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El modo Horda de Gears of War 2 va a marcar un antes y un después

En estas primeras impresiones en caliente que tenemos sobre Gears of War 2 queremos describir lo que se siente nada más ponerse a los mandos del último y esperado titulo de Epic, y las sensaciones que se obtienen tras unas horas de juego, tanto en el modo historia como en las posibilidades de juego online.

El modo historia desde el primer momento nos hace revivir el gran mundo del primer Gears of War. La mecánica del comienzo es muy parecida, pudiendo elegir la modalidad de tutorial con la inclusión de un nuevo novato en el grupo de ataque de Marcus, o pasar directamente a la acción si somos jugadores experimentados, y que el “novato” aprenda sobre la marcha. Nos ha asaltado una nostalgia tremenda, al volver a utilizar la recarga activa.

El aspecto gráfico ha mejorado muchísimo, y ya en las primeras imágenes se aprecian una definición de primeros planos alucinantes. Las armaduras se ven más solidas que nunca, y la iluminación es una autentica obra maestra. Los primeros compases del juego son un poco sencillos, más aún si estamos familiarizados con los controles del juego. Ahora es más sencillo despegarse de los muros, que en la primera entrega el personaje al cubrirse en ocasiones se quedaba bastante tiempo atascado y costaba despegarlo de las coberturas.

Ahora casi todos los objetos que encontramos a lo largo de los escenarios se pueden romper. Se acabaron las coberturas infinitas y protecciones indestructibles. Ahora las salas por las que pasamos se quedan hechas una auténtica ruina, y en ocasiones con encontraremos con salas que nos recuerdan a la escena de las columnas destrozadas de Matrix.

El modo historia es mucho más profundo ahora, con una historia más elaborada y con unas batallas mucho más intensas. Ya en las primeras misiones podemos observar cientos de enemigos, algunas de las nuevas armas y sobre todo, mucho más grandes. El modo cooperativo tampoco se queda atrás, y si elegimos este modo de juego para completar la historia junto a un compañero no dejaremos de disfrutar ni un segundo. Ahora para avanzar es necesaria la colaboración de los personajes, tomando diferentes caminos y ejerciendo acciones conjuntas.

La estrategia de todo el juego se ha mejorado mucho, basándose sobre todo en acciones concretas y una diversidad de situaciones mucho mayor que las de la primera entrega. Si algo no nos ha quedado del todo claro, quizás, es la dificultad del juego. No lo hemos probado lo suficiente como para dictaminar un veredicto del todo cierto, pero quizás la dificultad se ha reducido un poco. Ahora hay cuatro niveles de dificultad, casual, normal, difícil y locura, y nosotros comenzamos en normal. La cosa parecía excesivamente sencilla, (eso sí, las primeras fases, habría que ver las ultimas), así que decidimos cambiarlo a difícil, donde se nos planteaban unos retos más acorde a nuestro nivel de juego.

Respecto al modo multijugador hay grandes novedades también. Los nuevos mapas son mucho más grandes, y podemos encontrar nuevos modos de juego también. Ahora los mapas son más interactivos, y por ejemplo hay un escenario en el que la lluvia es el protagonista, ya que si nos caen los chuzos de punta encima moriremos, y deberemos de buscar cobijo bajo algún edificio, con el añadido de completar nuestros objetivos de multijugador.

Lo que va a marcar un antes y un después en Xbox LIVE es sin duda el modo de multijugador HORDA. Con esta modalidad hasta cinco compañeros en Xbox LIVE compiten contra la maquina, que nos irá enviando oleadas de enemigos, hasta completar un total de cincuenta oleadas.

En la presentación tuvimos tiempo de probar en profundidad este modo de juego con otros cuatro compañeros, y la verdad es una de los mejores modos de juego que hemos disfrutado nunca. El escenario que elegimos era muy extenso, con dos niveles, una plaza central y un edificio con ventanas para disparar desde las alturas. Ver llegar a oleadas de enemigos de todos lados, pedir ayuda a tus compañeros porque te están acorralando y bajar a la plaza central en busca de más Locust no tiene precio. Además los compañeros caídos tras una oleada se regeneran para la siguiente, y pueden seguir disfrutando del juego a modo de espectadores, y así ayudar a los que quedan vivo dándoles instrucciones de los enemigos, por donde se aproximan y cuantos quedan. Todo un despliegue de estrategias y técnicas de equipo, que pondrán las cosas muy difíciles a los mas diestros con el mando, porque nosotros jugando en la tercera o cuarta oleada ya empezábamos a sufrir, así que no os quiero contar lo que tiene que ser las oleadas de la treinta en adelante.

Ya nos queda muy poco para disfrutar de las nuevas aventuras de Marcus Fénix y Dominic Santiago, y de lo que estamos seguros, es que va a ser uno de los juegos de estas navidades, por no decir el juego del año. Y ya sabéis, que si necesitáis ayuda para terminaros el modo HORDA, no dudéis en contactar con nosotros.

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