A las 9:45 en punto tenía un señor Mercedes en el portal, con otro señor (este de carne y hueso) que lo conduce, listos para llevarme a las oficinas de Rockstaren Las Rozas a ver Red Dead Redemption en movimiento.
Para ser honesto, me sabe algo mal hacer incurrir en un gasto así a una empresa sin ser nadie, pero si son ellos los que lo proponen será porque les interesa. (Nota de Kristian: Mi teoría es que nos confundieron con 20 Minutos)
Allí, tras 5 minutos de espera, pasé a la «sala del vicio», donde -inserte nombre de cargo extraño de Rockstar en inglés aquí- haría de maestro de ceremonias. Desgraciadamente yo no fui el alumno, sino un mero espectador ya que no me dejaron el mando en ningún momento…
Para introducirme a Red Dead Redemption, el RRPP me recordó la gran afición por el cine en Rockstar, y concretamente por el genero que nos ocupa, el western. Aparte, esta segunda entrega debe considerarse un reinicio de la saga por muchos motivos, como su carácter sandbox.
Haced memoria: el primer juego lo empezó Capcom, pero traspasó el proyecto a medio hacer a los de GTA.
El argumento nos sitúa a comienzos del siglo 20, un momento clave en la historia de EE.UU. El viejo y salvaje oeste agonizaba por la llegada de la industria y el establecimiento de un gobierno federal. Parte de este gobierno es La Agencia, lo que a posteriori se conocerá como el FBI. En sus inicios su cometido era dar caza a las bandas de forajidos, usando salvajes métodos propios de estos mismos delincuentes.
John Marston, nuestro protagonista, fue uno de esos bandidos, pero ahora tiene una familia que proteger, y por la que sienta la cabeza. Desgraciadamente para él y los suyos, la incipiente y cruel agencia de investigación le hará un ultimátum (cuyo contenido desconocemos), y John se verá forzado a retomar las armas y reunirirá a cazar a su antigua banda.
El mapa que tendremos que explorar es realmente enorme, de lo que doy fe; estará dividido en tres zonas (New Austin, Nuevo Paraiso y West Elizabeth), con un tamaño mayor que el de GTAIV. Por su mecánica sandbox podremos elegir a qué pueblo o asentamiento ir a buscar misiones, aunque también las encontraremos por el camino.
El entorno que aparece ante nosotros es impresionante: aparte de la distancia a la linea del horizonte -que me pareció descomunal desde el primer momento-, a nuestro alrededor veremos desarrollarse diversos ecosistemas y acontecimientos, tanto por la variadísima fauna -60 especies, que incluyen lobos, serpientes, conejos, buitres, etc.-, como por el comportamiento de otros cuatreros, agentes de la ley, o simples habitantes del lugar que se verán envueltos en trifulcas, asaltos, accidentes… (Generados aleatoriamente, por cierto.)
Por ejemplo, las serpientes pueden mordernos mientras caminamos, y aunque vayamos a caballo nos costará librarnos de la manada de lobos que puede tendernos una emboscada. Quien dice a nosotros dice a cualquier otro personaje, por lo que habremos de tener cuidado cuando capturemos con vida a nuestro objetivo si queremos conseguir la máxima recompensa. Además el ambiente estará vivo: podemos observar como un zorro se come un conejo en cuanto tiene oportunidad, por ejemplo.
Pasemos a hablar de la partida que pude presenciar. Nuestro destino era Chuparosa, un asentamiento de Méjico donde los lugareños, evidentemente, hablan castellano (el que piensan en Rockstar que hablan por allí, pero bueno). Según me dieron a entender, el juego no llegará doblado, aunque ya digo que no puedo confirmarlo.
En este pueblecito descubrimos como los desarrolladores han intentado ir un paso más allá de lo habitual en el genero, haciendo que casi todos los PNJs desarrollen una vida más o menos elaborada, en la que durante el día trabajaran y por la noche irán a divertirse a la cantina *, e interaccionando entre ellos a lo largo de toda la jornada. Se diferenciarán, por ejemplo, en sus oficios: está el carnicero, la tejedora, el vendedor, etc.
Aparte de estos, tenemos a los bandoleros del lugar, y los correspondientes agentes de la ley, que más de una vez se enzarzarán en tiroteos a muerte a la mínima. Podremos ponernos del lado que queramos en este combate, lo que afectará a nuestros indicadores de Fama y Honor: con el primero conseguiremos el apoyo de los campesinos, pero nuestra relación con la justicia no será la mejor, y viceversa. Si le ponen un precio a nuestra cabeza por el motivo que sea, no podremos volver a acércanos por el lugar hasta que lo solucionemos; cuanto más alto sea este, más cazarecompensas irán tras nosotros. Para solucionarlo, podemos pagar tal recompensa, ayudar a otros hombres de ley en zonas cercanas para conseguir cartas de perdón, o comprar estas directamente a mercaderes ambulantes.
Precisamente, uno de estos agentes, el ayudante del sheriff, nos proporciona una misión al colgar en la pared un cartel de «Se Busca». Nosotros lo arrancamos y vamos a su encuentro. Tendremos que devolver al sujeto en cuestión, como ya sabéis, vivo o muerto.
Aparte de estos «encargos» podremos buscar tesoros con los típicos mapas, pero en este juego supondrán un reto mayor, ya que apenas contienen un vago retrato de la zona donde se encuentra, con lo que habremos de ir comparando el entorno con el croquis cuando nos encontremos en la zona.
Hablando de la jugabilidad, creo que no ofrece una gran novedad, ya que la herramienta principal, el disparo mortal (o tiempo bala, como prefiráis), ya estaba presente en la primera entrega. Esta se puede usar de dos maneras: el funcionamiento habitual, ralentizando la escena y permitiéndonos disparar con mayor soltura, o un modo de disparo automático tras fijar los blancos que queramos, aunque este solo estará disponible para armas de una sola mano. Ademas, esta habilidad mejorará con la practica.
Los detalles en este corto periodo de tiempo se han cuidado, sin duda. Por ejemplo, descerrajarle un tiro en la misma cabeza a un enemigo supondrá un rojo chorro de sangre con sus correspondientes gotas saliendo de viaje.
Durante el combate podremos servirnos de candiles, barriles, y otros objetos del escenario que actuaran como explosivos, incluyendo los cócteles molotov que los enemigos han encendido y aún tienen en la mano, la cuál perderán gracias a nuestros certeros disparos.
Las heridas que causemos en cuerpos ajenos afectaran al movimiento y por tanto a la estrategia de los desafortunados rivales que los sufran: por ejemplo, si le acertamos en la rodilla o en la pierna, nuestro hombre cojeara intentando ponerse a cubierto; si ahora le «arreglamos» la otra extremidad, quedará a nuestra merced, pero aún entonces intentará freírnos a tiros desde el suelo antes de pasar a mejor vida.
Una vez hayamos acabado con nuestros enemigos, nosotros también podremos relajarnos y conseguir un dinerito en la taberna con diversos minjuegos, como el Black Jack o el Five Fingers Fillet, el famoso auto-apuñalamiento de dedos.
Para ir acabando, respecto al aspecto gráfico me comentaron en Rockstar que el juego usa el motor Rage, el mismo del GTA IV. En este juego se usó una versión adaptada, ya que fue diseñado para RD:R, lo que sin duda tiene sentido al verlo en movimiento. Como ya he mencionado antes, la distancia de visión es ALUCINANTE: si habláramos de un juego situado en el presente podríamos mirar a la pantalla y después por la ventana y no notar la diferencia.
Ademas las animaciones se muestran muy trabajadas, especialmente las del caballo; en cuanto a la física se ha usado el Euphoria, también adaptado y exagerado para imitar el estilo del genero cinematográfico.
Recordad que estamos hablando de una beta.
En conclusión, Red Dead: Redemption tiene un montón de papeletas para convertirse en el juego del 2010.
Un aspecto negativo podría ser un modo multijugador algo pobre, aunque todavía apenas hay detalles sobre el mismo. Quizás, por decir algo más, pierde puntos si no te va el genero jugable (algo raro, a todo el mundo le gustan los sandbox) o el argumental. En cualquier caso, será el 30 de abril cuando todos podamos hincarle el diente. Servidor ya lo espera con ganas.
*: Sí, hay prostitutas, pero en esta ocasión no podremos «interactuar» con ellas. Tener en cuenta que por aquel entonces las ETS hacían estragos, es por el bien de John…
Bonus: os presento al señor Mercedes que me trasladó como a toda una personalidad. Señor Mercedes, la chusma que lee AkihabaraBlues.
¡Eh! ¡Sin babearlo!
PD: Estoy que lo flipo, mi primer texto en un tiempo prudente, ¡incluso llegando a tiempo para el embargo!
De aquí a Vandal hay dos párrafos más… XD