Como amante confeso de PES 6 para PS2 debo reconocer que FIFA 13 tiene cosas que en un juego de PS2 no podrían existir. Como los increíblemente satisfactorios pases al hueco entre la defensa. O el revolucionario juego físico, con las aparatosas caídas, los remates imposibles, los choques de trenes de mercancías…
Pero también hay cosas para olvidar, como las inexistentes animaciones faciales o el lamentable público, que da vergüenza ajena. A pesar de ello, FIFA 13, con sus propias armas, es el equivalente actual a los PES de antaño en cuanto a capacidad de satisfacer como experiencia completa. Y eso son palabras mayores. Me refiero a la experiencia completa, no al simulador en si. En eso los juegos de la PS2 siguen estando por encima.
Vale, los cracks no tienen la personalidad del casi-retro juego de Konami, y la mística de la Master League no la encuentro en ninguno de los numerosos modos de juego del título de EA. Pero la producción de los canadienses de EA Sports es, más que nunca, sublime, ostentosa y casi definitiva. Y eso sin entrar en la Bestia que rodea al juego en si: Ultimate Team, campeonatos Online, modos Carrera, las pruebas antes de los partidos… FIFA 13 es una declaración de amor al Deporte Rey que va mucho más allá de haber creado el que sigue siendo el dominador incontestable en la presente generación. Y es que los modos de juego que se han construído alrededor de una fórmula cada vez más depurada convierten la experiencia FIFA 13 en, casi, un MMO de fútbol que te absorbe irremediablemente y que hace volar las horas a su lado.
Hace unos días me enteré de la ¿nooticia? de que FIFA 13 era el responsable directo de 1 de cada 10 rupturas en el Reino Unido. La cosa olía a sensacionalismo puro… hasta que le eché las manos a la versión final. Y es que los partidos son sólo la punta del iceberg. Por ejemplo, ahora estoy enganchado al modo Ultimate Team. Sólo el hecho de ir haciendo crecer a tu equipo, de buscar el balance entre estrellas, de subastar a tus cracks para poder mantener el equipo, sintiendo lo que debe sentir el Español o el Atlético de Madrid al final de cada año…
FIFA 13 es la culminación de un producto que, quizá, ha llegado casi al límite en lo que respecta a su fórmula futbolística, y EA Sports, consciente de esto, ha decidido potenciar la franquicia a través de todo lo que rodea a los partidos. Las partidas rápidas, afortunadamente, siguen existiendo, pero el abanico de modos que lo acompañan convierten al juego de Electronic Arts en un Gigante como no se había visto hasta la fecha en sistema alguno. No me extrañaría que en unos años Los Sims encontran su hueco en FIFA. Tiempo al tiempo. Con productos como FIFA 13, los saltos generacionales en los videojuegos tiene sentido.