En Akihabarablues sentimos especial devoción por los videojuegos, pero además de este apasionante entretenimiento electrónico, dedicamos nuestro tiempo libre a otros hobbies, en mi caso, sumergirme en el maravilloso arte del manga y el anime.
De niño siempre me han gustado las series niponas y devoraba los episodios retransmitidos por televisión una vez llegaba a casa del colegio. Alucinaba con Dragon Ball y el inmenso poder que podía emanar de un súper guerrero, emulábamos en el recreo los emocionantes partidos de fútbol de Oliver y Benji y siempre sentimos la curiosidad de saber qué se siente al convertirnos en una chica como en Ranma ½. No fue hasta entrada la universidad cuando empecé a sumergirme en el apasionante mundo de la lectura del manga gracias a la recomendación de un buen amigo de la carrera. Como apenas disponía del dinero justo para permitirme semejante lujo, no tenía ocasión de comprarme algún tomo que pudiese interesarme. Afortunadamente, mi compañero me prestaba títulos de su colección para que me los llevara a casa y pudiese disfrutarlos tranquilamente en mis ratos de descanso.
Existe una diferencia importante entre disfrutar de una obra leida en papel a verla convertida en serie de televisión. Los que de verdad disfrutan de este pasatiempo, estarán de acuerdo conmigo en el popular dicho de “el libro es mejor que la película”. La experiencia que te ofrece la lectura resulta mucho más gratificante que su versión televisiva, no sólo porque la historia es bastante más enriquecedora, sino porque es aquí cuando valoras y realmente aprecias el trabajo realizado por el artista. La aventura cobra vida, eres testigo de la evolución del autor en su manera de dibujar, de los trazados en los personajes y escenarios y del estilo artístico tan característico con el que se quiere plasmar la obra. En definitiva, vives con mayor intensidad la aventura y acabas formando parte de ella, hasta el punto de conectar con los personajes y comprender sus sentimientos y emociones.
Con cada vez más aceptación en nuestro país, los cómics basados en manga constituyen un arte nipón muy preciado para todos aquellos aventureros o curiosos en general ávidos por embarcarse en nuevas y emocionantes aventuras en lugares habitados por seres fantásticos. Para muchos, el manga por excelencia de siempre ha sido y será Dragon Ball, pero en vista del cada vez mayor éxito de este arte impreso en papel, no son pocas las nuevas historias que tratan de apoderarse de un trozo del pastel, véase obras tan populares como Naruto o One Piece, por poner algún ejemplo. Cada día surgen nuevos autores dispuestos a ofrecer al mundo su arte y sólo unos pocos logran destacar por encima del resto para desgracia de los lectores, pues bajo esa inmensa publicidad y campaña de markéting se esconden algunas de las obras más interesantes y sorprendentes. La mayoría pasan desapercibidas para el público en general y al final sólo nos quedamos con las de mayor nivel mediático.
Quisiera compartir con vosotros mi afición a este pasatiempo por medio de esta nueva sección aquí en AKB y animaros a que os lancéis a la lectura de este apasionante hobby. Iré publicando cada cierto tiempo reseñas o críticas sobre alguna obra en concreto que esté leyendo en ese momento o haya terminado. El primer manga del que me gustaría hablaros se titula Soul Eater que, aunque en territorio europeo apenas sea conocido, disfruta de una gran aceptación en el país del sol naciente. Escrito por Atsushi Ohkubo y publicado en nuestro país por Norma Editorial, es una historia que logró llamar mi atención gracias a su curioso estilo artístico y la aparición de personajes secundarios que suponen todo un homenaje a películas del género de terror, todo ello acompañado de un gran sentido del humor y el hecho de conocer criaturas fantásticas que nunca había llegado a imaginar. Así pues, embarquémonos en esta curiosa y emocionante aventura que seguro no dejará indiferente a nadie. ¡La forma de un cuerpo no importa, sino su ALMA!
Nuestra historia tiene lugar en Death City, hogar de Shinigami-Sama, el dios de la muerte encargado de mantener el orden y el equilibrio en el mundo. Con el fin de evitar el nacimiento de temibles demonios y acabar con las fuerzas del mal en general, funda la escuela especial Shibusen, formada por estudiantes de lo más cualificados y sorprendentes. En el mundo de Soul Eater se diferencian dos tipos de seres humanos: aquellos que se podrían denominar como normales y los que se convierten en armas. Estos últimos pueden transformarse en una herramienta mortífera capaces de acabar con todo mal, pero necesitan ser empuñadas por su correspondiente técnico. Así, técnico y arma viajan alrededor del mundo en busca de humanos malvados cuyas almas han pasado a ser malignas. Su misión consiste en asesinar al enemigo y devorar su alma para, de este modo, evolucionar y adquirir un mayor poder. Si logran ingerir 99 almas malvadas y la de una bruja, se transforman en guadañas mortales, adquiriendo el privilegio de convertirse en las armas personales de Shinigami-Sama.
Soul Eater, aparte de ser la típica historia del bien sobre el mal, no cuenta las hazañas de un héroe, sino que en esta obra nos vamos a encontrar con hasta 7 personajes principales, que son los siguientes:
– Soul Eater: el protagonista indiscutible de la aventura y quien da nombre a la obra. Proveniente de una familia de notables músicos, Soul es un muchacho de actitud chulesca y picarona cuyo principal objetivo en la vida consiste en convertirse en guadaña mortal. Con un apetito insaciable por engullir almas malvadas, no dudará ni un instante en proteger la vida de su técnico si eso implica poner su propia vida en juego. Leal y valiente, Soul esconde una serie de poderes en su interior que lo hacen único a los demás y de los pocos capaces de llegar a convertirse en el arma suprema.
– Maka: es la compañera de Soul y su técnico. Hija de una de las técnico más dotadas de la escuela y de la guadaña mortal de Shinigami-Sama, posee un temperamento fuerte con un gran espíritu de lucha. De naturaleza feminista, debido al divorcio de sus padres y la mala costumbre que tiene su padre por emborracharse y pasar las noches en clubes nocturnes. Hará todo lo que esté en su mano por convertirse en una técnico tan famosa como lo fue su madre y hacer evolucionar a Soul en una guadaña mortal.
– Black Star: el personaje más carismático de la obra. Proveniente de un clan de asesinos de élite, Black Star fue el único superviviente de dicho clan cuando aún era un bebé. Adoptado por Shibusen, su objetivo en la vida consiste en convertirse en el guerrero más poderoso que jamás haya existido, tratando de superar incluso el poder de los propios dioses. Tiene un temperamento alocado y procura siempre llamar la atención de sus compañeros en la medida de lo posible, retándoles incluso a un combate a muerte para demostrar que es el guerrero más dotado de la escuela. Hará todo lo posible por adquirir poder y no dudará en enfrentarse a los más talentosos espadachines para alzarse como campeón.
– Tsubaki: la hoja demoniaka Tsubaki es la compañera de Black Star y su fiel servidora. Es la única chica arma capaz de transformarse en varias armas distintas, como puede ser una espada, un shuriken o una daga. Pese al carácter aguerrido de su técnico, es una persona fiel que siempre permanece a su lado tanto en los buenos como en los malos momentos. Una muchacha amable y cariñosa que seguirá junto a Black Star hasta el fin de sus días.
– Kid: es el hijo de Shinigami-sama. Posee los poderes de un dios, pero su verdadero potencial sólo aparecerá cuando logre unir las líneas Danzou de su cabello. Es un muchacho maníaco compulsivo con una gran obsesión por el orden y la simetría. No soporta que algo esté desordenado y pierde los nervios rápidamente, incluso en su forma de vestir y de actuar debe haber simetría, de lo contrario enloquecerá y será capaz incluso de abandonar el campo de batalla. Siente una gran devoción por su padre, a quien admira y respeta profundamente.
– Liz y Patty: abandonadas en las peligrosas calles de Death City siendo aún muy pequeñas, estas dos hermanas tuvieron que sobrevivir a delincuentes y malhechores por medio de la picaresca y otros métodos poco ortodoxos. Poseen la habilidad de transformarse en dos pistolas completamente idénticas, por lo que fueron adoptadas por Kid para convertirlas en sus armas personales. Gracias a que Kid las sacó de la calle y les libró de esa mala vida, las muchachas les son eternamente agradecidas y permanecerán fieles a Kid por siempre.
El aspecto más destacado de la obra es el papel tan importante que juegan las almas, pues en definitiva todo gira en torno a ellas. Las hay más o menos poderosas, malvadas o bondadosas, y todas cuentan con sus particularidades. Con el fin de volverse aún más poderosos y desencadenar ataques devastadores, los técnicos y sus armas pueden sincronizar las suyas propias. Sin embargo, no todo resulta tan sencillo, pues existen almas que no son compatibles con otras, de modo que no pueden sincronizar sus poderes y por tanto armas concretas no pueden ser empuñadas por otros técnicos. Cuando el técnico adquiere mayor experiencia en el combate y la sincronización de alma con su compañero se vuelve más poderosa, éste evoluciona a un arma más mortífera, pudiendo hacer frente a criaturas más peligrosas.
Los enemigos de esta historia son los demonios, que no son más que personas normales que se convierten en dichos seres al ingerir un determinado número de almas bondadosas. En ese caso, su propia alma pasa a convertirse en una malvada y si se les permite continuar con su glotonería, evolucionarían a un demonio de mayor poder destructivo. Pero sin duda alguna, el enemigo principal al que tiene que hacer frente Shibusen son las brujas, que son quienes poseen un alma con propiedades fantásticas y las que permiten a las armas convertirse en guadañas mortales. El poder de una bruja puede ser inconmensurable, siendo su objetivo exterminar a los estudiantes del centro de enseñanza y al propio Shinigami si fuera posible, aunque resulta improbable que eso ocurra dado que el dios de la muerte es el ser más poderoso del mundo y resulta prácticamente invencible.
La historia, como es habitual, va evolucionando y adquiriendo nuevos matices. Los primeros tomos son los encargados de darnos a conocer a los protagonistas, mostrándonos su forma de actuar y su personalidad. La primera mitad de la obra está plagada de chistes y momentos muy divertidos, pero más adelante adquiere un tono más serio. En ocasiones, el autor emplea el erotismo para llamar la atención del lector, mostrando a los típicos personajes femeninos de pechos voluntuosos y cuerpos perfectos. Se le confiere a la historia un aspecto desenfadado y pervertido por momentos, mostrando cuerpos desnudos sin pudor alguno, eso sí, sólo femeninos, nada masculinos. Por momentos, los personajes también emplean palabras malsonantes para, de algún modo, demostrar que no se trata de una obra infantil, aunque pueda parecerlo a simple vista.
Nos encontramos con un dibujo atípico, con personajes y escenarios dibujados de maneras distintas para lograr una mayor diferenciación entre uno y otro. Los propios protagonistas están dibujados de tal manera que su estilo refleja su personalidad, exagerando unos rasgos y suavizando otros. Los humanos que se convierten en armas por lo general presentan un acabado tosco y poligonal, de manera que su apariencia sea menos humana que las del resto. Como ocurre con la mayoría de mangas, el aspecto que confiere el autor a sus creaciones es distinto al que presentan más adelante. Así, por ejemplo, al principio de la aventura, Maka y Soul tienen un aspecto infantil, con rasgos muy de niños e incluso la ropa parece que les queda grande. Más adelante se les dota de un estilo más adulto, dando a entender que los muchachos crecen, se hacen mayores y maduran, pero no por ello se pierde su personalidad ni dejan de ser ellos mismos.
El hecho de implementar a grandes villanos del cine de terror resulta todo un acierto y uno de los motivos principales por los cuales decidí empezar a leer esta historia. Ver en una sola obra reunidos a personajes tan carismáticos como el Dr. Frankenstein, Al Capone o Jack el Destripador supone todo un aliciente para mí. Si a eso le sumamos el estilo artístico tan resultón e impactante como el ver a una luna con cara demoníaca y dientes bañados en sangre, el resultado es una historia que engancha desde el principio, pues tiene algo que las demás no tienen. Sólo el hecho de ver cómo un mundo habitado por personas que se convierten en armas ya es de por sí sólo un reclamo a tener en cuenta.
Soul Eater, sin llegar a ser nunca uno de los máximos exponentes del manga en el mundo, es una obra muy entretenida, interesante y sobre todo curiosa que seguro disfrutarás de principio a fin. A quienes les guste el estilo gótico y sobre todo les llame lo diferente, tienen aquí una buena oportunidad para empezar a leer una de las obras más extrañas que haya visto nunca. Existen otros mundos ahí fuera que no sean Dragon Ball o Naruto a ser descubiertos y Soul Eater es un claro ejemplo de ello.