El día de ayer fue el elegido por Microsoft para presentar su nueva consola, su nuevo dispositivo multimedia, su nuevo todo en uno, Xbox One. Si hay algo de lo que nadie puede dudar es la gran cantidad de incógnitas que ha habido con Xbox One. Sin embargo, el tiempo se acaba y los jugadores tienen que tomar una decisión.
Microsoft no quiere quedarse atrás en la lucha con Sony por llevarse el gato al agua. Un ostentoso hotel de Madrid es el lugar elegido para resolver todas las incógnitas que puedan quedar, así como probar parte del line-up de lanzamiento.
En el hotel encontrábamos muchas televisiones, mucho lujo y mucha, mucha comida. Qué mejor combinación. Así pues, tras una breve presentación tuvimos la oportunidad de probar Ryse: Son of Rome, Forza Motorsport 5, Dead Rising 3 y Killer Instinct. Como no sabía por cuál empezar, tomé el control de Ryse: Son of Rome.
Si hay algo que me llamó la atención en el pasado E3 durante la conferencia de Microsoft fue sin duda Ryse. En mi opinión, nueva generación lleva consigo la incorporación de nuevas IP, y si encima se junta con mi contexto histórico preferido, mejor aún. Para un amante de la cultura clásica es bonito saber de la existencia de este título, y tras probarlo, puedo decir que tuve más dudas después que antes. La apuesta de Crytek es gráficamente espectacular, con dos grandes elementos por encima del resto, como son su frenetismo y su carácter cruento. Por lo que pude probar dispondremos de un modo para un solo jugador con opción de cooperativo, entre otros. Antes de comenzar debíamos escoger un dios que nos otorgaría diferentes poderes como mayor daño, resistencia, velocidad…
Acto seguido aparecemos en un enorme coliseo Romano repleto de columnas corintias y un inmenso graderío con miles de personas; el ambiente era muy espectacular. Hasta ahora todo inmejorable, con una cámara en tercera persona al estilo GoW y una luminosidad también muy por encima de lo visto en esta generación. Nuestra misión era meramente sobrevivir con nuestro escudo y la espada, la cual podíamos sustituir por diferentes elementos que estuviesen por el suelo o que arrebatáramos a nuestros enemigos. El abanico de posibilidades era también muy amplio, pudiendo incluso usar ballestas. Un detalle gráfico interesante era que cuando nos clavan flechas quedaban incrustadas en nuestro cuerpo, con derramamientos de sangre, aunque al cabo del tiempo desaparecían.
El sistema de combate cuerpo a cuerpo es el que predominará en Ryse y es el aspecto que no me acabó de convencer puesto que no entendía bien en qué se querían centrar. Por ejemplo, tras la consecución de diversos golpes se pueden realizar combos a modo de QTE bastante sangrientos. El problema viene cuando estás constantemente pulsando botones que se marquen en pantalla hasta la realización del golpe. Durante este proceso todos los enemigos alrededor actuarían como figurantes de una película de acción, sin intervenir en la lucha, como si fuésemos intocables. Un aspecto positivo era que la cámara se situaba en una posición más vertical durante el cuerpo a cuerpo, ofreciendo una mayor amplitud visual.
Mis esperanzas ante este título, más allá de acostumbrarse a un sistema de control un tanto confuso, son que la historia esté a la altura de su contexto histórico. Hay muchos temas por tratar, incluso con la posibilidad de hacer una saga que dure toda la generación. Sería interesante poder encarnar a un personaje con su propio argumento, con el que puedas simpatizar y compartir la agonía del momento. Espero poder probar una demostración más avanzada para opinar más a fondo del juego, lo que está claro es que si te convence, es impresionante, un juego obligatorio para la consola y encima exclusivo. A continuación pude catar la tercera entrega de la conocida saga de Capcom, Dead Rising 3.
Se ha insistido mucho en la amplitud que va a ofrecer esta tercera parte, siendo más grande que el primero y el segundo juntos. Es cierto, quedé asombrado con la cantidad de cosas que hacer más que matar zombis, de verdad. Si bien es cierto que a primera vista las mecánicas son muy Dinasty Warriors, nada más lejos de la realidad. La exploración entra en escena con mucha fuerza, pudiendo encontrar escondrijos ocultos con ítems que equipar en nuestro personaje. Supongo que no es necesario precisar lo macabro que puede llegar a ser este juego. La cantidad de zombis por pantalla era enorme; podíamos vislumbrar a lo lejos del escenario más de una centena de ellos. El recorrido sigue siendo muy lineal, con varios carteles indicando por donde seguir, pero como digo hay mucha más interactuación con el entorno. Personalmente cogí el gusto al martillo eléctrico, que solo con rozar a un zombi infectaba al resto. Me sorprendió que el juego llegase a ser incluso gracioso con la variedad de vestimentas y acciones disponibles.
Sinceramente, aún siendo una mejora evidente con respecto a la segunda parte, con una gran variedad de zombis, todos ellos distintos a los demás, etc. sigue siendo Dead Rising. Al que no le gustase la franquicia o al menos no le acabase de llamar la atención, como por ejemplo a mí, va a seguir sin convencerle. Al fin y al cabo, es un poco repetitivo y habrá que machacar los botones continuamente. Como digo estoy seguro de que llamará la atención a muchos, sobre todo por el componente multijugador, pero que me dejo también con alguna incógnita.
Después de probar estos dos primeros exclusivos con varios compañeros de otros medios como el amigo Álvaro Ondina de MundoGamers, pudimos acudir a una pequeña presentación de la consola de manos de Lidia Pitzalis, PR Manager de Microsoft, en este Xbox One Suite.
En primer lugar se insistió mucho en la integración con las redes sociales, la posibilidad de realizar grabaciones de los últimos cinco minutos de juego y compartirlos inmediatamente con un amigo con solo pulsar un botón; ver un partido de fútbol y continuar con nuestras partidas de forma inmediata… Además, Xbox One contará con Skype integrado, algo a mi parecer muy interesante teniendo en cuenta lo masificada que está esta aplicación en cualquier dispositivo. También se habló sobre Kinect -aspecto en el que me siento tremendamente escéptico- con su integración con la mayor parte de los títulos, como por ejemplo dar acciones por voz en Ryse.
Al poco tiempo pudimos probar Killer Instinct, la nueva entrega de la veterana saga de Rare, rescatada en esta ocasión y con más frenetismo que nunca. No puedo opinar demasiado sobre él puesto que no pudimos conjugar más que un par de rounds por persona, pero lo que sí quedo palpable es lo vivo que está todo. El escenario deja de ser un mero paisaje para convertirse en un entorno tridimensional con una cantidad de detalle considerable. Es en estas cosas donde se ve verdaderamente la diferencia con la actual generación. Al igual que en Dead Rising encontrábamos un gran número de elementos en pantalla, aquí el símil será con todo lo que ocurre más allá de los dos combatientes. Al fondo de este escenario, basado en un puente en un ambiente tropical, encontrábamos un enorme volcán en erupción con pájaros volando, hojas cayendo y partículas de arena deambulando por toda la pantalla. En una pantalla de gran tamaño es muy espectacular. Es una lástima que no vaya a salir en formato físico para aquellos fans acérrimos de la franquicia, pero estoy seguro que sorprenderá a todo el mundo.
Tras ver las bondades de la consola en el apartado del software, y a expensas de probar de verdad todos aquellos servicios prometidos hasta el Madrid Games Week, se nos ofreció la posibilidad de coger con nuestras manos un modelo de la máquina. Sinceramente, y esto es algo en lo que coincidíamos todos los allí presentes, la consola es mucho más pequeña y mucho más ligera de lo que aparenta. Nada más llegar a casa cogí mi PS3 Slim para comparar y es cierto, no pesa. Es interesante el hecho de que disponga de una entrada HDMI de entrada y otra de salida, con la posibilidad de utilizar esta Xbox como un medio para ver otros contenidos a través de tales puertos. El hardware de la máquina cuenta con ventiladores en los laterales y en la parte superior de la consola. Se recomienda no disponerla en posición vertical, aún no sé exactamente la razón.
Bajo mi punto de vista la consola sigue teniendo el aspecto de un VHS bastante feo, con líneas muy rectas y bastante armatoste, pero como digo mis impresiones han mejorado enormemente al no pesar en absoluto y ser mucho más pequeña de lo que aparenta. Un punto a favor de la máquina que pudimos presenciar allí mismo es que, tras muchas horas de uso, seguía sin hacer absolutamente nada de ruido. Lo digo de verdad, nada de ruido.
Tras una ronda de fotografías pudimos continuar con lo que faltaba. Era turno del juego que más esperaba de la consola, Forza Motorsport 5.
Voy a ser claro, me encantó. Al comenzar tenías unos cinco coches aproximadamente para elegir, así como varios circuitos. Tras un breve tiempo de carga aparecíamos en un circuito donde se celebraría una carrera. El control era muy códomo, mucho más sencillo a mi parecer que en la cuarta entrega. La iluminación era también muy Next Gen, aunque había unos errores gráficos que cantaban muchísimo como es en el caso de la arena contigua al trazado, mostrando unos polígonos muy poco trabajados y pixelados. Espero que en la versión final esto mejore.
Hoy no vamos a hablar del mando de One, ya que durante los próximos días podréis leer unas impresiones del mismo a modo de comparativa con Dualshock 4. Sin embargo voy a decir solo una cosa, y es que la vibración de los gatillos traseros hace que la experiencia de juego gane muchos enteros. Me encantaría ver un título más arcade, como por ejemplo un Burnout, con este nuevo mando. Aun prefiriendo entregas de conducción más arcade, este Forza 5 es una experiencia muy buena de simulación, logrando un realismo que me asombró por momentos. No sé en qué quedará el producto final, espero con ganas una review de expertos en juegos de conducción. Pero si me ha asombrado a mí, que no soy un gran aficionado a la saga, seguramente deje con un buen sabor de boca a los grandes aficionados a la franquicia que dirige Turn 10.
Así fue este día, mucha carne de cañón dispuesta a ser lanzada a todos los mercados y con la intención de conquistar todos ellos. Mi conclusión personal es que el line up de Xbox One es superior al de PS4, teniendo en cuenta que títulos como DriveClub, que era uno de los que me llamaban la atención, ha sido retrasado a 2014. Si me tuviera que quedar con un juego de los probados ayer, ese sería Forza 5 junto con Ryse. Insisto en mis esperanzas en lo nuevo de Crytek, pues si se finaliza correctamente puede convencer a la mayoría. Tiene muchas cartas que jugar a su favor, el problema está en cómo jugarlas.
Xbox One saldrá a la venta el próximo 29 de noviembre a un precio de 499 euros, Kinect incluido. Si tienes ganas de probar todos estos juegos y opinar por ti mismo, tienes la oportunidad de hacerlo en los próximos 7, 8, 9 y 10 de noviembre en el Madrid Games Week, que se celebrará en IFEMA.
Mis agradecimientos a Inés, Juanita y Lidia por su amabilidad y su trato tan cercano.