
Es fácil encontrar paralelismos entre el reciente sálvese quién pueda descalabro del soporte HD-DVD y por ende del hasta-hace-nada-carísimo-y-ahora-casi-regalado addon para Xbox 360, antaño futurible candidato como soporte del video digital en Alta Definición, con la fallida apuesta de Sega por dotar a su consola MegaDrive de un periférico que la convirtiera en el no va más del entretenimiento doméstico.
Hay diferencias, está claro, pero en ellas mismas hay similitudes. Como en el hecho de que el CD en su momento era una apuesta mucho más segura que el HD-DVD, aunque en la elección de éste por parte de Microsoft seguro que ha tenido mucho que ver quién era el papá del Blu-Ray. O que MegaCD dotara a MegaDrive de más capacidad de almacenamiento y la posibilidad de incluir cinemáticas, sí, pero que los gráficos de los juegos acabaran siendo los mismos. En el caso del HD-DVD ni siquiera altera la experiencia de juego, dado que nunca se ha planteado como un soporte de almacenamiento para los mismos. Un error, considero, pues a la 360 le vendría que ni pintado un disco de mayor tamaño (¿Qué tal ejecutar Blue Dragons y Lost Odysseys en un sólo disco?).