Si queréis saber más sobre esta corriente filosófica podéis encontrar aquí una interesante entrevista de la UNED titulada «Taoísmo y naturaleza» al catedrático de filosofía de la Universidad de Castilla-La Mancha Gerardo López Sastre, cuyos estudios se centran principalmente en el pensamiento moderno y contemporáneo.