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Temporality

“Por fin me había atrapado una bala. Parecía que aquella vez había cambiado todo. Y, sin embargo, aunque parezca extraño, fue aquel uno de los poquísimos instantes de los que puedo decir que han sido felices de verdad. En él capté la estructura interna de la vida, como si un relámpago la iluminase. Notaba un asombro incrédulo, el asombro que precisamente allí fuera a acabar mi vida; pero era un asombro lleno de alegría. Luego oí como el fuego se debilitaba; parecía que me hundía bajo la superficie de un oleaje furioso. Allí no había ni guerra ni enemistad (E. JÜNGER, 2005 :30)

28 megas es una serie de textos dedicados a videojuegos indies gratuitos seleccionados por el autor en base a sus propias preferencias. El título viene del escaso tamaño que suelen ocupar estas obras.

La cita que abre el artículo se puede hallar en el libro Tempestades de Acero de Ernst Jünger, un retrato en primera persona de la vida en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial y una de las obras capitales de la primera mitad del siglo XX así como uno de los lienzos literarios más vívidos del conflicto mundial que abría el siglo XX. Jünger fue un soldado alemán que más tarde se convertiría en novelista, filósofo e historiador y cuyo principal legado fue este libro, Tempestades de Acero, escrito cuando contaba únicamente con veinticinco años. Más tarde participaría también en la Segunda Guerra Mundial en el bando alemán, aunque asqueado por las prácticas nazis cambió de bando en el año 1944.

Su recuerdo de la guerra fue una de las principales inspiraciones para la magnífica película Senderos de Gloria de Kubrick, basada a su vez en un libro homónimo. Estas obras hacen hincapié en el horror de la guerra y especialmente en la irracionalidad que la envuelve, pero sobre todo en el coste humano que supone un conflicto a esta escala, con batallas como Verdún donde perecieron cerca de un millón de personas.

Son escasos, muy escasos, los videojuegos que han puesto su mirada en este conflicto, uno de los principales de la humanidad y causa directa del principal conflicto humano de la Historia, la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, esta escasa representación en los videojuegos se debe a motivos ideológicos, como la limitada participación estadounidense en el conflicto, pero este es otro tema que deberá ser tratado en otro momento.

El reducido número de representaciones que existen sobre este conflicto centran su visión en la gloria de la lucha armada, en los valores positivos de la guerra y en una versión completamente idealizada, y por tanto falsa, del conflicto, como ocurre con los videojuegos inspirados en la Segunda Guerra Mundial. Hay escasas representaciones de videojuegos centrados en el coste humano de los conflictos bélicos, como This War of Mine, ambientado en un conflicto contemporáneo. Por tanto, que exista un juego centrado en la psicología del combatiente durante la Primera Guerra Mundial lo centra en una minoría de una minoría, y si este juego es de factura independiente y algo tosca, estaríamos hablando de un juego que se categoriza en una minoría de una minoría de una minoría.

Temporality, el juego que ocupa esa triple minoría, es una obra de James Earl Cox III y lo definimos como una obra porque definitivamente no es un videojuego, sino que podríamos definirlo como un experimento narrativo o una historia interactiva, aunque su interacción con el jugador es mínima y se ocupa, únicamente, de permitir el paso del tiempo, detenerlo o hacer que retroceda, de ahí el nombre del título, el papel del jugador se limita a permitir o no el paso del tiempo en un espacio determinado, la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial.

El papel del jugador está acompañado del papel de la música, una de las protagonistas del juego. La banda sonora, compuesta por Inmunity, Julie Buchanan, sumerge al jugador en el conflicto, pero sobre todo sumerge al jugador en la escena que está viviendo, una carga de bayonetas contra el enemigo equipado con armas de fuego. En otras palabras, la música acompaña a la muerte del jugador, es su marcha fúnebre, pero no comparte la tragedia del momento, sino que ofrece una melodía esperanzadora, emotiva y nostálgica que nada más escucharla trajo a nuestra memoria el párrafo de Tempestades de Acero que inicia este texto. El soldado que encarna el jugador, al acercarse a su muerte, irá reviviendo los momentos más preciados que guarda en su memoria, en su corta memoria, ya que la mayoría de los combatientes de ese conflicto no superaban la treintena.

A la música y la trama o el concepto sobre el que gira el juego se une el apartado artístico, simple pero efectivo mediante el uso del pixelart el creador dispondrá ante nosotros un páramo bélico inundado de cadáveres bajo una lluvia de metralla y balas, hecho que dio nombre al libro de Jünger, que se irá alternando con los escenarios que se alternan en la mente del jugador y que nos transporta a la memoria del personaje protagonista.

Resumiendo, Temporality es un experimento narrativo interactivo sumamente interesante que amplía y profundiza en la inutilidad del conflicto humano y en la trágica pérdida de hombres y mujeres que nada tienen que ver con las causas originales de la guerra, poder y dinero, acompañado de una banda sonora exquisita de un nivel equivalente al de las grandes producciones.

Puedes descargar gratuitamente Temporality desde Gamejolt.

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