Castlevania: Lords Of Shadow 2 es, a pesar de su título, la tercera y última entrega de la trilogía desarrollada por Mercury Steam. Está disponible para PC, Xbox 360 y PS3. No es necesario jugar a los anteriores, sobre todo a Mirror of Fate, pero lo disfrutarán más lo que sí lo hayan hecho.
Inicialmente tenía pensado comprarlo para PS3, pero tras jugar a las demos me decanté finalmente por la versión de ordenador, que le da un baño a la otra en su aspecto técnico y además es más barata, aunque todas las versiones han salido a precio reducido. La de PC, con la resolución nativa de mi monitor (1920×1200) y a 60 FPS estables es una delicia visual. Parece que está muy bien optimizado.
En mi equipo, que ya tiene 7 años y en el que lo único que le he cambiado en este tiempo ha sido la tarjeta gráfica (ahora lleva una nVidia GeForce 550 Ti) va muy bien, con la máxima resolución y el pack de texturas HD activado todo el tiempo (se pueden activar en el menú de opciones del juego). De todas formas, lo mejor es que cada uno pruebe la demo en su máquina para ver qué tal va.
El juego empieza muy bien, con acción desde el primer momento. Es el mismo contenido de la demo y un poquito más después, durante la primera media hora de la partida. Se toma el control de Drácula en su castillo, que está bajo el asedio de los humanos. En estos primeros compases de la aventura se introduce el sistema de combate y de navegación/plataformas por los escenarios.
Una vez acabada la introducción llega una retahíla de secuencias de vídeo. Son interesantes y te meten de lleno en la historia en el punto donde acabó el primer Lords Of Shadow. Uno de esos vídeos es un resumen de los juegos anteriores. Es muy bonito, pero se me hizo demasiado largo. Para el que no haya jugando antes a la trilogía es perfecto, pero para el resto va a ser bastante de relleno. Se puede pausar el juego en cualquier momento y, si el jugador lo desea (no es automático al pulsar Start como en otros juegos), saltar las cinemáticas, que están generadas con el propio motor del juego. Aunque no cuenten nada que no sepamos en este vídeo-resumen, merece la pena verlo la primera vez aunque sea sólo por su estilo gráfico.
Y a partir de ahí, el juego sufre un pequeño bajón, le cuesta arrancar. Esos primeros compases en la ciudad, en el presente, no enganchan. Se comienza en un complejo industrial bastante genérico y no hay demasiada acción, todo es muy pausado.
Una vez se accede al castillo de Drácula la cosa mejora bastante. Es todo mucho más bonito (artísticamente hablando). Tras pasear un poco por el castillo llegan los primeros combates, la cosa se pone interesante y… de vuelta a la ciudad, antes de poder engancharnos de verdad al juego. A partir de ahí la cosa ya va mejorando bastante. Se intercalan las localizaciones del castillo y la ciudad con bastante frecuencia, para que no se nos haga pesada ninguna de las dos partes.
El juego presenta un mundo abierto de una forma similar al Batman Arkham Asylum. A través de la historia se van desbloqueando poco a poco los lugares a los que podemos acceder. Y como en ese juego, no es necesario patear mil veces los mismos sitios para avanzar, no es un sandbox. Si optamos por seguir la historia sin volver atrás, visitaremos todos los lugares una única vez, salvo aquellos que comunican unas zonas con otras. Pero al que le guste explorar para conseguir todos los objetos secretos tras haber obtenido nuevas habilidades, tiene mapa de sobra.
En el primer juego la cámara era fija y eso se criticó bastante. A mi me gusta esa cámara para este tipo de juegos, así que no me molestó. En esta ocasión podemos rotar la cámara a nuestro antojo alrededor del personaje. Lo cierto es que el cambio le sienta de maravilla a nivel jugable.
Los escenarios son muy bonitos, sobre todo los del castillo, pero no tanto como los del primer Lords Of Shadow. No es lo mismo tener que modelar para una cámara fija que hacer un escenario completo para una cámara libre. De todas formas, esto depende mucho del criterio personal. Lo que sí se nota es la falta de variedad en las localizaciones, especialmente en la ciudad. Es lógico, teniendo en cuenta dónde se sitúa la acción, pero se aún así, se echan de menos lugares que visitar un poco diferentes.
La historia es interesante, aunque quizá está un poco desaprovechada la figura del protagonista. Una vez terminado el juego he quedado satisfecho con lo que me han contado y me parece un muy buen cierre para la trilogía, pero durante la partida, probablemente más por la forma de narrarlo y por su guión que por la historia en sí, no me estaba cautivando de la forma que lo hizo la del primer título.
Donde sí ha mejorado mucho el juego es en la navegación por los escenarios. Con un mundo mucho más abierto, incluso sin volver atrás a investigar, hay muchas más zonas con secretos para recorrer durante la progresión normal de la partida y es todo más rápido. Agarrarte a los salientes, pasar de uno a otro y saltar entre plataformas es mucho más rápido y ágil que antes.
El otro punto de mejora ha sido el sistema de combate. Se ha sustituido la magia azul y la magia roja por una espada y unos puños. La idea básica sigue siendo la misma, cuando activas uno u otro, su barra de energía va bajando hasta agotarse, aunque en lugar de bajar mientras están activos, sólo lo hacen al golpear con ellos.
No hay una variedad muy grande de enemigos, pero creo que sí suficiente. Cada uno tiene sus patrones de ataque bien definidos y si aprendemos bien sus puntos fuertes y débiles, cuando se junten unos cuantos en pantalla nos será más sencillo derrotarlos. No es un machaca-botones sin sentido. Además, se premia el uso de distintas habilidades para mejorar las armas, por lo que durante toda la aventura será frecuente ir variando el tipo de ataques que utilizaremos.
Lo peor de los combates del juego es que hay pocos. Es raro que yo lo diga, teniendo en cuenta que me suele gustar más la exploración que el combate en estos juegos, sobre todo si consiguen un buen equilibrio entre ambos. Aquí están bien intercaladas las zonas de lucha y exploración, pero si hubiera más combates no me habría importado porque las luchas me han resultado muy entretenidas.
Jefes enormes hay un buen montón, como debe ser. Eso sí, los he encontrado bastante sencillos (en el Lords Of Shadow eran mucho más complicados), probablemente porque el sistema de combate reacciona mejor y el jugador tiene más margen de error. Un poquito más de dificultad, sobre todo en los últimos, no habría estado mal. De todas formas, he jugado en nivel de dificultad Normal. Es probable que cuando termine el juego en niveles de dificultad superiores la cosa no sea tan sencilla.
En lineas generales, tiene cosas mejores y cosas peores que el primer juego. Quizá éste me ha gustado un poco menos, pero aún así lo he disfrutado mucho. La música, de nuevo compuesta por Oscar Araujo, sigue la linea de los juegos anteriores. A mi me encanta para este tipo de juegos y también para escucharla sóla, aunque se que hay gente a la que no le ha convencido.
Y como me pasó con el primero, en cuanto lo terminé volví a empezarlo. En esta ocasión, en el modoo New Game+, se pierden las habilidades y objetos conseguidos, pero se conserva toda la experiencia ganada para volver a aplicársela a las armas y algunas cosillas más.
Si hay un punto negro-negrisimo en el juego son sus famosas fases de sigilo, de las que la mayoría ya habrá oído hablar. No son divertidas, no aportan nada y están metidas con calzador. Pueden tener sentido las dos o tres primeras veces que aparecen por eso de que Drácula está débil, pero a partir de ahí son un incordio más que otra cosa. Me tocó especialmente las narices la última. Aún habiendo visto un vídeo en Youtube de cómo pasármela y saber lo que tenía que hacer, me tocó repetirla mil veces hasta que logré superarla. La anterior, que parece que le ha dado problemas a mucha gente, haciendo uso de la habilidad de transformarse en niebla se supera en un momento sin problemas.
Como no me han gustado, normalmente aprovechaba a parar mis sesiones de juego cuando llegaba a una. Hay que descansar de pantalla de vez en cuando para que no se nos caigan los ojos. De todas formas, no suponen una gran porción del juego. Si una partida completa normal nos tomará alrededor de 14 horas, una duración bastante superior a la mayoría de juegos del género, salvo que el jugador se atasque en alguna, no creo que supongan más de media hora entre todas. Así que no es un problema demasiado grande.
El doblaje, en inglés y protagonizado por Robert Carlyle y Patrick Stewart entre otros, es realmente bueno, de esos que no te importa que no esté en castellano (tal vez porque estoy muy acostumbrado a verlo todo en versión original). Todos los textos están en castellano y se incluye una biblia con muchísima información sobre personajes, objetos y enemigos que se van desbloqueando poco a poco.
Por lo visto, jugando con teclado, el juego sigue mostrando en el HUD (Heads-Up Display, la información en pantalla) los botones del mando de Xbox 360. Como yo lo he jugado con mando, no puedo asegurar que siga igual o que lo hayan arreglado con algún parche, pero supongo que esa actualización aún no ha llegado. Debe de ser bastante molesto en los QTE (Quick Time Events), aunque estos se pueden desactivar si no queremos tener que pulsar botones durante las cinemáticas.
Tiene sus cosillas y un progreso con más interrupciones de las que me gustaría (demasiadas cinemáticas y travellings de cámara), pero es un juego largo (para los estándares actuales) y bastante entretenido. Salvo los primeros compases del juego y las famosas partes de sigilo, no se me ha hecho aburrido en ningún momento, siempre me costaba dejarlo cuando tenía otras cosas que hacer. Gustará especialmente a aquellos que disfrutaron de la primera entrega. Para el resto, si les gusta el género, creo que es una buena opción de compra teniendo en cuenta su precio de salida, bastante más bajo de lo habitual. [80]