Lo que me ha costado soltar este Everybody’s Golf Hot Shots me deja bien claro lo mucho que me gusta la fórmula del golf más arcade, que en esta ocasión ha sido desarrollada por Hyde, que relevan así a ClapHanz, que están con su propia saga de juegos.
Nunca dejará de sorprenderme que un deporte tan elitista como el golf sea interpretable de una forma tan asequible y entretenida en un videojuego, desprendiéndose de cualquier etiqueta de clase o status social.
Esta entrega de la franquicia Everybody’s Golf, bautizado en Japón como Minna no Golf y que anteriormente se conocía en USA como Hot Shots, es tan continuista como cumplidora. Y es que el juego resultará tremendamente familiar a les seguidores de una saga que no necesita de cambios drásticos para seguir a lo suyo, que es divertir y enganchar a lo loco.
La principal novedad es que es la primera entrega de la saga que se puede jugar fuera del ecosistema de Playstation. En cualquier caso, destacar la inclusión de diferentes climas, lo que afecta al comportamiento los golpes, y la posibilidad de jugar de noche, quizá los principales añadidos del juego.
Este Everybody’s Golf Hot Shots combina muy bien los modos individuales, en forma de desafíos y un Campeonato/Modo Historia, con los modos multijugador, que nos permiten enfrentarnos, tanto online como en local, con otres jugadores, con diferentes modificadores para hacer la partida más amena.
Quizá el punto que menos me ha convencido, a título personal, ha sido el de los desbloqueables. Hay muchos, es innegable, sobre todo en lo que respecta a la lista de personajes seleccionables, que llega hasta los 30. Pero yo personalmente hubiera preferido ir consiguiendo una mayor variedad en las opciones de personalizar el aspecto de los personajes, más allá de los trajes completos que se van obteniendo al superar determinados retos.
Everybody’s Golf Hot Shots es justo lo que esperaba. No voy a decir que ha superado las expectativas que tenía puestas en él, porque no es el caso, pero me he vuelto a encontrar con un juego que te engancha con el argumento correcto: el de la diversión sin filtros.