«El último Mortal Kombat tiene mucho de añejo. Y eso es muy bueno.» [Análisis PS3]



Nota: Este análisis únicamente tiene en cuenta los modos offline

Qué difícil debe de ser conseguir mantener la personalidad en una serie tan longeva como Mortal Kombat. Una serie que ha ido mayoritariamente sobreviviendo como ha podido a la espera de un nuevo momento de gloria en el que pudiera volver a disfrutar de las mieles del éxito que saboreó con su fulgurante estreno. Un estreno que, muchos recordarán, en su adaptación a Super Nintendo tuvo su ración de polémica al eliminarse la sangre y sustituirla por un poco decepcionante e incomprensible – dado el espíritu del juego – efecto alternativo. Fue como quitarle el chocolate a los churros. Pero aún así la lió parda. Como la va a liar esta nueva entrega.

Este Mortal Kombat, que ha sido lanzado sin ninguna coletilla o número que atestigüe lo longevo de la persistencia – y visión – de Ed Boon, supone un espectacular reencuentro de la saga con el gran público. Capitaneado por el Modo Historia más trabajado visto nunca en un juego de lucha, este Mortal Kombat sorprende por lo ambicioso de su oferta. Y eso a pesar de algunas carencias, como el nefasto doblaje, que se acaban excusando por la calidad del conjunto final.

El mencionado Modo Historia consiste en una sucesión de combates protagonizados por diferentes personajes. La gracia – o novedad – del asunto es que entre combate y combate presenciaremos una película generada con el mismo motor ingame del juego con un guión y diálogos de nivel cinematográfico. El combinado, que no había visto hasta el momento en ningún otro videojuego de lucha 1 vs 1, como bien definió Norritt, es una put.. pasada. Todo ello aderezado por unos visuales sólidos y una jugabilidad a prueba de bombas… que no de Fatalities ni de los relucientes y demoledores – te dolerán hasta a ti – Ataques Rayos X. Lástima que no haya variedad en lo que respecta a estos últimos y que no se hayan incluido los Friendship moves y demás derivaciones de los Fatalities.

Además del Modo Historia encontramos el Entrenamiento, el Online, Kombate, que no es más que el típico formato de pelea tradicional en formato arcade, y otro de los principales modos del juego, la Torre de los Retos. Este consiste en una sucesión de desafíos con normas muy concretas. Ataques especiales, IA modificada, restricción de movimientosUn auténtico challenge para el jugador medio. Las decenas de niveles de este modo se encargarán de retenerte durante muchísimas horas si lo que pretendes es superarlo en su totalidad.

El nuevo Mortal Kombat tiene mucho de añejo. Da la sensación de ser el primero envejecido en barrica durante unos cuantos años y dopado después con un par de modos colosales. Mantener el espíritu original y a la vez actualizarse y recuperar el prestigio era una jugada que muy pocos veíamos factible. Es como si ahora Sonic sacara un juegazo después de tantos años de protagonizar medianías. Ahora, tras este MK, recobro la esperanza: no hay nadie irrecuperable. En mi opinión, como juego de lucha, es inferior a Street Fighter IV. Pero como juego a secas es una experiencia que merece tanto la pena como el título de Capcom. Si es que eso tiene algún sentido.

    • Sí. Ya, por lo poco que había visto (un par de vídeos) tenía algo que me llamaba la atención, pese a no haber sido nunca de juegos de lucha y menos en los últimos tiempos.

      Buen análisis: corto y conciso, como debe ser.

      PD: Aunque lo de poner nota me sigue pareciendo una mari… eehmm… bobada. XDDD

  1. Yo la primera y la segunda parte los disfrute en mi vieja Mega Drive y creo que esta continuación por fin me dejara el mismo sabor de boca. Uno de los mejores signos de esta generación es la recuperación por todo lo alto del género de lucha 2D.

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