Ayer dio comienzo a la beta cerrada de Valorant, el nuevo FPS de Riot Games, y por suerte he sido uno de los pocos afortunados que ha podido jugarlo. Hoy os contaré mis primeras impresiones y por qué es un juego que está destinado a reinar en los esports en los próximos años.
Ni Counter Strike ni Overwatch, es Valorant
Desde el primer momento quiero dejar clara una cosa: no se parece a Counter Strike, y mucho menos a Overwatch. Valorant tiene una identidad propia, que puede gustar más o menos a cierta gente, pero sus elementos lo convierten en algo único e innovador.
El juego se compone únicamente de partidas multijugador, donde hay dos equipos de cinco jugadores cada uno, unos defienden el objetivo y otros lo atacan, así durante 24 rondas, y el que llegue a 13 rondas gana. Eso sí, cabe destacar que como en el League of Legends, debes elegir tu campeón al principio de la partida, que tendrá unas habilidades únicas que podrás usar en el transcurso de la partida.
Lo que más me ha sorprendido es la verticalidad de los mapas y el desarrollo tan frenético que tienen las partidas. Se puede llegar a pensar que es un juego muy pausado, pero nada más lejos de la realidad. Las habilidades aportan ese dinamismo para que los jugadores avancen, cojan spots inimaginables y no se queden en una esquina esperando a que pase el enemigo.
Habilidades, armas y definitiva
Puede parecer raro, pero las habilidades funcionan como si fuese una utilidad, es decir, se compran al principio de la ronda con la economía generada a lo largo de la partida. Como ya he dicho antes, estas habilidades serán únicas, y cada personaje tiene las suyas propias. Es por eso que antes de comenzar la partida debes elegir muy bien cual elegir, porque tú puedes cambiar el devenir de cada ronda.
Con las armas es lo mismo. Al principio de cada ronda podremos comprar nuestra arma y protección, y así adaptar nuestro juego a lo que exige la partida. En esto sí que se parece más a Counter Strike, pues tendremos pistolas como secundarias, subfusiles, escopetas, ametralladoras ligeras y francotiradores. De momento hay poca variedad en la que elegir, pero confío en que Riot vaya metiendo más armamento con futuras actualizaciones.
Por último, pero no menos importante, la definitiva. Esta habilidad no se compra, sino que se recarga. Las dos únicas formas de recargar la habilidad es mediante kills o cogiendo unos orbes oscuros que están repartidos a lo largo del mapa. De normal, esta habilidad la podremos lanzar 3 o 4 veces en toda la partida.
Si quiere conocer a cada campeón, te dejo una lista de reproducción del canal de Ulises Prieto, comentarista de Counter Strike para la LVP y uno de los streamers elegidos para dar claves. En los videos explica a la perfección las funciones de cada personaje.
Progresión
Como pasa en este tipo de juegos, Valorant es fácil de entender, pero difícil de dominar. En mis primeras partidas me daban por todos lados, pero una vez entiendes a tu personaje, sabes la distribución del mapa y te adaptas a sus mecánicas, es un juego muy divertido, aunque no para todo el mundo. Si nunca has jugado a un FPS y crees que por ser de Riot va a ser parecido al League of Legends, no es un juego para ti.
A medida que vayamos jugando iremos desbloqueando nuevos personajes y elementos para decorar nuestro perfil, tal y como sucede en este tipo de juegos. Ahora bien, las skins son de pago, y en principio yo no he visto otra forma de conseguirlas sin tener que pasar por caja. A mí personalmente no me importa, pues estas solo harán que se vea mejor un arma o personaje, y no te va a otorgar nada extra.
De izquierda a derecha, Sova, Sage y Phoenix
Conclusión
De momento Valorant pinta muy bien, y eso se puede observar en la cantidad de espectadores que hay en Twitch para poder conseguir un acceso a su beta privada. Confío en que Riot sabe que tiene un diamante en bruto, y que, a base de torneos y actualizaciones, hará de Valorant el FPS estrella, tal y como ocurre con el género MOBA.
