Me vais a permitir que me posicione desde el principio, en mi opinión si hay una saga que ha definido esta generación ha sido, sin duda alguna, Mass Effect. Y no solo me refiero a nivel narrativo sino, lo que es aun más importante, a nivel de continuidad y de repercusión de las decisiones en el universo del juego. Está claro que queda mucho trabajo por hacer en este sentido pero las aventuras del comandante Shepard han marcado el inicio de lo que puede ser un nuevo camino a la hora de explorar el propio universo y entorno de un videojuego.
Evidentemente no he tenido ocasión de comprobar como evoluciona todo esto en la demo mostrada en el Gamefest pero sí he podido ver como la saga sigue perfeccionando su sistema de combate y como la IA de los enemigos va a poner las cosas más difíciles que nunca.
Nada más pulsar el botón start el juego te pedía escoger entre distintos tipos de personajes. Yo fui fiel a mis gustos y me decanté por la clase Sentinel, que combina poderes bióticos con poderes de combate. Aunque, he de decir, que se me hacía raro controlar a un maromo musculado en vez de a una simpática señorita de pelo rojo. Nuestra misión era defender la cápsula de escape en la que se encontraba encerrado nuestro aliado Mordin a través de distintos niveles mientras dábamos buena cuenta de cuanto mercenario se pusiese en nuestro camino.
Desde luego gráficamente el juego se ha beneficiado de manera más que evidente del nuevo motor: las iluminación es fantástica y la calidad y tamaño de las texturas ha mejorado muchísimo, sobretodo si las comparamos con las de la primera parte. Los enemigos, como decía, nos pondrán las cosas más difíciles que nunca: ahora trazan estrategias de manera evidente e, incluso, flanquean al personaje para sorprenderle y tenderle emboscadas. Se parapetan en las coberturas y hacen que sea el jugador el que vaya a por ellos y no al revés. Muy buen trabajo de Bioware en este sentido. La IA del pelotón, que en este caso estaba formado por Liara y Garrus, también ha mejorado sensiblemente: En una ocasión en la que nos atacaban unos mercenarios cubiertos con escudos pesados nuestra compañera Asari utilizaba sus poderes bióticos para romper sus defensas momentáneamente y facilitar el trabajo al resto. Para finalziar la demo un enorme mecha irrumpía en escena y nos obligaba a ir de parapeto en parapeto buscando sus puntos débiles hasta hacerle caer.
Mass Effect 3 es uno de los más grandes y, a falta de ver como evoluciona narrativamente, parece que en Bioware son conscientes de que tienen entre manos el fin de una saga que cerrará una época. No puedo esperar a hincarle el diente.