Si hay un juego que me ha dejado con la boca abierta a nivel gráfico de la Gamescom 2013, ese es Battlefield 4. Consigue impresionarme por la profundidad del motor, demostrando que va a ser mucho más que una cara bonita. Eso sí, ese culo pide un PC a gritos.
Spoiler: un buque de guerra atropella una fortaleza de la isla. Como suena.