Hasta la fecha Guacamelee! era una golosina que solo los usuarios de PS Vita y PS3 podían degustar, uno de los motivos por los cuales el resto de los jugadores les mirábamos con desprecio, pero eso cambió el pasado día 8 de agosto, cuando llegó mediante Steam y para todos los que tuvieran 14€ en el bolsillo, la obra de Drinkbox Studios a los PCs de medio mundo.
Ahora hemos podido jugarlo a fondo en ordenador, pero con un mano de Xbox 360, eso siempre señores. Las novedades de esta versión para compatibles respecto a las de la de las consolas de Sony son más bien escasas, para conocer a fondo todo lo que ofrecía y ofrece Guacamelee! podéis leer el fantástico análisis del juego que Wiwo hizo en su día.
Yo me limitaré a lo que ha supuesto la experiencia de Drinkbox para mi, un jugador que lleva buscando un título perteneciente a ese curioso subgénero llamado Metroidvania o Castletroid si sois alternativos y asquerosos. Creo recordar que en la presenta generación se pueden contar con los dedos de la mano de un obrero mutilado al que solo le quedan tres dedos, la cantidad de buenos títulos en 2D de exploración y combate que he jugado, posiblemente sean Dust: An Elysian Tail (Humble Hearts, 2012) Shadow Complex (Chair Entertaiment, 2009) y este Guacamelee! que ahora nos ocupa.
Sin duda habrá más, sobretodo en Nintendo DS donde han aparecido algunos Castlevania, pero son títulos a los que no he tenido acceso y es un género que me encanta, si tenéis alguna recomendación no dudéis en dejarla en los comentarios, me encantará intentar jugarlos.
En lo que si es pionero Guacamelee! es en ofrecerme un juego que me recuerde de manera casi continua a uno de mis grupos de rock español favoritos, La Pulquería, la ambientación puramente mexicana aderezada con mucho humor y todavía más color dotan a Guacamelee! de una de las personalidades más acentuadas de la generación. No se puede acusar a Drinkbox de copiar nada gracias a esa personalidad única de la que os hablo, pero no por ello no puedo dejar de decir que la cantidad de referencias que poseen las distintas localizaciones y situaciones de la aventura es impresionante, a todo tipo de cosas que se os ocurran, MEMEs de internet, cine y sobretodo videojuegos (estos tíos están enamorados de Nintendo, aviso).
Juan Aguacate, que así se llama nuestro peculiar héroe, ha soñado desde niño con ser un famoso luchador mexicano, pero la vida en el pueblo es dura y se ha visto obligado a tener que trabajar viendo como otros cumplían su sueño por él. Hizo falta la llegada de Calaca, jefe y señor del mundo de los no muertos, al pueblo y el posterior rapto de la hija del alcalde para que Aguacate pudiera ver visto su sueño cumplido y multiplicado por mil, gracias al poder de una máscara mágica que recibe de Tostada, la guardiana de la máscara.
Una historia típica de la que debemos extraer lo importante Juan es un luchador mágico por lo que el combate en Guacamelee! debe corresponderse con la narrativa del protagonista y ofrecer una experiencia cuanto menos confortable, cometido que cumple de sobras a lo largo de las seis horas que según Steam me ha llevado completar el título. La cantidad de combos con los que cuenta Juan, más los que podemos comprar por las tiendas repartidas a lo largo del juego, sumados a los movimientos especiales que nos otorgan las estatuas chozo del maestro cabra, crean un buen conjunto de hostias como panes volando por los coloridos paramos de este México mágico.
Un detalle que se agradece enormemente es que hayan tenido la cautela de no ofrecer poderes que realmente usemos en dos ocasiones contadas, bien por poco útiles, por difíciles o por otorgarlos cerca del final del juego. Estos problemas los han solventado con ataques especiales que sirven tanto para combate como para superar obstáculos inalcanzables sin ellos, como los misiles de Metroid para que os hagáis una idea. Nunca sentiremos que un combo comprado o un poder han sido desaprovechados gracias a la opción de volver al último punto de guardado del juego una vez superado el final para completar las misiones secundarias y obtener todos los secretos del mapa.
Además en esta Gold Edition de PC han incluido el DLC El Diablo’s Domain que nos da acceso al infierno, donde deberemos superar una serie de retos jodidísimos de completar en oro para ayudar al diablo a… nada, los spoilers mejor dejarlos de lado. A lo que nos obliga esta serie de retos es a dominar al control de Juan al milímetro, si bien la aventura principal del juego es relativamente sencilla incluso en su dificultad más elevada, estos retos os harán temer por la integridad física de vuestro mando. Carreras de obstáculos contrarreloj, combates en los que no puedes ser alcanzado, en los que debes encadenar combos kilométricos y hasta niveles donde debes usar portales como si fueras una Chell de la vida.
Pero niños, esto es PC, es más ¡THIS IS STEAM! lo que significa que Steam Workshop lo da (casi) todo con Guacamelee! y proporciona a los jugadores una herramienta para crear skins tanto para Juan como para Tostada, a quien se puede controlar a lo largo de todo el juego ofreciendo así un segundo personaje para el cooperativo (pero como soy un triste sin amigos como dice Wiwo en su artículo, no he probado el cooperativo por eso no os hablo de él). De momento no hay demasiados diseños pero encontramos cosas tan divertidas como Aguacate con la cabeza del logo del website Destructoid, Robotico Juan o al mexicano con la cara de Manny Calavera. A diferencia de los skins alternativos que se incluyen en el juego, los creados en Steam Workshop no otorgan ningún tipo de habilidad especial.
En resumidas cuentas Guacamelee! me ha aportado una de esas experiencias de juego sencillas en su planteamiento pero complicadas en su ejecución, diversión a niveles que sinceramente no esperaba, un gran plataformas brawler en un maravilloso y animado 2D, abreviando un título al que todos deberíais dar una oportunidad salvo que reneguéis por completo del género o del estilo animado, en cuyo caso sois seres oscuros y sin corazón, si se me permite decirlo. [95]