Ya sabéis lo que dicen: la vida pirata es la vida mejor. Así que, parche en el ojo y garfio en mano, puse rumbo a la oficinas de Ubisoft en Madrid para probar, ¡en PS4!, la última entrega de su saga estrella: Assassin’s Creed IV: Black Flag.
Como ya sabemos, los acontecimientos que suceden en este título tienen lugar en el año 1715. Tomaremos el papel de Edward Kenway, un joven pirata que se forjará como asesino durante toda la aventura. Los chicos de Ubisoft confesaron que, desde hace tiempo, andaban con el gusanillo de ambientar uno de sus juegos en España, así que han aprovechado Black Flag para dar un papel importante a la presencia española. Mientras navegamos, será frecuente que nos crucemos con barcos ataviados con la bandera roja y amarilla, y ojo a todos los historiadores que estabais ya agazapados para saltar: usar la bandera actual ha sido una pequeña licencia que se han permitido para que podamos diferenciar mejor los navíos ingleses de los españoles. En el resto de aspectos, nos prometen lo que siempre les ha hecho presumir: rigor histórico y ambientación muy fiel a la realidad de la época.
De entrada, nos encontramos con el Assassin’s Creed más grande hasta la fecha: más de 50 ubicaciones diferentes entre tierra y mar. A pesar de su ambientación, no nos encontramos frente a un juego de batallas navales y navegación; en principio el balance de misiones es de un 60% terrestres y un 40% marítimas, pero podemos cambiar el porcentaje final del juego eligiendo las misiones secundarias que nosotros prefiramos. ¿Que os mola ir por alta mar pegando cañonazos a todo lo que se mueva? Pues hacéis las secundarias marítimas. ¿Que sois marineros de agua dulce y os mareáis al poner el pie en el barco? A por las misiones terrestres. Tanto las misiones principales como las secundarias tendrán lugar en entornos muy diferentes: grutas, fortalezas, islas desiertas, con ruinas mayas… Los chicos de Ubisoft hicieron especial hincapié en la espectacularidad de las misiones submarinas, que nos permitirán sumergirnos en el océano en busca de naufragios que podremos saquear para, posteriormente, repartir el botín con nuestra tripulación.
Y aquí es donde llega otro de los puntos principales de Black Flag: como buenos piratas que somos, tendremos que ir reclutando marineros. A veces, será posible hacerlo tras conseguir que se rinda el ejército enemigo. Otras, deberemos buscar por los pueblos e ir preguntando a los aldeanos. Y a la hora de tener contentos a nuestros hombres, y por supuesto, para avanzar en la historia, dispondremos de un sistema de gestión de mejoras que nos permitirá añadirle características a nuestro barco: armas, mayor velocidad, mayor tamaño, más plazas para poder llevar a más hombres a bordo…
Estos aspectos se ven reforzados con la inclusión de un concepto denominado companion gaming. Tal y como vienen haciendo otros juegos, la idea es que usemos nuestro smartphone o tablet como segunda pantalla a la hora de jugar. Esto nos permitirá marcar objetivos en el mapa, que automáticamente se verán reflejados en nuestra partida de PC o consola, y además, acceder a varios minijuegos para desbloquear tesoros y mejoras.
Con la teoría bien aprendida, tocaba dar paso a la práctica: disfrutamos de una demo en vivo corriendo sobre PS3. Comenzábamos enzarzándonos en una batalla en alta mar con los barcos enemigos. Los virajes y cambios de dirección son imprescindibles si queremos evitar los cañones enemigos. El sistema de apuntado es sencillo, con el clásico sombreado del área donde van a colisionar los proyectiles. Una vez hundidos todos los barcos, tocaba asaltar una fortaleza junto a nuestros hombres. Tras conseguir que el ejército enemigo se rindiese, tocaba elegir entre perdonarles la vida y reclutar a quien quisiera, o matarles. Esta vez, la persona que jugaba, optó por no dejar títere con cabeza y se dirigió a acabar con el mandamás.
Tras esta demo breve pero intensa, tocaba lo bueno: sentarse frente a una PS4 y jugar nosotros mismos. Si bien la demo de PS3 cumplía perfectamente, el salto generacional se nota mucho, sobre todo a nivel de texturas e iluminación, que esta vez es mucho más natural y realista, dejando lejos la técnica brillibrilli que tanto se usó a principios de esta generación. Comenzamos la misión en alta mar, donde, a lo lejos, se marcaba como objetivo la isla en la que debíamos desembarcar. Lo primero que llama la atención es lo fluido que va el juego: navegando en mar abierto, el framerate se mantuvo perfectamente estable, y no hubo ni una sola incidencia técnica, ni siquiera el clásico popping del que adolecen las entregas anteriores.
Al principio cuesta un poco hacerse con el control del barco, y quizá porque estábamos en un momento temprano del juego y este no tenía apenas mejoras, la navegación era bastante lenta y resultaba un poco pesada. Una vez llegamos a la isla, tocaba encontrar varios animales y matarlos para obtener recursos. De nuevo, a nivel técnico, el título cumplió perfectamente, manteniendo los buenos efectos de iluminación y mostrando agua y vegetación frondosa sin despeinarse. Una vez superamos la misión, volvimos al barco y nos dirigimos a otra isla con un pequeño poblado.
Allí pudimos enfrentarnos a varios guardias, y comprobamos que parece ser que la dificultad del combate ha aumentado, quedando lejos ya los enemigos que atacaban por turnos y de uno en uno al más puro estilo TRPG. A pesar de que esta isla ya contaba con edificaciones, y muchos NPC, el juego siguió sin resentirse a nivel técnico y visual. En ese aspecto, todo fue impecable. Cabe destacar que esta vez, todo indica que podemos abandonar el animus cuando nosotros queramos, y el control fuera del mismo, es en primera persona. ¿Qué veremos al hacerlo? No lo diré para evitar posibles spoilers, pero resultó divertido y sorprendente.
¿Cuál es la sensación general que me quedó tras jugar? A pesar de que las batallas navales son sustancialmente mejores que en la anterior entrega, ese regustillo a más de lo mismo sigue ahí. Por otro lado, habrá que ver si realmente el peso que se le da a este aspecto no se convierte en un enorme inconveniente para todos aquellos que al final no se enamoren de la navegación. Técnicamente, el juego ha mejorado respecto a sus anteriores entregas, así que la diferencia con la next gen, se nota, y mucho. Los fans incondicionales de la saga disfrutarán como enanos con este nuevo título. Para los que son de la opinión de que Assassin’s Creed empieza a dar signos de agotamiento, toca probarlo y sopesar si sus novedades quedan por encima de sus mecánicas de siempre. Hay que decir, eso sí, que la demo fue cortita, y no pudimos catar varios de sus supuestos puntos fuertes, como las nuevas misiones o la exploración del inmenso mapa.
¿Esto es todo? ¡No! Tuve el privilegio de entrevistar a Karl Luhe, Productor Asociado, y Arnaud Vaudour, Productor de Assassin’s Creed Black Flag, así que, para terminar, os dejo por aquí el resultado del encuentro:
[AKB]: Buenos días, y muchas gracias por permitirnos hablar con vosotros. Vamos a empezar con el protagonista: Ezzio Auditore fue un personaje muy querido por los fans. Sin embargo, Connor, el protagonista de la última entrega, resultó menos carismático, más apagado y taciturno. ¿Cómo va a comportarse Edward?
[Ubisoft]: Buenos días. Bien, Ezzio era un personaje carismático, sí, y a la gente le gustó especialmente por su faceta de playboy, eso seguro (risas). Creemos que todos los personajes de Assassin’s Creed tienen su atractivo, son diferentes y tienen sus propias motivaciones. Edward es un pirata, así que va a ser abierto, osado y por supuesto, muy carismático. Además, él no comienza el juego siendo un asesino, sino que se irá formando como tal según avancemos. Por eso, se añade una nueva dimensión a este personaje. Él se debe a sus hombres, le gustan las riquezas, los saqueos, las mujeres… Pero, ¿qué significa ser un asesino? ¿Qué implica para él? ¿Y para los demás? ¿Debe seguir luchando por una causa mayor o dedicarse al pillaje como reclama su tripulación?
[AKB]: Hace unos meses, circularon por internet unos concept art de Assassin’s Creed basados en el Japón feudal. Supongo que ya sabréis que mucha gente pide que ambientéis un título de la saga en esta época histórica. Viendo esto, ¿por qué al final os decidisteis por los piratas?
[Ubisoft]: Lo cierto es que, de entre todas las ambientaciones posibles, decidimos escoger la edad de los piratas. ¿Por qué? Bueno, para empezar, esto nos permitía crear un universo abierto, lleno de emplazamientos muy diferentes: cuevas, naufragios sumergidos, islas, fuertes, batallas navales… Podíamos crear un enorme mapa del mundo donde el jugador se moviese con libertad y escogiese lo que hacer. Además, esta época cuenta con personajes tremendamente carismáticos: Barbanegra, Calico Jack… Podremos conocerlos durante el juego, y entablar amistad con ellos. Por otro lado, la sociedad ofrecía características que nos resultaron muy interesantes. Por ejemplo, ¿sabías que era una sociedad con igualdad de sexos, donde los hombres y las mujeres valían lo mismo y no estaban por encima del otro?
[AKB]: Assassin’s Creed es una saga que ya cuenta con 5 entregas. A la hora de mantener los títulos fieles a la esencia de la saga, pero sin caer en la repetitividad, ¿qué proceso seguís? ¿Qué cosas consideráis imprescindibles y cuáles pueden mejorarse o desaparecer?
[Ubisoft]: Es una buena pregunta. El pilar fundamental de la saga, es la mecánica de ser un asesino: infiltrarse, trepar por los edificios, matar silenciosamente, pasar desapercibido… Es la principal seña de identidad que tenemos, por lo que siempre la mantenemos. A la hora de añadir nuevas mecánicas a Black Flag, nos hemos centrado especialmente en el tema de los barcos. Assassin’s Creed III ya contaba con batallas navales, pero mucho más básicas y limitadas. También podrás realizar actividades increíbles y espectaculares, como la caza de ballenas con arpón, o sumergirte para buscar tesoros ocultos y barcos que naufragaron. Tienes un enorme mapa por explorar, con muchísimas misiones secundarias. Son muchas novedades que hacen que el juego tenga muchas mejoras, sin duda.
[AKB]: Habéis desarrollado Assassin’s Creed IV: Black Flag, para dos generaciones de consolas diferentes. ¿Os ha supuesto muchas dificultades?
[Ubisoft]: Estamos muy orgullosos con el trabajo que hemos hecho con Assassin’s Creed IV: Black Flag. Ten en cuenta que lanzamos el juego nada menos que en 6 plataformas diferentes: PS3, Xbox 360, PC, Wii U, PS3, PS4 y Xbox One, y como tú bien dices, para generaciones diferentes. Ha sido duro, pero estamos encantados con el resultado, sin ninguna duda.
Solo queda dar las gracias a los chicos de Ubisoft por invitarnos al evento, y a Karl y Arnaud por concedernos unos minutos de su tiempo. Y a vosotros, ya sabéis: Assassin’s Creed Black Flag sale el 31 de octubre para las consolas actuales, y junto a PS4 y Xbox One en su lanzamiento.