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Fanboys, haters y otras criaturas

¿Es un comercial infiltrado? ¿Es un jugador sobornado que va a comisión? No. Es un fanboy.

El fanboy común es una especie que habita principalmente en internet, donde tiende a unirse a una manada que comparta sus mismos intereses. Está caracterizado por ser un furioso predador, ya que cualquier incauto que ose poner en duda la calidad de la consola a la que el fanboy rinde culto, es devorado en cuestión de segundos por este y otros compañeros que acuden llamados por una inexplicable conexión telepática. La forma de organización más común del fanboy es el subforo, que lleva el nombre de la consola o compañía venerada. Allí pasa su tiempo inventando nuevas palabras de alabanza y compartiendo capturas, vídeos, y en general cualquier información susceptible de encumbrar su consola por encima de toda la calidad y tecnología existente y por existir, sin importar si esta es fiel a la realidad o no.

En momentos de aburrimiento, los fanboys emprenden pequeñas incursiones en solitario o en grupo hacia los subforos enemigos, desatando una guerra al dejar algún dato técnico: una imagen con dientes de sierra, una evidencia de copia de periféricos, pruebas de la mala calidad de los componentes o unos datos bochornosos de ventas. Se conocen casos en los que un inocente gamer ha cometido el error de vagar perdido hasta dar con una comunidad de fanboys, y una vez allí, tras hacer un comentario sobre sus gustos (contrarios a los de la comunidad, por supuesto) ha sido devorado en cuestión de segundos por hereje, cegato, crío, graphicwhore u otro calificativo.

Así pues, tras observar a estos curiosos especímenes, podemos debatir varios puntos:

1) ¿De dónde viene la vena hater que acompaña a la mayoría de fanboys?

Cuentan las leyendas que antaño existía una raza de fanboys que se limitaban a adorar su consola y a convivir pacíficamente con otras comunidades fanboys. Hoy en día es raro encontrar a algún superviviente de esta ancestral raza. El fanboy común siente un intenso odio hacia toda la competencia, y siente la imperiosa necesidad de demostrar que lo suyo es mejor, más potente, más bonito y más gamer. Un fanboy entra en modo hater ante cualquier estímulo exterior de otra compañía: imágenes, conversaciones, anuncios… Da igual que carezca de datos objetivos para criticar.

Numerosos estudios intentan indagar en las raíces de este comportamiento. Las teorías más válidas apuntan a que el hater se forma en la infancia, cuando tiene que aguantar los pavoneos y burlas de sus amigos que tienen una consola más cara que la suya, o un juego que está más de moda. Ante la imposibilidad de adquirir otras plataformas para jugar, el pobre niño sólo puede defenderse criticando lo que otros tienen, y al final este comportamiento acaba formando parte de su personalidad. Otros estudios apuntan a que hay haters que antaño adoraron a la compañía que odian, la cual les decepcionó gravemente y a la que desean la peor de las bancarrotas y hundimientos. Lamentablemente nunca lo sabremos, ya que el individuo niega su comportamiento y argumenta ser objetivo y más listo que los demás.

2) ¿Qué idioma habla un fanboy?

Actualmente se conocen varios dialectos, pero los más comunes son los basados en la potencia (construcciones con las palabras GPU, CPU, RAM, polígonos, framerate, texturas, Full HD…) la diversión (abunda el término gameplay, frescura, innovación, originalidad copiada…) la inteligencia del comprador (multiplataforma, componente actualizable, periféricos, avances, tecnología punta) y la calidad (shooter, comodidad del mando, excelente servicio online, precio ajustado…) Estas palabras pueden tener sentido por sí solas, pero en una conversación con un fanboy lo pierden por completo, ya que esta se convierte en una verborrea de ataques, datos y descalificaciones muchas veces absurdas. El fanboy también puede entablar discusiones mediante imágenes comparativas o tablas de datos técnicos.

3) ¿Son los fanboys adivinos?

Otra curiosa característica del fanboy común es su capacidad para ver el futuro. Ante cualquier dato de un futuro lanzamiento exclusivo o una nueva plataforma, augurará una calidad sin precedentes, unos éxitos de ventas abrumadores y el hundimiento sin remedio del resto de compañías. Da igual que únicamente haya salido un rumor o una noticia sin mucha información: el fanboy sabe lo que va a pasar. Sabe que el juego es buenísimo aunque no haya salido. Sabe que la próxima consola de la competencia va a ser mucho menos potente que la de la compañía que idolatra, aunque no se sepa nada de ninguna de las dos.

4) ¿Es realmente el fanboy un amante de los videojuegos?

El último punto, y el más importante. Ya ha quedado claro que el fanboy derrocha amor hacia la consola que posee en todas sus aportaciones. De hecho, se declara un enamorado de los videojuegos. ¿Tiene razón? El fanboy no comprende que la variedad y la competencia favorece a los gamers. El fanboy no entiende que cada compañía tiene mucho que aportar al terreno de los videojuegos. No es consciente de que muchos de los juegos y sistemas que critica han hecho posible que hoy pueda jugar el título que ahora mismo le entretiene. El fanboy no alcanza a imaginar lo que le perjudicaría que sus deseos se hicieran realidad y el resto de compañías se hundiesen y desapareciesen.

¿Llegará un día en el que gamers de todas las plataformas y gustos convivan en paz, aprendan a respetarse y a valorar todas las opciones? Nunca lo sabremos. Lo único que sabemos es que Vita, tal y como se veía venir, va a ser un fracaso absoluto, y acabará copiando a 3DS que es la verdadera triunfadora, porque Nintendo es la única compañía que innova realmente. O que Wii U volverá a ser una consola sin potencia con juegos para críos. O que Xbox 720 va a ser muchísimo mejor y más potente, y va a durar más. Y quien niegue esto, es que no tiene ni idea de videojuegos.

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