Gracias a la generosidad de nuestra compañía de hosting, Minerva Hosting, este mes vamos a poder estar online. El mes que viene, aunque suene extraño, quizá no lo estemos. ¿Por qué? Pues porque nuestras necesidades de hosting se han duplicado y el coste del hosting se ha disparado hasta una cantidad que, teniendo en cuenta nuestros nulos ingresos, se hace inabarcable. En fin, mientras hacemos malabares para poder ingeniárnoslas para encontrar una forma de pagarlo, os aconsejamos que disfrutéis de AB cada día como si fuera el último. Porque quizá realmente sea el último.