Aunque yo volví a casa el pasado viernes por la noche, la GamesCom cierra sus puertas hoy domingo. El evento que sustituyó por la fuerza a la GamesCon de Leipzig ha tocado a su fin y, aunque ha cumplido con nota, y más teniendo en cuenta que se trataba de la primera edición, la verdad es que en unos cuantos aspectos ha quedado bastante por detrás de las grandes ferias del sector. Tras el salto, mi valoración de la GamesCom’09 de Colonia.
Lo mejor:
-Un recinto gigante: No encuentro otro calificativo para definir al recinto. El Koelnmesse es de los recintos firales más grandes que he visto nunca. Aunque la distribución de espacios no me haya acabado de convencer, las compañías han podido ocupar tantos metros como les haya dado la gana. Un lujazo.
-Una zona de prensa más que decente:Muchísimos ordenadores disponibles, acceso wifi gratis… Dos únicas pegas: la zona de prensa estaba en el otro extremo del recinto, cuando hubiera sido muchísimo más útil si hubiera estado emplazada justo al lado de la zona reservada a las presentaciones. Además, cerraban la luz – como suena – y cortaban el acceso internet a las 19:00. Muy estrictos, la verdad. Gracias a su «comprensión» dos posts se me fueron a la mier…
-Transporte metropolitano gratis: Tras comprobar que el hotel estaba donde Cristo perdió sus Converse All-Star y asumir que cada mañana tendríamos que coger el tranvía, fue un gustazo el comprobar que con el pase de prensa teníamos transporte metropolitano gratis. Suerte que Reikax hizo los deberes y nos lo dijo…
-Se puede volar directo desde Barcelona: Aunque me he dejado más o menos el mismo dinero que en Leipzig, es un gustazo el poder volar directamente a la ciudad del evento. Aunque claro, este año nos hemos quedado sin Mercedes.
Lo peor:
.El alemán: Entiendo que si estás en Alemania se use el alemán también, pero que la mayoría de las presentaciones públicas fueran únicamente en germano era toda una barrera para la prensa – y plancton – internacional que allí nos habíamos congregado.
.Grandes distancias a recorrer: Desde la zona de prensa hasta la zona de los stands de presentaciones de las compañías, pasando por la zona abierta al público, que es dónde estaban la mayoría de juegos para probar, había un paseo muy considerable. Más de uno se pasó la feria corriendo de una punta a la otra para llegar a un evento al que, después, no le dejaron entrar. Pero eso ya es otra historia.
-Poca publicidad: O ando equivocado pero los carteles que pueblan los exteriores de ferias como el E3 aquí brillaban por su ausencia. Muy poca publicidad, la verdad. ¿Culpa de la crisis?
-Babes demasiado formales: A riesgo de parecer machista, las babes, al igual que el tamaño de los boths, se han convertido en un indicador del dinero que las compañías invierten en un determinado evento. Del tamaño de los boths o stands no tengo queja – al contrario – pero la verdad es que las babes de la GamesCom iban mucho más formales que en otros eventos. Una cosa es que se las trate de prostitutas y otra que se renuncie a caracterizarlas como personajes de videojuegos. Tan sólo vi a Faith y a Tomb Raider y creo que estaban contratadas por la organización y no por EA o Eidos.
-Catering carísimo: Si no conseguías que algún comprensivo PR te acogiera – Gracias, Activision -, tenías que pasar por la caja de los bares de turno. Yo soy de Barcelona, que no es precisamente una ciudad barata. Pero es que los precios de los bares del recinto eran de hotel de 5 estrellas. Más de uno hizo el agosto. O al menos lo intentó.
-Colas para todo: Y no me refiero a la hora de jugar a un juego o ver una proyección, que son cosas que ya se dan por sentado, sino que para entrar a la zona de presentaciones cada día, a primera hora, se perdían unos 5 minutos esperando a que te validaran un pase que daba la impresión que costaba mucho de leer a los lectores de códigos de barras.
-La azafata rubia del stand de Sony: Tenía que decirlo. Por su culpa, Gil, Wayfarer y el menda tuvimos que correr como 2 kilómetros en unos 10 minutos mientras cargábamos ordenador y demás trastos. Si no sabes dónde se celebra una presentación, al menos no te lo inventes. En fin. Por cierto, el resto de personal de Sony, más que perfecto, pero es que lo de esa azafata fue de juzgado de guardia.