De un tiempo a esta parte el papel de los guionistas de los videojuegos parece haber pasado del «qué tiene que hacer» el jugador a «cómo tiene que hacerlo». Ahora se me antoja que ya no es tan importante que el héroe rescate a la princesa, sino que éste lo haga de una forma original, nunca antes vista hasta el momento. Si hasta el momento se ha hecho en plan arcade, pues toca plantear rescates épicos, melancólicos, artísticos, como los de Ico o Shadow of the Colossus. O por lo menos nunca vista por las nuevas generaciones de jugadores, por eso nunca está de más echar la vista hacia atrás y recuperar alguna fórmula retro, como la de Super Mario Kart de SNES (es de los 90, se puede considerar técnicamente retro), ponerle WIFI y voilá, ya tenemos un nuevo Mario Kart. Está claro que siempre habrá un lugar para los Gears of War, pero los nuevos No-Juegos venden hasta 4 veces más que ellos: Los 10 millones de Brain Training son una muestra de que algo está cambiando.
Otros ejemplos:
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-Bailar: Después de engancharnos a la alfombra del DDR, ahora «lo más» es Boogie y su sistema de baile con el wiimote.
-Plataformas: ¿Quién quiere jugar a Super Mario Bros 3 pudiendo contruirse sus propios niveles en Little Big Planet y disfrutarlos con sus amigos?
-Rol: Todo el mundo tiene algún juego de cartas estilo Magic en casa, pero ¿Quién puede resistirse a compartir pantalla con dragones y demás seres mitológicos en The Eye of Judgement?
-Fútbol: FIFA se come en cuanto a licencias, presentación y diseño a PES, pero la sensación de realismo del juego de Seabass lo compensa con creces. Y el nuevo modo Fantasista me tiene tonto…
El envejecimiento de la población jugona provoca que la repetición de fórmulas no funcione, pues muchos estamos ya quemados de hacer siempre lo mismo, una y otra vez. Hay que probar cosas nuevas, desvirgar las consolas con conceptos de juego arraigados en otras facetas de la vida, aunque éstas sean tan «simples» como hacer Sudokus o pasear al perro ¿El fin de los hardcore games juegos de toda la vida? Más bien reinventarse o morir.
Autor de la imagen de cabecera: gianliguori