Según los expertos consultados por Digital Trends, la Realidad Virtual tiene sus restricciones si los usuarios son niños. Pero tal como explica Martin Banks, profesor de Optometría, Ciencia de la Visión, Psicología y Neurociencia en Berkeley, “no hay evidencias de que la Realidad Virtual afecte a niños de determinada edad”.
Cubriéndose las espaldas
Sin embargo, en vez de hablar los científicos, son los abogados los que tienen en estas restricciones sus mejores aliados para evitar problemas en el futuro. Porque, y como explica Banks “los niños están desarrollándose, con la adolescencia (y de ahí que xSamsung Gear VR y Oculus Rift sea recomendada a partir de los 13 años y PSVR a los 12) el niño ya no está desarrollándose completamente por lo que es más seguro que utilice la Realidad Virtual”.
Los niños pueden desarrollar miopía solo leyendo o utilizando el smartphone demasiado cerca, pero la “tecnología de la Realidad Virtual es mucho más compleja”, tal como se cita en el artículo. Banks alega “que para definir los objetos a través de la Realidad Virtual, tienes que centrarte a cosas lejanas”, lo que parece menos nocivo que un libro o un smartphone.
La VR y sus aplicaciones
De hecho, y aquí tengo que incluir una nota personal, la Realidad Virtual me recordó a las pruebas que te realiza un oftalmólogo con algunos instrumentos. Este artículo nos dice que la “Realidad Virtual puede ser utilizada para diagnosticar problemas de vista con antelación” lo que me da cierta seguridad a lo que noté los primeros segundos de ponerme dentro de la Realidad Virtual. No olvidemos que en las advertencias sobre salud del firmware 3.5. de PS VR ya indicaban la edad mínima por la que empezar a utilizar esta tecnología.
Lo que está claro es que la VR está en su estadio más reciente, del que se desconocen sus efectos a largo plazo y de que sus defectos (como los mareos, descoordinación visual y motora así como mermar la falta de capacidad para hacer multitareas) sí que están documentados en los adultos, pero no tanto en los niños. Por otra parte, al no tener (salvo Vive) el control de los objetos que están en la sala, no es lo mismo que un niño choque con una estantería que lo haga un adulto, como indican en el artículo de Digital Trends.
En conclusión: utilicemos la Realidad Virtual bajo nuestro propio criterio cuando se involucre a un niño. Si hay recomendaciones sobre ello es porque hay fundamentos científicos para creer que puede afectar a la salud de un niño en pleno desarrollo.