Cuando supe de Hard West gracias a un artículo de los siempre imprescindibles Nivel Oculto caí en el prejuicio habitual al conocer este segundo juego del estudio polaco CreativeForge Games, definirlo como un XCOM en el Salvaje Oeste. Es de recibo aclarar que esta comparación desaparece en cuanto nos ponemos a jugar a Hard West.
Cuando Hard West se lanzó a la aventura de la financiación colectiva parecía difícil que la gente depositara su confianza y su dinero en un estudio que tenía en su curriculum un juego como Ancient Space, un RTS espacial con buena pinta que terminó siendo un desastre por culpa de unos problemas de control bastante molestos que lo convertían en un suplicio. Contra todo pronóstico y tan solo un mes después de lanzar Ancient Space aparecía en Kickstarter la campaña de Hard West que fue apoyada por más de 4.300 personas y que recaudó más de 90.000 dólares canadienses de los 70.000 necesarios para llevar a cabo el desarrollo.
Obviando que el tropiezo de Ancient Space no debió ser nada sonado y que sus compradores además de escasos debieron tardar en darse cuenta de que no era el mejor juego del año es evidente que la idea de Hard West resultaba más que atractiva y no en vano viene de un estudio que ha trabajado en lanzamientos como Dead Island, Hard Reset y Shadow Warrior entre otros. Estrategia por turnos, ambientación en el Salvaje Oeste aderezada con tintes de fantasía oscura que añadían demonios de los de aspecto humanoide, piel roja y traje de los domingos. A todo eso se le sumaban unos toques de rol que recuerdan más al rol de mesa sin dados que al de ratón y teclado.
En Hard West hay un cúmulo de historias y casi todas acaban siendo igual de importantes para nosotros, desde la de un comerciante que ha sido asaltado y asesinado a los pies de su carreta y cuyas últimas palabras encontramos en una nota, donde además está la ubicación de un objeto clave para avanzar en la trama principal hasta la de nuestros protagonistas, porque sí, hay unos cuantos.
La aventura se divide en 8 escenarios, cada uno con una mecánica principal que dominar para superar dicho escenario, puede ser desde reclutar a cierto número de forajidos para nuestra banda, hasta gestionar campamentos vigilando que tengan provisiones y que no mueran a lo largo de nuestras expediciones por el mapa. Cada uno de los escenarios tiene una forma de ser completado dotando así a la aventura de una variedad que por momentos necesita con urgencia.
El factor narrativo es uno de los puntos fuertes de Hard West ya que como digo hay muchas pequeñas historias que habitualmente necesitan que tomemos decisiones importantes como si delante de un juego de rol, o mejor dicho, de un «elige tu propia aventura» estuviéramos, dichas decisiones pueden afectar leve o gravemente a nuestra partida, dañando a miembros de nuestra fiesta de forma permanente, haciendo que perdamos la oportunidad de conseguir una potente arma o otorgándonos todo tipo de estados positivos, así como dinero o equipo. En Hard West pasareis más tiempo leyendo que disparando y la aventura está totalmente en inglés, que a pesar de no requerir un gran nivel para entender bien todo lo que tenemos que leer si que es un detalle a tener en cuenta.
El factor rolero viene dado por los números, nuestros queridos números que materializados en forma de estadísticas como la suerte, la salud, la puntería o la capacidad de movimiento determinarán el éxito o el fracaso de nuestras incursiones en batalla. En la preparación previa a los combates podemos equipar con objetos consumibles, dos armas de fuego y una pieza de equipo a nuestros pistoleros y tener en cuenta las debilidades y los puntos fuertes de cada uno será esencial para mantener el equilibrio en la banda. El toque fantástico lo añaden las cartas de póker, cartas con unos atributos determinados que además de mejorar las estadísticas de nuestros personajes si las combinamos formando manos de póquer nos otorgan habilidades demoníacas que van desde intercambiar la salud de un aliado con la de un enemigo, hasta volverse invisible en las sombras o comerse los cadáveres para restaurar salud.
Hard West resulta ser una gran sorpresa aparecido a finales del año pasado que combina una serie de factores que hace que no pueda recomendarlo lo suficiente a todos los amantes del género de la estrategia y, por encima de todo, a los no iniciados en dicho género. Pues puede que la repetición de los combates y la poca variedad de situaciones termine agotando a los más veteranos pero lo accesible de la aventura en el modo normal de dificultad lo hace una compra casi obligatoria para cualquiera que quiera empezar en el género sin lanzarse ciegamente a los crueles brazos de Firaxis o compañía.
Además de la ya citada repetición excesiva de entornos genéricos y combates que empiezan a no ofrecer situaciones variadas pasadas las primeras horas hay otras pegas que ponerle a Hard West como que la cámara solo tenga cuatro posiciones fijas y no una rotación libre, a veces haciendo bastante torpe la planificación de los combates, además se echa en falta un puntito más de pulido en los menús y la navegación general que es un poco más ortopédica e intermitente en la respuesta a nuestros clics de lo que nos gustaría.
Por suerte lo positivo brilla tanto que achica las sombras del título, una accesibilidad envidiable que acoge a los más novatos con sus modos de dificultad iniciales y a los más veteranos con modos como el que nos obliga a reiniciar todo un escenario si mueren los personajes clave para la historia. Una ambientación sublime y poco explotada en el género que a su vez se entremezcla con una forma de contar grandes historias escritas con mucho gusto (los guiños a los backers de Kickstarter son un detalle muy recurrente), además de una banda sonora de lujo que podéis escuchar sobre estos últimos párrafos.
Que no encontrarás Hard West en ninguna lista de lo mejor de 2015 ya te lo aseguro (Aunque con alguna excepción), que es de todo punto un error pasar de este juego también. [80]