Le hemos echado el guante a la guitarra inalámbrica de Guitar Hero 3 y, la verdad, nos esperábamos otra cosa. El recorrido de los botones es mucho mayor que el de su hermana pequeña – y cableada – y provoca que la pulsación de botones-notas no sea tan rápida. La innegable comodidad de jugar sin estar enganchados al puerto de control de la consola no compensa si el precio son los 40 € que vale el aparatito, y encima no se ha eliminado el molesto click de los botones al pulsarse, que casi eclipsa el propio sonido del televisor. En fin, que si en su momento os comprásteis la guitarra del primer Guitar Hero, yo casi os diría que no os comprárais una nueva, a no ser que queráis jugar a dobles.