Garden Story: una aventura en la Arboleda

Hará ya más de un año desde que, viendo uno de mis adorados Wholesome Direct, vi un pequeño juego que me entró muy fácilmente por la vista por su adorable apartado gráfico y su premisa de ser un rpg de acción con toques de gestión de ciudades. ¿Actraiser? Ni de cerca, pero eso no quiere decir que Garden Story no sea un juego muy interesante.

Garden Story

Historia de una fruta

Nos encontramos ante otro de esos desarrollos locos donde una persona en solitario se embarca en un proceso de creación que se alarga durante casi cinco años. Picogram, en este caso, se ha encargado del arte, programación y diseño del título desde su concepción (con música de Graham Nesbitt), presentando un producto pulido, colorido y con personalidad. Es un juego para jugar con tranquilidad donde a pesar de la existencia de combates en tiempo real y tratarse de un rpg de acción todo, desde la música al ritmo del juego, es muy pausado y tranquilo.

Más adelante quiero tratar el tempo del juego con más detalle porque me parece muy interesante como se ha hecho, pero primero trataré de poneros en contexto. Garden Story trata de salvar una comunidad, de cómo los lazos de los seres vivos y el altruismo son más fuertes que la adversidad y cómo juntos podemos salir adelante. Encarnamos a Concord, una pequeña uva que apenas ha comenzado a dar sus primeros pasos en el mundo cuando le otorgan su primera misión: cuidar de nuestra ciudad natal como guardián. Nuestro mentor, Plum, está preocupado por el estado del mundo. El resto de los guardianes han desaparecido y solo quedan ellos dos en la ciudad de primavera junto con Mandy, la encargada de la ciudad de invierno. Plum se marcha dejando a Concord al cargo intentando encontrar respuestas… y aquí comienza el juego.

La arboleda sagrada

Cuando digo que Garden Story es un juego lento lo digo con conocimiento de causa. El juego, con una música muy tranquila y ambiental, quiere explicarte todo lo que vas a poder hacer y hasta que no te marches a la segunda ciudad no te soltará la mano en ningún momento. La mentalidad con la que coges el producto debe ser la adecuada en este aspecto y debes saber que te vas a encontrar, pues si no puede llegar a aburrir. Por suerte, no fue mi caso.

El avance del día, las estaciones, la música, el arte del juego… todo te pide que te tomes un respiro, que disfrutes del momento. Nuestra misión en el juego será seguir a Plum mientras vamos ayudando al resto de ciudades con el peligro que acecha la Arboleda: la Podredumbre (Grove y Rot respectivamente, pues el juego está en completo inglés). Es un juego que se toma su tiempo en arrancar y enseñarte las posibilidades del título, lo cual quiero desarrollar a continuación.

El camino de la uva

Pensemos en la mayoría de juegos donde seguimos el tan usado “camino del héroe”: una sola persona, gracias a un mentor que lo acompaña en sus primeros pasos, es capaz de cambiar el mundo. En casi todos buscamos salvar algo, ya sea a una persona, una ciudad, el mundo o a tu mascota. El motivo no importa, pero durante el periplo conoceremos a personas, influiremos en las rutinas de los lugares que visitemos y ayudaremos a la gente para, al poco, continuar.

En Garden Story todo es parte de un mismo cometido. Viajamos por la Arboleda para restaurar las conexiones perdidas entre ciudades hermanas por culpa de la Podredumbre. Por tanto, los propios lugares no están en las mejores condiciones, y es aquí donde el juego juega una baza muy inteligente: no solo tenemos que explorar, somos un Guardián, y con ello vienen más responsabilidades que las de simplemente luchas contra el mal. Tenemos que reconstruir la sociedad y ayudar a nuestros vecinos para recuperar el hogar que se ha ido marchitando con el tiempo.

Reconstruye a tu gusto

Mientras peleamos al más puro estilo de un ARPG utilizando diversas armas, mejorando nuestro equipo y explorando el mundo luchando contra enemigos, tenemos que ayudar a nuestra comunidad. Es parte de la historia, pero el juego se encarga de meterte en el mood para que dediques, si quieres, más tiempo o no, permitiéndonos por el camino hacer lo mínimo necesario para aprender que esta mecánica existe y decidir nosotros mismos el nivel de implicación que queremos tener.

Todo el postgame se basa en esta misma premisa, donde debemos ayudar a la comunidad a alcanzar el zenit que poseía ayudando en pequeñas misiones diarias y construyendo por cada comunidad para crear una estética que a nosotros nos guste. Esto funciona estupendamente bien con el estilo del juego, muy sosegado, y permite al jugador encontrarse con un pequeño cajón de arena adorable, similar a un Animal Crossing, pero manteniendo elementos de acción.

Le pesa quizá la propia creación del juego como un RPG, pero entiendo su uso como una herramienta para permitir que cada jugador, invirtiendo más o menos tiempo, pueda hacerse con el título y completarlo a su ritmo. Quizá, si el juego hiciera más hincapié en mostrarnos los lazos entre las ciudades, además, el producto final sería más pulido. Construimos, las mejoramos, les ayudamos… pero no sentimos salvo por que avance de la historia que las ciudades se estén hermanando y manteniendo rutas de comercio como se nos especifica que hacían antes. Queda extraño y hace que se pierda un poco de la mágia.

En resumen

Garden Story es una pequeña joya indie con mucho potencial y carisma. Tan largo casi como tu quieres que sea, la historia principal avanza lenta, enseñándote a jugar, hasta que llega el momento de soltarte la mano y lanzarte a la aventura. En definitiva, y tras haberle dedicado más de diez horas (un título corto hasta que arrancas con el postgame), la nota que creo se merece el juego es un [85].

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